Capitulo veintiuno.

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Caitlin's POV.

—Quiero que nos conozcamos más Caitlin.

¿De verdad había dicho eso? ¿Él realmente quiere conocerme mejor? Si me pongo a pensar, yo también quiero conocerlo más. Quiero aclarar lo que siento y como me siento con respecto a él.

— ¿De verdad lo dices?

—Si muñeca...

—Pero ¿Por qué?

—Porque no es justo que Bea y Ryan se conozca el mismo tiempo que nosotros y sean novios, tu y yo apenas somos amigos.

Jack se puso de pie y camino hacia la puerta.

—Si quieres, puedes usar una remera mía para dormir. —me señalo el armario. —Ya vuelvo.

Cuando Jack se fue, me puse de pie para poder observar detenidamente su habitación. Era lo típico. Fotos de chicas semidesnudas, algunos discos colgados y todo eso.

Me acerque a una repisa que tenía varios cuadros con fotos. La primera era de un niño de unos seis o siete años, que supongo que es Jack, abrazando a un hombre, ambos sonreían.

En otra, salía Jack junto con sus amigos, Ryan estaba entre ellos. Otra, era de un equipo de futbol. Esta última me llamo muchísimo la atención, porque la persona a la que abrazaba Jack era nada más ni nada menos que Jared.

¿Ellos jugaban futbol juntos? ¿Eran amigos?

Me aleje de ahí haciéndome esas preguntas. Me acerque hasta el armario y saque una remera azul con letras en negro.

Me dirigí hacia la cama para sacarme los zapatos y el vestido. Una vez que lo hice, me puse la remera que saque.

Es bastante grande o yo soy bastante pequeña, una de dos.

—Volví...—dijo alguien desde la puerta. —Esa es mi favorita... —dijo en un susurro mientras me veía.

—Oh ¿enserio? Si quieres me la saco, yo no...—me interrumpió.

—Te queda bien.

Mis mejillas se pusieron un poco calientes. Malditas hormonas. Odio que tenga ese afecto en mí.

Jack se sacó la remera dejando ver su cuerpo marcado.

SANTO DIOS.

Luego se sacó el pantalón y camino hacia el armario para sacar unos cortos y se los puso.

—Vamos a la cama muñeca...—dijo con la voz un poco ronca. — ¿Apago la luz? —yo asentí.

Me acosté del lado derecho de la cama y Jack se puso a mi lado. Me puse de costado y pude sentir como él se movía hasta quedar muy cerca de mí. Sentí sus brazos rodear mi cintura y su respiración en mi cabeza.

—Deberías saber que es la segunda vez que duermo con alguien de esta forma...—hizo una pausa. —La primera también fue contigo.

Eso de una forma me hizo sentir bien.

Estar así con él me hace sentir bien, me hace sentir segura de alguna forma.

—Te propongo algo preciosa...—dijo mientras hacía círculos con sus dedos en mi ombligo. —Mañana, te llevo a desayunar y hablamos.

— ¿De qué quieres hablar?

—No lo sé, de todo, quiero saber más de ti.

—De acuerdo, pero necesito que antes de ir me lleves a casa de Bea.

Stay with meWhere stories live. Discover now