Stay with me

Capitulo dieciocho.

Caitlin's POV.

Los días habían pasado rápido, por lo que ya es viernes.

Estos días fueron normales, excepto por el hecho de que no vi mucho a Bea porque estaba con Ryan, aunque lo entiendo totalmente, son sus primeros días como novio, es obvio que quieren pasar el tiempo junto.

Hoy Matt me iba a acompañar a comprar un vestido para usar esta noche, ya que para ser un chico sabía mucho de estas cosas.

El timbre de salida sonó y fui una de las primeras en salir al pasillo, para buscar a Matt y poder irnos.

Corrí hasta mi casillero para dejar los libros que no necesitare este fin de semana y vi a mi mejor amigo viniendo hacia mí.

— ¿Vamos? —dijo una vez que llego. —mi padre me presto su moto así que no tendremos que caminar.

Cerré mi casillero y empezamos a caminar hacia la salida.

*

Llegamos al centro comercial y mire los vestidos que estaban en exhibición.

— ¿Y bien? —me dijo Matt. — ¿Qué tienes en mente?

—Quiero uno corto, no me importa el color.

Entramos a la primera tienda y empezamos a ver los vestidos que estaban colgados.

Matt me dio tres vestidos y me llevo hasta el probador.

El primero era un rosa chicle muy pegado al cuerpo, me llegaba hasta un poco más arriba de la rodilla y tenía detalles de encaje.

El segundo era negro, era corto, y tenía detalles de encaje en la parte de atrás, y a decir verdad me gustaba mucho.

El último era rojo, era muy pegado al cuerpo, incluso más que el primero. Este queda totalmente descartado.

Decidí llevar el negro, porque era con el que más cómoda me sentía.

Salí del probador, y le di los otros dos vestidos a Matt.

—Ten, déjalos donde los encontraste.

— ¿Por qué? El rojo me gustaba.

—El rojo era muy de puta, sabes que yo no uso ese color.

—Pensé que ibas a cambiar un poco. —me dijo sonriendo. —Me hubiera gustado verte de rojo.

Me acerque hasta la caja, pague mi vestido y salimos de la tienda.

— ¿Quieres ir a comer o prefieres que te lleve a tu casa?

—Llévame a casa, tengo cosas que hacer.

***

Son las siete de la tarde y Bea está aquí pintándose las uñas.

— ¿Y qué planeas hacer en la fiesta nena?

—Lo mismo de siempre.

—Espero que hagas algo con Jack, no quiero traerte sobria.

—Vamos, ¿tú crees que Jack va a hacer algo más conmigo que solo bailar o tomar algo?

—Por supuesto, si te tiene ganas, se le nota.

Mis mejillas se pusieron rojas al instante.

—Y por lo visto, tú también le tienes ganas ¿verdad?

—Cállate Beatrice.

Bea se rió, y camino hacia la ventana.

— ¿Cómo iras a la fiesta? —me pregunto. — ¿Quieres que te lleve?