Stay with me

Capitulo cuarenta y uno.

—Hola Bea...—dije antes de que ella dijera algo. Había decido llamarla después de que mis padres se fueron.

—Cait...no pensé que llamarías, sé que sigues enojada conmigo y lo entiendo, yo solo...

—Ya no estoy enojada, entendí tus razones para ocultármelo y te lo agradezco.

—Entonces ¿todo vuelve a ser como antes? —puedo jurar que está sonriendo.

Ambas nos quedamos en silencio, solo se sentían nuestras respiraciones, hasta que ella hablo.

— ¿Hablaste con Jack?

—No, todavía no...no puedo hacerlo, no quiero perdonarlo todavía.

—Habla con él, está muy desesperado...me llama a cada rato, necesita hablar contigo, quiere arreglar las cosas.

—Ya sé que quiere arreglar las cosas pero no quiero que lo haga ahora, sé que si viene o hablo con él y lo voy a perdonar, y no quiero hacerlo todavía.

—Entiendo tu punto Cait, pero en algún momento vas a tener que enfrentarlo, y es mejor temprano que nunca.

—Así no es la frase...

—En este caso sí.

—Bien, debo colgar, deje a Jared cocinando y ya estoy sintiendo el olor a quemado.

— ¿Te veo más tarde? Puedo pasar por tu casa.

—Claro, como quieras...adiós.

—Adiós. —dijo y corte.

Salí de mi habitación, y al llegar a las escaleras vi todo ese humo proveniente de la cocina. Me acerque y vi como Jared intentaba apagar la llama que salía de la cocina, las cortinas y muchas cosas más.

— ¿¡QUIERES INCENDIAR LA CASA IMBECIL!?

— ¡YO TE DIJE QUE NO SABIA COCINAR! —dijo mientras tiraba agua en la cocina. — ¡TODO ES TU CULPA!

No dije nada y fui por el extintor que estaba cerca de la puerta. Adam tenía razón, necesitaríamos de uno en algún momento. Le saque el seguro y tire esa espuma en la cocina, y en todo lo que se estaba quemando.

—Desde ahora compraremos comida. —dije una vez que ya no había fuego.

***

Las horas pasan rápido cuando estoy sola con Jared, prácticamente no hacemos nada. Pedimos una pizza, y no nos vemos las caras el resto del día. Es mejor para mí no verle la cara de idiota.

Bea me llamo hace unas horas diciendo que no iba a venir porque le había surgido un problema con su madre, así que pase la tarde sola. Necesito tener un gato, me haría compañía, o quizás un perro, aunque a mi madre no le gustaría...voy a adoptar un gato.

Me levante de mi cama y me dirigí a la ventana. Era una noche estrellada. Las noches así me parecen perfectas.

—Cait, te buscan. —dijo Jared entrando a mi habitación.

— ¿Quién?

—El insoportable.

—Dile no que no quiero verlo.

—Con mucho gusto. —dio una risita malévola y salió de mi habitación.

Pasaron unos minutos y se escucharon unos gritos provenientes de abajo.

— ¡TIENES QUE IRTE!

— ¡NO! ¡ES MI NOVIA Y TENGO QUE VERLA!

— ¡LA ENGAÑASTE IMBECIL!