CATHERINE
— Aquí tiene su pedido — extendí sobre la mesada de mármol los dos cafés y sonrío hacia el cliente. Me quedé mirando fijamente la puerta del lugar esperando a que Alec como todos los días de esta última semana apareciera. La semana había pasado "normal" luego de aquél encuentro en mi recorrido las cosas habían seguido su rumbo. En cuestión a Alec él se había portado muy amable en pasar por mí todas las tardes a mi trabajo para llevarme a casa, hasta había veces que venía y se quedaba conmigo charlando y otras se quedaba hasta tarde en casa hasta que me quedara dormida, ya que Aarón aún no había vuelto y él debía "cuidarme" Le había contado lo del encuentro cuando salí a correr, aún recordaba su reacción:
Flashback:
— ¿Qué sucedió? — me asusté al escuchar su voz a mis espaldas, aún seguía parada en el medio del camino tratando de procesar las palabras de aquél grupo de vampiros.
— Yo no lo sé... — farfullé rodeando mis brazos en su cuerpo —. ¿Cómo supiste que estaba aquí? — pregunté alzando mi mirada hacia sus ojos color café.
— Tuve una visión, sé que estuvieron aquí, vine lo más rápido que pude — me miró preocupado —. Dime que te dijeron.
— No entendí bien, pero algo de que le devuelvas lo que les pertenece o sino...
Era algo idiota que lo diga, yo no era tan importante para él como para que lo amenacen conmigo.
— La verdad Catherine — dijo entre dientes, sabiendo muy bien lo que estaba por decir.
— O si no... — me separe de él y sonreí con nerviosismo — dijeron algo idiota y sin sentido...
— Catherine.
Él estaba perdiendo la paciencia y yo lo sabía.
— Bien — elevé las manos en forma de rendición —. Dijeron que vendrían por mí.
Miré los ojos de Alec, que ahora estaban del usual color café oscuro casi negro que tanto lo caracterizaba, pero ellos no me miraban a mí, sino que estaban mirando fijamente hacía alguna parte del bosque. Su cuerpo estaba tan tenso que los músculos de sus brazos y cuello se hacían saltar.
— Alec... — susurré tratando de llamar su atención —. Es una tontería, no me harán nada, además a la que dañaran será a mí no a ti, así que no debes de ponerte así.
Decir eso fue una buena idea...
Sus ojos habían pasado a la otra fase en la que se convertían en un negro azabache, tanto que no sabías done comenzaba el iris.
Me miraba tan furioso, hasta llegué a pensar que era un globo a alta presión y que si lo pinchabas con un alfiler explotaría.
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Eternos I: Suya por la eternidad. (+18) |EDITANDO|
VampireÉramos dos almas destinadas a una eternidad en el infierno. [Era suya por la eternidad.] ×××××× Puesto: #3 en categoría Vampiros 18/01/16 ° Esta obra es mía. ° (+17) Violencia, contenido adulto, escenas sexuales. Queda a tu cargo leer. °Ésta novel...