Capitulo 1 (new version)

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Amaya terminaba un cansado día en la universidad. Es viernes y estar en la última clase del día y seguir escuchando al profesor hablar le era, en estos momentos, lo más aburrido del mundo. Se hallaba luchando entre quedarse dormida, no pensar en comer y prestar un poco de atención, pero lastimosamente el sueño y el hambre iban a ganando. Había sido una semana muy estresante con exámenes todos los días, pero hoy sería su día de descanso, era fin de semana y aprovecharía cada segundo de ella.

-Cinco, sólo cinco minutos más y me podré ir-justamente lo que pasaba por su mente era una cuenta regresiva. -Dos, en serio, es casi una eternidad que esto termine.

Y terminó, ella dejó el aula corriendo, disimuladamente, y bajo las escaleras hasta llegar al estacionamiento y finalmente a su auto. Encendió el auto, el aire acondicionado y el estéreo. Respiró profundamente y se puso en marcha.

Su celular comenzó a sonar, cuando llego a la salida del campus. Contestó de inmediato, poniendo el altavoz.

-Habla.

Avanzó en la carretera.

-¿Cómo que habla? Respeta-respondieron al otro lado.

-Oye, acabo de salir de una tortura de clase. ¿Dime qué pasa?-se detuvo frente al semáforo.

-¿Quieres venir al cine con nosotras?

Amaya se quedó en silencio. No había salido con ellas desde hace un mes, se lo debía.

-Hoy no. Estoy cansada, voy a comprar algo de comer y luego directo a la casa. Quizá la otra semana, lo siento.

-Tranquila, no importa. Trata de descansar. Bye.

-Bye.

Cruzando el semáforo dobló en la siguiente calle a la derecha, y se detuvo frente a un pequeño restaurante, que de hecho quedaba muy cerca de la casa. Pidió un emparedado, y se sentó en uno de los puestos de la barra a ver la televisión mientras comía.

Pasó cerca de una hora en el restaurante, antes de emprender el rumbo de regreso a la casa. En un par de minutos había llegado. Anocheció bastante rápido o quizá fue el simple hecho de que se tomó todo el tiempo que pudo, era fin de semana y no necesitaba llegar rápido a hacer algo, exceptuando dormir aunque eso no cuenta.

La casa era bastante grande, de dos pisos con unas cinco habitaciones, y bueno todo lo que tiene una casa, pero tenía un buen precio lo cual fue un golpe de suerte.

Amaya cada vez tenía menos tiempo para salir y divertirse, con la universidad la mayoría de su tiempo libre era muy escaso y no dudaba en descansar en esos momentos. Entró a la casa dejando sus cosas en la mesa y luego se encaminó a su habitación. Mentalmente, pensaba en una lista de cosas que hacer que no incluyeran dormir, y decidió que podría ver una película.

Entró a su habitación y sin encender la luz se lanzó a su cama.

-Es tan suave-dijo en un suspiro.

-Gracias-le susurro una voz a su oído.

Amaya quedó paralizada un segundo, lo necesario para que la duda y el temor recorrieran su cuerpo. Su pulso se aceleró y la adrenalina tomó control de ella. Salió de la cama gritando lo más alto que pudo. Las luces se encendieron y con ello logró distinguir la silueta de la persona, ahora parada, frente a ella. No esperó ni un instante y lanzó un golpe con su mano derecha, el sujeto la detuvo al instante. Trato de lanzar otro golpe con la izquierda pero también fue bloqueado.

Él, sea quien sea, le tenía agarradas ambas manos. Pero la mente de Amaya no se dio por vencida, se le acababa de ocurrir algo más. Le dio un rodillazo en el estómago lo más fuerte que pudo, logrando así que le soltase las manos, y aprovecho para darle un golpe en la cara.

The Protectors: Book 1 - AmayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora