Capítulo 12

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-¿Dónde rayos anda metido?-era todo lo que se escuchaba últimamente por parte de Amaya. Al principio todos escuchaban las quejas que decía pero ya habían pasado tres días y la situación era la misma. Desde que se fue de la fiesta, nadie ha sabido de Alonso.

-Digo no me puede dejar sin protección que clase de...argh. Me desespera. ¿Quién se cree que es?

Y así seguía hasta que alguien cambiaba el tema, pero luego de tres días era como si ella estuviese hablando sola, sin que se diera cuenta. Nadie le quería decir nada así que respondían “Sí, si” o “Tienes razón…” algunas veces, “Claaaaro…” Y mientras toda la conversación de Amaya continuaba, Mateo y Lenni jugaban ajedrez, Mara estaba usando la computadora e Isadora pues…se acababa de quedar dormida.

-Ni siquiera me están escuchando-dijo Amaya mientras se detenía y le tiraba un cojín a Isadora, y esta se despertaba sobresaltada.

-¡Cual es tu problema! ¡Ya estoy fucking cabreada de que te la pases diciendo la misma pendejada todo el tiempo! ¡Supéralo! ¡Realmente me vale M que regrese o no!-ella se fue directamente a su cuarto, sólo se escuchó el estruendo de la puerta al cerrarse. Mara, Mateo y Lenni se quedaron sorprendidos con esa escena. La puerta principal se abrió y Alonso apareció como si nada.

-Ok…creo que mejor me voy a mi habitación, tengo cosas que hacer-dijo Mara, pero Mateo y Lenni también le siguieron fuera de la sala hacia sus habitaciones.

-¿Qué ocurre?-preguntó mientras avanzaba un par de pasos

-¿Qué ocurre? En serio. Hace tres días que no apareces, dime que hubiese pasado si…no sé, me mataban o algo así-dijo gritando.

-Eso no hubiese pasado, estas completamente rodeada de protección-respondió él tranquilamente.

-¿Y por qué no habías venido?

-Me fui porque realmente odio que las personas estén bebiendo alcohol a mi alrededor y luego tuve que hacer un viaje de negocios en Europa, y...bueno, acabo de llegar.

-Oh! Disculpa es solo que…estaba preocupada-dijo Amaya, arrepentida de esa escena. Alonso se acercó y le rodeó en sus brazos.

-Escúchame bien. Yo nunca te dejaría sin protección…ahora, ¿qué fue lo que pasó aquí justo antes de que entrara?

-Isadora se enojó conmigo y luego se fue a su cuarto-respondió Amaya en voz baja. -¿Y qué le hiciste?-preguntó él de inmediato.

-No le hice nada-Alonso le miró fijamente –Ok, ok…es que no me estaba escuchando y le tire un cojín en la cara.

-¿Estaba durmiendo no?- Amaya asintió. –Entonces no es nada, cuando despierte te dirá que soñó que te gritaba o algo así.

-Eso espero-dijo Amaya con un suspiro.

-Necesito hablar algo muy importante contigo-continuó Alonso. Pero esta vez el ambiente se volvió un poco más tenso. -¿Qué tenemos que hablar?-preguntó ella.

-Ven, siéntate-dijo él señalando el sofá. Amaya hizo lo que él ordenó mientras este se sentaba a su lado.

-Me estas asustando...¿Qué ocurre?

-Quiero que hagamos un trato...prométeme que...-Alonso le tomó de las manos -prométeme que, aunque sé que cuesta, vas a hacerme caso en lo que te diga.

-Esta bien pero...te pediré algo a cambio

Él lanzó un suspiro -Es un trato después de todo...¿qué es lo que quieres?

-Puedes darme un poco de libertad...digo, sé que estoy en peligro y todo eso, pero por el momento no ha ocurrido nada "grave" y realmente no me gusta tener tanta protección encima.

The Protectors: Book 1 - AmayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora