nueve ;

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Vi como estaba en esa discoteca, y me entró el miedo. No podía ser. No entendía que hacía él ahí. Me estaba mareando. Mucho.

- Lea...-intentó llamar mi atención Tristan- ¿Pasa algo?

- Estás palideciendo-se preocupó Connor.

Inmediatamente me levanté y corrí hasta el baño más cercano. Me miré al espejo, y pude comprobar lo que me habían dicho los chicos. Estaba pálida. Considerablemente pálida. Y tenía ganas de llorar. Me refresqué un poco la cara con agua del grifo, pero no obtuve ninguna diferencia. Las ganas de llorar cada vez eran mayores. Aumentaban cada vez más. Hasta que, por puro instinto, acabé apoyada en la pared. Y fui descendiendo cada vez más, mientras lágrimas empezaban a brotar de mis ojos. Mientras estas resbalaban por mis mejillas hasta perderse en el suelo de ese baño, yo resbalaba lentamente por la pared, hasta quedarme sentada.

Seguí llorando unos minutos más, y no dejé de hacerlo cuando vi un cuerpo entrar en el baño.

Brad

Había entrelazado mi mano con la suya. Quería darle a ver que estaría ahí siempre, pasara lo que pasara. Aunque la conociera desde hacía poco, me había prometido a mí mismo que la ayudaría. Y eso mismo quería hacer. De repente, vio algo y palideció. Los chicos le preguntaron si le pasaba algo, pero ella simplemente se levantó y fue al baño. ¿Tan mal le había sentado que le hubiera dado la mano? Me levanté preocupado, dispuesto a seguirla.

- ¿Dónde vas?

- A buscar a Lea.

- No creo que sea una buena idea, Brad...

- Me da igual Lana... Ha sido culpa mía.

Me dirigí a los baños más cercanos –ya que suponía que Lea estaría ahí- y me aseguré de que no había nadie alrededor antes de entrar. Y la vi. Se encontraba en el fondo de la habitación, sentada en el suelo. Tenía las rodillas dobladas, las cuales escondían su cabeza. Era una imagen devastadora. Oía como sollozaba, y me sentía impotente. Quise hacer algo, así que me acerqué.

- Lea...-traté de llamar su atención, pero solo conseguí que me mirara un poco, por encima de sus rodillas, y volviera a su posición inicial.

No sabía qué hacer. No sabía cómo le había podido causar eso.

- Lea, por favor... mírame-por suerte, sí me miró esta vez-¿Qué te ha pasado? ¿He hecho algo mal?

Me senté en el suelo junto a ella.

- Brad...-sollozó, y se medio abalanzó sobre mí, con lo cual la abracé, aliviado de que parecía no ser yo el causante de lo que estaba pasando.

- ¿Qué ha pasado, pequeña?

- Le he visto-seguía sollozando.

- ¿A quién?

- A él.

- ¿Quién es él?

- No quiero que me juzgues...-¿Qué razón podría llegar a tener yo para juzgarla por haber visto a alguien?

- No lo entiendo. Sabes que yo jamás te juzgaría, Lea.

Respiró profundamente, tratando de tranquilizarse.

- Mira Lea... sé que no hace mucho que te conozco, y, que realmente soy un completo desconocido para ti-suspiré-, pero créeme que quiero ayudarte. Leí tu carta Lea. Y me llegó, joder. Me llegó mucho. Nadie me había hecho sentirme así de querido con tan solo pocas palabras escritas, sin que yo le hubiera demostrado nada-me sinceré, evitando la parte por la cual quería ayudarla-. Estoy a tu lado Lea. Lo creas o no, estoy a tu lado. Por muy surrealista que parezca. Y... no sé qué hacer para demostrártelo. Sé que no tienes por qué contarme lo que te ha pasado... pero quiero ayudarte. Necesito hacerlo.

Remember Last Night [b.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora