catorce ;

144 12 24
                                    


Me desperté sintiendo la mirada de alguien sobre mí, así que fui abriendo poco a poco los ojos, hasta encontrarme un par de orbes marrones que tenían su mirada fija en mí.

-   Buenos días, bella durmiente-sonrió Brad.

-   Buenos días-respondí con voz medio ronca, dado a que me acababa de despertar-. ¿estabas mirándome?

-   Sí, para que negarlo.

Recordé sus palabras de la noche anterior: "podría pasarme meses mirándote y no cansarme, Lea." Y me acordé que me dijo que me diría el porqué del beso por la mañana, ya que tenía que descansar.

-   ¿Me vas a decir el porqué del beso hoy?-le pregunté con curiosidad mientras me sentaba en la cama con las piernas cruzadas.

-   Si quieres...

-   Tengo curiosidad-me encogí de hombros.

Suspiró mientras imitaba mi anterior acción y se sentaba también en la cama. Parecía, en cierto modo, algo difícil de decir.

Brad

-   Lea... no quiero que te infravalores de esta manera. Eres una persona genial. Eres preciosa, tanto exterior como interiormente. Eres increíble Lea. Eres tú misma, siempre. Estoy seguro de ello. En tan poco tiempo me has hecho reír como nunca, me has hecho sentir bien sin darte cuenta. Sé que me has apoyado desde siempre, y me sorprende como no te has cansado después de tantísimos años...

-   ¿Cómo sabes que llevo años allí?

-   Leí tu carta Lea-suspiro, sin saber cómo decírselo-

siempre dices que te he salvado, pero te has salvado tú sola. Eres una de las personas más fuertes que he conocido nunca. Y aunque tengas muchísimas inseguridades, eres preciosa. Te lo repetiré tanto como haga falta. Tienes una mirada que es la envidia de cualquier que pose sus ojos en ella. Eres adorable, dios. Y guapísima. No tienes razón alguna para infravalorarte tanto. Puede que no seas alta, ni tengas un cuerpo ajustado firmemente a los estereotipos de la sociedad. Pero vales oro. No tendrás el cuerpo perfecto, pero sí lo eres. No todo se basa en el exterior. Lo más importante eres tú. Tú y tu personalidad, la cual es admirable. Eres admirable Lea. Y aunque no sepa con precisión todos tus problemas y pensamientos que te acaban entristeciendo, te afirmo firmemente que no tienen importancia.

-   Sí la tienen Brad...-miró hacia abajo- mi exterior es todo lo que ven de mí. Nadie nunca se ha molestado en saber cómo soy yo realmente. A excepción de pocas personas...

-   Pues yo formaré parte de esa excepción-le agarré el mentón haciendo que mirara hacia mí.

-   Brad...-susurró ella.

-   No todo se basa en una cara bonita o un cuerpo perfecto en este mundo-mis dedos acariciaban su piel facial suavemente a medida que le hablaba-. Aunque tu cuerpo no este influenciado por la sociedad, tienes la suerte de ser preciosa. Me podría pasar horas mirándote, y no cansarme. Tienes unos ojos tan azules me podría perder toda la eternidad en ellos, una nariz adorable y los labios más besables que he visto nunca-se sonrojó ante lo último.

Lea cerró los ojos durante unos cuantos minutos, y al abrirlos se desplazó hacia mi abrazándome. Cogí su cintura, haciendo que se acomodara sobre mí. Sus piernas acabaron rodeando mi torso, mientras su cabeza se escondía entre mi cuello y mi hombro. Estuvimos en esta posición un rato, disfrutando de la cercanía con el otro, hasta que Lea sacó su cabeza de donde estaba a la vez que hacía lo mismo con sus brazos. La miré confundido.

Remember Last Night [b.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora