Capitulo 7

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-Percy ¡LEVANTATEEEEEEEEEEEEEEEE! –gritó Sally Jackson cuando el reloj marcaba diez minutos para las 4pm. ¡Percy era un desconsiderado! La mujer encargada del aseo debía irse a su casa y si no se levantaba de una vez por toda la mujer se iría y él tendría que encargarse por sí mismo de la limpieza de su habitación. Lo que sería a lo que actualmente la gente le llama "justicia". Los Jackson no tenían toda la semana a una mujer en la casa para que la mantuviera limpia ni muchos menos para que les prepara un almuerzo digno, no podían permitirse tal cosa después de la muerte de Tyson. Las violentas crisis de Percy ponían nerviosas a las empleadas del servicio y las discusiones de Gabe y Sally terminarían siendo el rumor de pasillo de todas las casas, peluquerías, centro de estética que pudieran existir. Mientras menos chismes mejor, debían evitar estar en boca de todas las familias adineradas de la ciudad. Si hasta incluso salió una nota sobre lo magnífico deportista que era Tyson y lo triste que era perder a una persona como él, pero eso no era halagador para los Jackson en ese entonces, sino que una burla por parte los dueños del diario y del columnista. Incluso habían pensado poner una demanda porque ellos habían revelado detalles de lo que hacía Tyson en ese tiempo y para los conservadores no era algo digno de publicar (para la gente normal de seguro era algo de lo que sentirse orgulloso)

Percy sin ganas se levantó y luego comió como un pequeño cerdo ¡Moría de hambre! ¿Es que ni los sábados podía desayunar? Pero esta vez era solo su culpa por no haberse levantado un poco más temprano. No podía desayunar a las 4 de la tarde, comer era algo más sensato y normal. Sí, Percy conocía esas dos palabras. Vio a Sally entregarle un sobre que seguramente era con dinero a la mujer de la limpieza y sintió la puerta cerrarse luego. Sally regreso a la cocina y Percy devoró rápido lo que quedaba en el plato levantándose.

-Voy a salir.

-Pensé que te había dicho que estudiarías historia conmigo.

-Mamá, ¡nunca lo mencionaste! –Sally tenía el don de cabrear con facilidad y rapidez a Percy. Ella no podía aguantar más discusiones Asi que cedió.

-Está bien, ¿a dónde vas?

-Donde Leo –mintió descaradamente-Vamos a refrescarnos un rato en la piscina.

-No en la playa.

-No mamá.

-Te voy a dejar.

-He llamado un taxi – se apresuró en decir.

-Recuerda que nada de meterse al mar.

Sally siempre estaba diciéndole a Percy que no era buena idea ir a la playa y meterse en el mar, ni siquiera para refrescarse y Percy lo tenía claro. Él no iba a meterse al mar en ningún caso.

Tomó su mochila con la ropa para cambiarse después cuando estuviera con Gabe. Salió de la casa y le mando un mensaje a Leo para que lo cubriera. Se subió al taxi que lo estaba esperando y dentro le indico a donde iba y comenzó a marcarle a Piper.

-Piper.

-Percy, ¿ya vienes? Estaba por llamarte.

-Si voy en camino.

-Perfecto.

El taxi condujo sin hacer nada indiscreto y tomo las calles que Percy le indico, cuando llegaron le pagó lo indicado y salió del auto cerrando la puerta. Miró la casa era bastante grande y este lugar de la ciudad era demasiado diferente al otro extremo donde él vivía. Toco el fono y alguien al otro lado contesto.

-Soy Percy.

-Claro –respondió después la voz desconocida y la puerta comenzó a abrirse. Que cosa más divertida pensó Percy. ¡Si solo faltaba que apareciera un mayordomo! Lo cual sería realmente increíble. Percy era adinerado, pero estaba claro que en el otro lado de la ciudad eran otros tipos de millonarios con otras costumbres diferentes. A penas entro se topó con una de las amigas de Piper, así que levantó su mano y ella se acercó saludándolo.

A contracorriente (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora