Capitulo 17

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Los días avanzaban y con ello las clases se volvían más estresantes. Tenía infinitas cosas por hacer. Para su suerte, su padre se fue de vacaciones a un lugar demasiado europeo como para recordar el nombre, y sus hermanos no estaban cerca para aumentar el estrés.

Las clases con Sally habían mejorado muchísimo, ahora tenía mucho más conocimiento de la mitología griega. Percy le había estado ayudando mas de lo que merecía.

Estuvo surfeando cada tarde con Percy en la playa de este extremo. Era mucho mas seguro que hacerlo en el de Percy y ser descubiertos por Sally o conseguir problemas con los delincuentes hermanos de Castellán. Mantener a Percy alejado del peligro era una buena decisión.

-No entiendo bien del todo -Reconoció dudoso Percy con quinta vez. Amnabeth achicó sus ojos evitando el sol que entraba por la ventana.

Percy estaba sentado en el marco de la ventana de la habitación de Annabeth sin camisa y solo unos shorts verdes que hacían una combinación perfecta con sus ojos. Movió algunas hojas de su libro y luego miró a Annabeth.

-¿Que no entiendes?

-¿Hitler no pudo dejarse un bigote mas guay?

Annabeth le sonrió. Quería levantarse y besarlo, se veía tan guapo incluso cuando bromeaba. Le encantaba que Percy fuera tan inteligente y entendiera todo tan rápidamente imposible.

-¿Como el tuyo? -Inquirió Annabeth dejando el libro de lado en la cama. La clase estaba terminada-

Percy mojó sus labios sonriendo. Se había dejado un pequeño bigote completamente europeo. Era un pequeño artista ahora.

-¿Sí? -medio aseguró divertido. Annabeth se levantó de la cama acercándose a él y paso su dedo índice por el musculoso brazo desnudo de Percy-

-Pero que presumido -dijo divertida- ¿surfeamos?

-Sí –Asintió Percy parándose hasta llegar a Annabeth tirando de su brazo acercándola a él y dejó un pequeño beso en sus labios.

Estos 13 días habían sido sin dudas los mejores. No importaba llenar a Sally de excusas baratas para poder pasar tiempo con Annabeth. Atrás habían quedado esos días en los que flipaba por Rachel, ahora solo importaba Annabeth. No gastaría su energía y tiempo en odiar a alguien más y menos a Rachel o a Castellán.

Percy braceaba dentro del mar como si nunca lo hubiese dejado de hacer. Nunca estuvo fuera de liga. Miró a Annabeth sentada sobre su propia tabla mirándolo concentrada. Él se sentó en su tabla también, estaban muy adentro y solo eran ellos dos en el mar.

-¿Qué? –inquirió Percy al ver que Annabeth comenzaba a sonreír. Se veía completamente hermosa cuando sonreía de esa forma.

-Es que, solo estaba recordando cuando temías tocar el mar.

-Muy divertido ¿no?

-No te enojes –dijo Annabeth riendo-

La risa de Annabeth comenzó a contagiarlo y sin darse cuenta los dos estaban riendo a carcajadas en medio del océano pacifico. No podía siquiera hacerse el enojado ante las burlas de la rubia, seguiría queriendo ser tan alegre y feliz como ella.

...

-¡Espérame! ¡Espérame! –Le gritaba Annabeth acelerando sus pasos y saltando sobre la espalda de Percy-

-Eres demasiado lenta–rio Percy afirmando las piernas de Annabeth que colgaba de su espalda-

-¿A dónde me llevas, caballito? –Preguntó Annabeth susurrando en la oreja de Percy-

Percy se detuvo frente a una pizzería llamada Mamma mia. Es como si un imán lo hubiese traído hasta el lugar.

-Muero de hambre –le dijo a Annabeth que seguía en su espalda-

De la entrada venia saliendo un chico de cabello oscuro y piel blanca, y entonces, pasó la cosa más rara del mundo. La chica que venía con él era la misma que en la fiesta besó a Percy de esa forma que lo incomodó tanto.

Annabeth levantó su mano saludando a Nico que venía hacia ella acompañado de una muchacha que nunca antes vio en su vida. Debía ser la hermana mayor –pensó y recordó al mismo tiempo que le había comentado que ella vendría hasta acá, que la extrañaba. Y que era el motivo de la fiesta.

-Hola Annie –saludó Nico sonriendo sin mostrar los dientes como lo hacía casi siempre-

-Nico, ¡que sorpresa! –exclamó Annabeth divertida bajando de la espalda de Percy. Miró a Percy que pasaba una mano por su cabello que ahora estaba un poco más largo-

-Venimos por algo de comer un poco más italiano que hamburguesas –comentó Nico- Conociste a mi hermana Bianca en la fiesta, ¿no?

Annabeth negó mirando a la hermana de Nico. Era muy atractiva.

-No tuve la oportunidad

-Bianca ella es Annabeth Chase.

-La famosa Annabeth Chase –Soltó una risita. ¿Por qué le parecía molesta aquella risa a Annabeth? No se lo explicaba.

-No tan famosa –Annabeth se acercó y la saludó- Un gusto. Él es Percy –No sabía realmente si decir "él es Percy, mi novio" o "él es Percy, El hermano de Tyson" la verdad es que no era su novio, pero tenía unas tremendas ganas de hacerlo ahora que Bianca le daba una mirada como si quisiera devorarlo.

-Ya nos conocimos, en la fiesta.

-Eh, sí. –Afirmó Percy.

Annabeth quería mantener esa sonrisa, pero ya no le hacía nada tanta gracia.

-Y el es Nico –Se apresuró en decir Annabeth al ver que Bianca besaba en la mejilla a Percy. Percy estrechó su mano con la de Nico.

-¿nos conocíamos de Antes?

-Seguramente –respondió Percy. Una divertida sonrisa se le escapó.

Annabeth soltó una carcajada, no era raro que se le hiciera familiar. Percy se había colado en una de sus clases metiéndose en problemas con Will y Nico acudió al rescate.

-Ya lo recuerdo –dijo Nico riendo. Bianca estaba quedando fuera de la diversión-

Se despidieron rápido y entraron a la pizzería. Las tripas de Percy rugían y las de Annabeth también.

Annabeth miró su pizza sin probar y luego a Percy que ya llevaba tres mordiscos.

-¿Pasa algo? –Preguntó Percy mordiendo otro pedazo-

Annabeth tomó de su vaso de coca cola. Sí, tenía hambre, sus tripas sonaban como una orquesta, pero algo no iba bien.

-¿Por qué no me dijiste que conociste a Bianca Diangelo?

Percy dejó el pedazo de pizza en la mesa. Se estaba tomando mucho tiempo en responder una pregunta tan simple.

-No lo sé Annabeth –se encogió de hombros-

-No lo sabes –repitió Annabeth. No quería admitirlo, pero le cabreaba, sobre todo porque Bianca lo había mirado de esa forma. Estaba siendo una niña estúpida y eso le cabreaba más-

-Solo fueron unos minutos mientras iba por Piper, la verdad es que no tengo idea porqué me recuerda, porque yo a penas lo hacía – se excusó Percy. Mentiroso, pensó Annabeth-

Estaba siendo egoísta y tonta en sentirse molesta, Percy podía hacer lo amigos que quisiera en este extremo, no necesariamente tenían que ser los de su grupo de amigos. Pero le molestaba.

-Okay –tomó un pedazo de Pizza acercándolo a su boca comiéndolo-

-Hey –le llamó Percy y ella lo miró- ¿Qué está mal sobre eso?

-Nada –aseguró Annabeth. Percy comenzó a sonreír. Ella se sentía molesta por molestarse y él sonreía derritiéndola. ¡No debía sonreír!

-¿Qué dijo Piper sobre surfear el sábado en la noche? –Preguntó Percy al ver que Annabeth comenzaba a sonreír-

-Que es buena idea, Jason también irá y los demás.

-¡Perfecto!

A contracorriente (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora