-¡¿Te dijo eso?!-grita Evie.
Le indico que se calle siseando, aunque sigue estando loca.
La explicación de cómo hemos llegado a este momento, la verdad nada incómodo es fácil. Sigo estando sola en mi cuarto: fui la última en inscribirme para los intercambios... entre comillas, y me han asignado la habitación en la que no duerme nadie más que yo, de modo que tuve rápida visita. Me da la sensación de que Evie y yo nos estamos haciendo buenas amigas por medio de Carlos, y vino corriendo a verme en cuanto volvimos del bosque. Esas palabras en que me pide que me quede con él, que me dice que quiere estar conmigo el resto de su vida... se me han quedado grabadas en la mente, y necesitaba contárselo a alguien. Nadie mejor que Evie.
-Madre mía... nunca vi ese lado de Carlos, es decir, ¿cuándo se hizo tan tierno, y tan romántico y tan...? ¡Arg! No me extraña que cada día te enamores más de él.
-¿Quién ha dicho que sea así?-pregunto.
-Se te nota en la cara nena.-dice.
Me río, porque 'nena' es un mote que más bien me tiene él. Me vuelvo a meter en mi ordenador portátil, y hablo por el chat del Skype con Amanda, quien me pregunta cómo voy, precisamente con Carlos aquí en Áuradon.
-En serio, como le pregunte por esto a Carlos se le va a hacer incómodo. No lo voy a usar para chantaje porque sé que no me lo has dicho para eso pero... Dios, sería súper útil, ¿quién lo vería? "como hagas esto le contaré a todos esto que le dijiste a Joan" Ah...-suspira.
Me río, aunque casi por encima de mis carcajadas habla, diciendo algo que la verdad es cierto.
-No sé si ahora mismo le importaría demasiado que la gente lo supiera.-dice.- Es decir... creo que tu fiel compañía le parece más que suficiente, con lo que te dijo, eres mucho más importante que todos los demás juntos, para él.
-Si lo piensas bien nadie que le fuera a burlar por eso sería buen amigo, y están bien estos casos para saber cómo viene cada uno.
-Ya...-dice.
Ambas nos miramos durante unos momentos, y me sonríe, antes de levantarse de la cama poco a poco, y dejar paso a Carlos una vez más a mi cuarto. Mi expresión cambia cuando el peliblanco nos sorprende a ambas con su soltura para tirarse a los pies de mi cama, mirarme, y saludar.
-¿Qué tal?-dice.
Evie y yo nos reímos, sobre todo ella, que con sorpresa apoyaba una mano aún en el marco de la puerta. Se retira, dejando la puerta cerrada.
-¿Cómo no tienes frío con la camiseta de manga corta?
Si tiene un truco la verdad, que me lo diga, porque lleva su típica camiseta blanca de las manchas que parecen dibujadas a pintura y nada más.
-Si tú estás con el pijama de manga corta, ¿qué me estás contando?-dice.
-Ya, pero tengo una manta puesta, además de la chimenea de todas las habitaciones que se enciende sola cuando hace frío, no he caminado doscientos metros de pasillo sin ninguna fuente calor.
-Doscientos metros al final no son tanto.-dice.
-No lo niego, pero está empezando a nevar.-digo, y tampoco es mentira, el clima de Áuradon me sorprende más cada año.
-Déjalo.-ríe.
Se arrastra hasta mi regazo, y apoya la cabeza en él, mirándome desde donde está. Mantengo el ordenador a mi lado, con un capítulo de la serie Perdidos puesto, al que al final hace caso Carlos.
-Parece una buena serie.-dice.
-Y tanto que lo es.-asiento.
Durante un rato vemos algunos capítulos, y dado que cada uno dura cuarenta minutos, significa varios cambios de postura en los que al final soy yo la que descansa sobre su hombro, y él me rodea la cintura, ambos bajo la manta de mi cama, y... bueno, bajo la manta me siento sobre su regazo, con lo que podemos tener el ordenador frente nosotros, no ocupamos demasiado espacio a lo largo de la cama. La noche ya ha caído, y el frío sumado a la nieve y la lluvia han empañado mi ventana. Voy a cerrar la persiana, y Carlos me persigue con los ojos entrecerrados para darme un abrazo y besarme la frente.
-Buenas noches princesa.-me dice.
Le acaricio el cuello con la punta de la nariz unos segundos, aunque luego le doy un beso corto en los labios, y poco a poco separamos nuestras manos, a la vez que a nosotros mismos, para que luego Carlos se vaya de mi cuarto.
Después de irse, me siento en la cama, y me pongo los auriculares mientras dejo el ordenador, abro la cama, reviso el móvil, y después los dejo en la mesita. Intentar dormir no es difícil, simplemente espero soñar con alguien...
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broken ;; carlos de vil.
Fanfictionsegunda parte. -¿Como responderías a que te dijera que quiero pasar el resto de mi vida contigo? -Creería que es un sueño. -Pues vivamos ese sueño juntos.