Acaricio con las yemas de mis dedos la seda que protege el lugar de la luz. Los otros están abajo, mas preocupados por la cocina que por el resto de la casa, pero algún extraño motivo me llevo, cual imán, a explorar los rincones de la casa como pasatiempo. Se que el peligro es constante, y ahora mas que nunca la lentitud y curiosidad se han apoderado de mi.
Ahora mismo estoy en la habitación de Carlos, por lo que parece. Su cama, de sábanas blancas, con su característico símbolo pintado en el edredón esta perfectamente echa detrás de mi, aunque en el resto de la habitación hay un desorden con el que sospecho que mas que nada ha sido su madre quien ha puesto mano en las sábanas. Como yo en el cuarto de la casa de mis padres, antes de que murieran.
En el escritorio permanecen apuntes y experimentos de tecnología con los que se que le gustaba pasar el tiempo, y en Áuradon no lo hacia porque no le dio tiempo antes y después del desánimo. Hay una estantería llena de libros, ya sean típicas novelas de entretenimiento como manuales o abundantes fuentes de informacion. Viendo la habitación que tiene, solo puedo pensar que de haber tenido mas tiempo nos habriamos dado cuenta de que por dentro somos iguales, aunque por fuera no tengamos nada en común. Mas que nada ambos somos muy bajos, pero yo lo soy mas.
-¿Que te parece mi cuarto?-espeta, entrando en el.
Pasea observando las paredes con disimulo, para luego observarme a mi. Sonrío, una vez su mirada me acecha, y toqueteo una foto en que sale de pequeño con su madre.
-Es como un espejo de como eres. Y somos iguales.
Sonríe, y suspira de orgullo. Me muerdo el labio inferior con su descarada gracia, no digo que me moleste, simplemente es que tiene una curiosa picardía que nadie jamás igualará.
Se sienta en la cama, y se queda mirandome todo el tiempo que pasa antes de que hable.
-La verdad me gusta mucho. Si me pudiera permitir pasar el tiempo que estemos en la Isla leyendo, tendria mucho que hacer.-se rie.- No conozco una sola de las revistas ni de los libros que tienes aquí.
-Bueno, tengo de que hablarte en cuanto a ese tema.
-Ya puedes empezar.
Ninguno de los dos jamas habia soltado un tema con profundidad propia, es decir, lo mas de lo que hablamos fue de la serie Perdidos que vimos juntos aquella noche, por lo demas, nada hablamos que no necesitara agregados de ambos para dar para rato. Ahora hablamos de tecnología, algo que siempre tiene mas que saber. Siempre me gustó esa asignatura.
Pasen minutos, horas... el tiempo no da señales de agotarse. Casi debo de decirle todo lo que se del tema, no digamos que es poco, hasta que nos damos cuenta de que el sol ha caido, y la noche empieza a manifestarse en el este. La luz en la habitacion es cada vez menor, incluso cuando la habitacion mira cara el oeste, donde ahora mismo el sol deberia estar, si no fuera ahora ls luna la que ilumina los paisajes.
-Creo que tienes que dormir aqui.-dice.-no hay mas camas libres, las chicas van a dormir en la habitacion de mi madre y Jay en el sofa.
-Bueno, no hay problema. Ya he dormido antes contigo en mi cuarto.
Sonrie, sin quitarme razon. Cuando a ambos se nos cierran solos los ojos, decidimos dormirnos ya, aunque una vez hemos estado un rato luchando por dormir el sueño ha desaparecido. Es lo mismo de siempre, que el traicionero sueño no quiera aparecer cuando realmente lo necesitas, cuando por fin le haces caso y pones fin a tu dia para pasar horas revolviendote entre las sabanas, buscando una postura comoda por la que al menos merezca la pena pasar la noche despierto.
Nos vemos ahora tumbados, uno al lado del otro, debe de haber llegado ya la mañana, pero no hemos conseguido ni estar al borde de dormirnos, aunque al menos la frustración de haber estado a punto no nos amenaza.
-Quién lo diría...-susurra.
-¿El qué?-me intereso.
-Ayer era un rebelde sin causa que tenía el fastidiar a la gente como actividad favorita. Hoy soy un adolescente corriente que vive por alguien como tu. Una pequeña princesa.
-No soy una princesa.-rio, aunque en bajo.
-Para mi si.-aclara.
Realmente no me esta sorprendiendo, es decir, hasta ahora, por ironico que sea, lo que mejor se le ha dado ha sido demostrar que me quiere, y yo mirando como lo hace.
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broken ;; carlos de vil.
Fanfictionsegunda parte. -¿Como responderías a que te dijera que quiero pasar el resto de mi vida contigo? -Creería que es un sueño. -Pues vivamos ese sueño juntos.