Trago saliva con fuerza. La cruda realidad de que el tiempo se nos echa encima por una respuesta mía hace que les diga que lo pensaré mientras corremos a las fronteras.
Durante el camino, justo antes de salir del castillo, siento que una mano me coge por el antebrazo, y el miedo de que alguno de los villanos haya escapado se apodera de mi por un momento, aunque en seguida me encuentro con el rostro de Carlos, que tan serio y tan tranquilo cuando debería cundir el pánico luce bastante raro.
-Tenemos que hablar de esto.
Deja que los chicos corran un poco mas, Jay hasta mira atrás buscandonos, pero tiene toda la pinta de que hayan acordado entre ellos que Carlos me pare. Le miro, tan de cerca como estamos, esperando a que hable.
-No se nada de magia, la verdad, pero creo que si se que si la has sacado de mi, algo puedo influir en esto. Se que puedes hacerlo. Confío en ti tanto como los demás, pero no solo eso, creo que si puedes ganar a un Hada malvada en una lucha que ella lleva haciendo con su hija dieciséis años, si puedes ganar a cuatro peligrosos villanos que pasaron a la Historia... puedes abrir la Barrera.
-Tengo miedo de lo que pueda pasar.
-¿Que puede pasar? Joan, piensa un poco, si lo haces para abrir la Barrera lo peor que puede pasar es que se abra demasiado, y sin salir del castillo si quiera no podrían llegar a tiempo. La gente que pueda escaparse de allí es gente inocente que de hecho debería haberse ido hace ya mucho.
Bien pensado, tiene razón. Uso la magia para lo que la uso, y no es un caso en el que demasiado poder pueda ser peligroso. Además, concienciada y lista para mi usar toda mi fuerza nada puede pasar.
Corremos a la par tan rápido como podemos, lo cual significa alcanzar a los demás rápidamente. Tenemos tantas cosas en la cabeza que se hace corto el camino hasta las fronteras donde debe ahora tratarse un puente de polvos dorados, conduciendo a una brecha en la Barrera de la Isla.
-Vamos allá.-repite Mal.
Antes de que pueda dar el primer paso, conociendo mi miedo, siento que Carlos me besa la mejilla. Le miro, y sonrío, mas animada de hacer esto.
Me da igual lo que pase, si después de ello aun puedo estar con el.
Me pongo al lado de Mal, y asimilo con detenimiento las palabras escritas en el libro, sumadas a indicaciones de los gestos que debemos hacer, o de lo contrario el efecto podría ser invertido. Debemos acordar ambas los mismos, o sera invertido, entre otras cosas.
Extendemos la mano, sin haber dicho nada, lo cual me asusta un poco, pero me guiña un ojo, y adelanta lo que va a hacer.
Sonrío con más sinceridad, indicando que el miedo ha desaparecido del todo. Hacemos un círculo con la mano, diciendo al unísono las palabras que indica la página.
Pero no ocurre nada.
Lo intentamos, una y otra vez, pero no somos capaces, y Mal se vuelve loca preguntandose que es lo que falla. Ya doy todo por perdido cuando indica lo que se nos escapa.
-Todos los presentes deben participar en el acto.-dice con indignación.
-Pero si no tenemos poderes.-lamenta Evie.
-Puede que no.-me sorprende Jay.-pero perdemos menos intentándolo que quedándonos aquí.
Todos estamos de acuerdo con eso. Mis esperanzas de que vaya a funcionar ya son inexistentes, aunque en el libro no menciona si todos deben ser seres mágicos o solo hace falta que participen. Normalmente este tipo de libros están escritos para gente de los pueblos mágicos, con lo cual, es menos probable lo segundo.
Todos tenemos la mano extendida en dirección a la Isla. Los ánimos suenan de todos, menos de mi.
-¿Alguien flipa con que me de igual el rímel ahora mismo?
-Yo si.-desvío la mirada. Jay.
-Venga chicos que podemos.-dice Carlos.
-Como no funciona estamos muertos.
Las palabras de Mal no han resultado ser animo, pero es mejor la cruda realidad que la dulce mentira.
Todos a coro hacemos exactamente lo mismo de antes, y cierro los ojos, al igual que todos, pensando que lo hacemos para que al menos parezca que lo hemos intentado, porque en realidad, en el fondo, nadie espera que se abra. Son los mismos de siempre, optimistas sin decir nombre, que tienen una pequeña luz escondida manifestando la esperanza.
Se ve todo negro con los ojos cerrados, aunque suena un tintineo, y todo se vuelve rojo, rojo como cuando cierras los ojos delante del sol. Abro entre parpadeos ambos, y observo una luz dorada abrir la Barrera, y extenderse desde la Isla hasta nosotros, haciendo un puente.
Resulta magnífico verlo, parece ese tipo de cosas que a la vez que son muy simples, no parecen tener igual en belleza, pero el tiempo ahora para contemplar el paisaje no existe, porque es durante un tiempo limitado que podemos pasar.
Será un minuto, pero el camino es largo, con lo cual, todos ponemos nuestra velocidad al máximo. La Barrera empieza a cerrarse, pero corremos cada vez más deprisa y justo cuando es total la posibilidad de que lleguemos dentro, es cuando lo hacemos.
-¡Mal!-advierte Evie.
Todos la miramos, a Mal, lo que ocurre es que ella no se da cuenta de que el libro de conjuros le cae al agua. Por un momento en que la lleva el instinto parece ir a tirarse al agua a por él, pues dentro de la Isla nos haría mucha falta, pero los demás seguimos corriendo y Jay empuja a Mal hasta que cobra consciencia y sigue corriendo. La Barrera se cierra, pero todos estamos ya dentro de la Isla.
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broken ;; carlos de vil.
Fanficsegunda parte. -¿Como responderías a que te dijera que quiero pasar el resto de mi vida contigo? -Creería que es un sueño. -Pues vivamos ese sueño juntos.