Capítulo 7

456 54 7
                                    

Maddie estaba congelada en su lugar. Había esperado oír mil cosas, sin embargo aquello le cayó como un balde de agua fría.

Tragó saliva con fuerza e intentó buscar las palabras correctas pero ni siquiera sabía qué decir.

- Entonces... ¿No eres un chico?

- No, es decir, sí – dijo Lukas. – Soy un chico, solo que no biológicamente.

- Pero luces como uno – la cabeza de Maddie estaba dando vueltas.

- Lo sé – Lukas asintió con fuerza. – Me ha llevado tiempo – soltó una risa nerviosa. – Un montón de pastillas, comida extra y ejercicio.

Los ojos de Maddie estaban desorbitados. No tenía idea de lo que estaba sintiendo en aquel momento. Le gustaba Lukas, pero Lukas no era Lukas y no estaba segura de entenderlo por completo.

Se relamió los labios resecos y bajo la inmensamente triste mirada de Lukas, se puso de pie sin decir una sola palabra.

Varios segundos más tarde, Lukas escuchó el portazo que la chica pegó y hasta pudo distinguir que sollozaba.

¿Por qué lloraba Maddie?

Lukas se sintió estúpido. ¿Por qué le había contado aquello? Simplemente servía para espantar a las personas, a todas. ¿Cómo iba a mirar a Maddie a la cara? ¿Ella iba a seguir queriendo que él viviera ahí?

Dejó caer su rostro en sus manos y se repitió mil veces lo estúpido que era.

[...]

- ¿Qué haces? – Jamie estaba de pie junto a la puerta del cuarto de Ashton, quien al parecer... estaba empacando.

- El jueves es Navidad – explicó Ashton. – Papá se enteró de que tengo la pierna fracturada y mamá se volvió loca. Quieren que vuelva por las fiestas.

- ¿Qué fue lo que oyó tu padre? – quiso saber Jamie. Los padres de Ashton no sabían que su hijo había sido apaleado por ser gay, obviamente, Ashton no los había visto en meses.

- Que me asaltaron – suspiró Ash. – Supongo que es suficiente.

- ¿No vas a decirle la verdad?

- Él terminaría el trabajo, Jamie – sonrió Ashton. – Me va a romper la otra pierna.

- Pero es tu padre – siguió Jamie. – Va a entenderlo.

- No – Ashton negó con la cabeza. No quería entrar en ese tema. – Simplemente no.

- Te extraño, Ashton – soltó Jamie con los ojos fijos en el piso. – Extraño a mí amigo.

- Pero estoy aquí – respondió Ash, confundido. – Todos los días.

- No, no lo estás...

Jamie hizo una mueca y se alejó. Ashton sí entendía de qué estaba hablando, pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Se había perdido a sí mismo cuando Matt había muerto, y no sabía cómo recuperarse.

Terminó de empacar un par de prendas, y sin mucho ánimo tomó un taxi para que lo llevara a la estación de trenes.

Cuando se subió al tren y se acomodó en su asiento, su teléfono comenzó a sonar y se apresuró a contestar. Era Maddie.

- ¿Aló? – dijo Ashton, un poco incómodo porque él y Maddie no habían hablado del incidente ocurrido algunas noches atrás en su casa, y él sabía que debía disculparse, pero no sabía cómo hacerlo.

Lightning | Libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora