Ashton estaba quieto como una piedra mirando al vacío, mientras que por su cabeza pasaban cientos de imágenes que no quería seguir viendo.
El hombre frente a él hizo una mueca, estaba sintiendo pena por el chico, y no era propio de él sentir pena por sus pacientes.
- Ashton, necesito que respondas a mi pregunta - dijo con voz suave.
Ashton alzó la vista y se encontró con los oscuros ojos del terapeuta. Era su primera sesión y ya lo estaba pasando terriblemente mal, y no era culpa del doctor, él solo hacía su trabajo, sin embargo, la muerte de Matt era algo demasiado reciente y no sabía si sería capaz de comenzar la terapia tan temprano.
- Sí - Ashton asintió mientras una lágrima caía por su mejilla. - Lo vi morir.
El doctor le sostuvo la mirada y suspiró con fuerza.
- Cuéntame cómo pasó.
- No quiero hablar de esto - la voz de Ashton tembló. - No puedo hacerlo...
- Tienes que hacerlo, debes dejarlo salir - insistió el doctor. - No puedo ayudarte si no me cuentas todo.
- Es que...
- Sé que te duele - dijo el doctor. - Sé lo que sientes.
- No, no lo sabe - Ashton cerró los ojos para parar las lágrimas. El vacío en su pecho dolía y no podía esperar a salir de ahí.
- Ashton...
- ¡Es muy pronto! - gritó Ash con los ojos rojos por las lágrimas. - Murió la semana pasada, todavía no puedo ni concebir una imagen de mi futuro sin él...
- Mientras más pronto hablemos de esto, más pronto dejará de doler, Ashton.
- ¡Nunca dejará de doler! - Ash negó con la cabeza. - Eso sería como olvidarlo.
- No lo olvidarás - explicó el doctor. - Nunca lo olvidarás, pero aprenderás a vivir con ello...
- Es que ya no quiero hacerlo - sollozó Ash con la voz entrecortada.
- ¿Qué cosa?
- Vivir... - respondió Ashton. - No quiero despertar cada mañana sabiendo que no volveré a verlo, que no volveremos a hablar... que no escucharé su risa.
- ¿Estabas enamorado, Ashton? - preguntó el doctor, con voz suave. Ashton lo miró atónito.
Su corazón comenzó a latir con fuerza y su respiración se volvió superficial. Apretó los puños con tanta fuerza que sus uñas se enterraron en su propia carne. Cerró los ojos y asintió lentamente con la cabeza.
- Todavía lo estoy - le tembló la voz. - ¿Cómo no voy a estarlo?
- ¿Y qué querría Matt que hicieras? - preguntó el doctor. - ¿Rendirte o seguir?
- Matt no está aquí - soltó Ashton, sintiendo dolor con cada palabra. - Así que nunca lo sabremos.
Con un movimiento rápido y sin pensarlo dos veces, Ashton tomó su abrigo y se puso de pie, alejando el dolor que sentía aún en la pierna, dejando al doctor sin habla en su silla. Ash atravesó la oficina y salió sin mirar atrás.
Terapia.
Había sido idea de Louise y Ashton se arrepintió de haberla oído.
La terapia no iba a solucionar nada, solo lo hacía sentir aún más miserable, más perdido.

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Lightning | Libro #2
Ficção GeralLucy siempre fue infeliz, tanto, que ya ni siquiera recurría al llanto para ahogar su pena. Pero había algo en ella, siempre lo hubo, algo que brillaba con una intensidad capaz de iluminar la faz de la tierra. Algo que a pesar de ser triste, era her...