Ashton lo había estado meditando mucho y llegó a la conclusión de que no era justo para sus abuelos y su madre que él y su padre estuvieran dentro de esa esfera de cristal rellena con tensión.
No iba a arruinarles la navidad, no iba a hacer sus vidas miserables. Iba a irse, de seguro podía pasar la navidad con Maddie o Louise, y al final de cuentas no era la gran cosa, solo navidad.
La noche del veintitrés comenzó a hacer su maleta, pensaba irse temprano por la mañana y dejar una nota con alguna excusa en la puerta de la nevera, puesto que no tenía las agallas para decirles en persona que se iba, ni para hablar con su padre acerca de su orientación sexual.
El reloj marcaba las nueve y media cuando su padre entró a su cuarto, con la misma expresión que hacía que a Ash se le congelara la sangre.
- ¿Qué haces? – preguntó de brazos cruzados. A Ashton le flaquearon las piernas. Tomó una gran bocanada de aire y miró al piso.
- Estoy empacando, me iré por la mañana.
- ¿Por qué? ¿Qué hay de la cena de navidad?
- No puedo estar aquí – admitió Ash. Repitiéndose a sí mismo que no debía largarse a llorar por más que quisiera. – Algo pasó y debo volver...
- ¿Qué es más importante que pasar navidad con tu familia? – quiso saber su padre. Ash tragó saliva con fuerza. Nada, esa era la respuesta, nada era más importante; sin embargo, no soportaba estar ahí en aquellos momentos.
- Papá, yo...
- ¡No, no vas a irte! – se acercó y lo agarró con fuerza de un brazo, Ash dejó caer la camiseta que tenía en la mano y su corazón se aceleró. – No sin antes abrir los regalos.
- Pero, papá...
- ¡Vamos! – su padre lo empujó fuera de la habitación.
Ashton se vio obligado a bajar las escaleras, confundido y bastante asustado. Su padre reunió a la familia junto a la chimenea y el árbol antes de dar un pequeño discurso.
- ¿Qué sucede, cariño? – quiso saber la madre de Ash. Parecía tan confundida como los abuelos.
- Ashton se irá mañana – anunció su padre. – Así que he decidido adelantar la navidad. Esto es algo familiar y no funciona sin toda la familia.
- ¡Regalos! – aplaudió su abuelo, con una gran sonrisa en su rostro. Ashton seguía sin entender a su padre.
- Papá, no tienes que hacerlo – soltó Ash, incómodo, puesto que no sabía qué estaba pasando.
- Hijo, vamos a hacerlo – reiteró su padre. – No viajaste por nada, y no preparamos los regalos por nada.
- Es cierto – su madre asintió con la cabeza. – Pusimos mucho esfuerzo este año.
- Mamá...
- ¡Este es para la abuela! – dijo su padre, interrumpiéndolo. La abuela recibió su presente con una gran sonrisa en el rostro. – Este es para mi amada esposa, y este es para el abuelo.
A Ash le temblaban las manos, no sabía qué decir, o qué hacer. Toda la situación era abrumadora, su padre tramaba algo y le daba miedo que fuera algo cruel. Nunca deseó con tantas fuerzas desaparecer de algún sitio.
- Este es el tuyo, Ashton – le tendió una caja de regalo a Ashton y éste la recibió no muy seguro. Su padre seguía sin mirarlo al rostro.

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Lightning | Libro #2
General FictionLucy siempre fue infeliz, tanto, que ya ni siquiera recurría al llanto para ahogar su pena. Pero había algo en ella, siempre lo hubo, algo que brillaba con una intensidad capaz de iluminar la faz de la tierra. Algo que a pesar de ser triste, era her...