38. Él va a Volver

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#Manuel Pdv'

Y allí seguían ellas, después de dos horas en el cuarto, cotilleando sobre todo el mundo. Esa Lorena me ponía enfermo. La muy desagradecida, llegó después de casi seis meses y encima como si no hubiera pasado nada, y para rematar, a Taira no le importaba. Después de todo lo que ha llorado, las noches que ha pasado pensando en ella sin poder dormir, y ahora no pasaba nada.. Pues no me gustó nada la idea, esa Lorena no iba a hacer llorar a mi Taira y encima no iba a pasar nada, no se merecía ser su amiga y mucho menos volver a vivir aquí. En mi mesa comerán los que conmigo pasaron hambre.

Y esa payasa no ha pasado hambre conmigo. Me da igual si lo ha pasado mal o ha llorado, Taira también lo ha hecho y le ha dado igual.

Y yo ahora no iba a aceptar a esa en mi casa, otra vez.
Porque no supo valorarlo cuando solo yo trabajaba para que esa persona pudiera vivir en una casa y comer. Por fin bajaron y Taira se acercó al darme un beso.
-¿Donde vais? - Pregunté.

-Yo no me voy, solo voy a acompañar a Lorena hasta la puerta. - Dijo Taira.

-¿Y Jared?

-Arriba durmiendo.

Acompañó a Lorena hasta la puerta, y ésta se fue.

2 HORAS MÁS TARDE

#Taira Pdv'

Jared estaba muy tranquilo, llevaba dos horas durmiendo y no había llorado ni una sola vez.

-Taira, Jared no llora, sube a ver como está - Me pidió Manuel.

-Déjale, está tranquilito.

-Taira.. Sube, me estoy preocupando.

-Vale, pero si se despierta, lo consuelas tu.

Subí las escaleras y abrí despacito la puerta de su habitación. Tenía hasta la cabeza tapada y fui a destaparsela, pues podría asfixiarse. Me acerqué sin hacer ruido, y cuando le quite la manta...

Caí al suelo de rodillas agarrándome del pelo y llorando desconsolamente, la ventana estaba abierta y mi Jared no estaba en su cuna...

La habitación estaba fría, hacia rato que se lo habían llevado. No se me ocurría que hacer, me quedé llorando fuerte en el suelo, y escuché pisadas fuertes en la escalera, Manuel me había escuchado. Se quedó en el marco de la puerta observandome y, tras un segundo, se acercó rápidamente a la cuna.

Se quedó en shock un momento, y, mientras derramaba una lágrima, estrelló su puño en la ventana, rompiendo el cristal en miles de pedazos.

-Te lo dije! - Sus palabras se clavaban en mi cómo cuchillos recién afilados, yo había tenido la culpa y era consciente de ello.

Se acercó a la ventana con la esperanza de ver algo, pero no fue así. Estaba todo como siempre.

Rápidamente se puso las zapatillas y nos fuimos en su coche a comisaría.

Nos atendieron rápido al ver lo nerviosos que estábamos.

-¿En que puedo ayudarles? - Preguntó el agente, de manera simpática.

-Se han llevado a nuestro hijo. - Grité.

-Cuentenme.

-Estaba durmiendo en la planta de arriba mientras nosotros hablábamos abajo, lo teníamos todo cerrado y el bebé estaba seguro, y cuando llevábamos dos horas sin escucharlo, mi novio me pidió que subiera a verle...

-¿Y ya no estaba?

-La cerradura de la ventana estaba forzada, y en la cuna habían dejado una almohada tapada con una manta, para despistar. El ya no estaba...

Tras escribir un rato en su ordenador, nos hizo unas preguntas y se fue a una sala a hablar con alguien.
Al poco tiempo salió.

-Yo les llevaré el caso, soy el agente Darry, Joan Darry.

-Muchas gracias. - Manuel le tendió la mano.

-Vuelvan a casa y descansen, cuando sepamos algo les llamaremos.

Aceptamos y subimos al coche de nuevo, Manuel lloraba y conducía despacio.

-Mi pequeño... - Susurré.

-Tranquila, él va a volver.- Sus palabras me tranquilizaron, no las creía, pero me quitaron los nervios por un momento.

Llegamos a casa y no subimos por miedo, nos acostamos en el sofá abrazados a intentar dormir, pero era imposible, cada cosa nos recordaba a el, la casa olía a su colonia y no podíamos hacer otra cosa más que esperar con un poquito de esperanza.

Llegaron las seis de la mañana, pero aún no habíamos pegado ojo, y es que era imposible vivir sin mi niño. Un ruido hizo que me levantara de un salto, era mi móvil.

-¿Si?

-Buenos Días, soy el agente Darry.

-¿Saben algo ya de...?

-Vamos a empezar hoy con la búsqueda, pero no hay pistas, no hay nada por donde empezar. Vamos a hablar con varía gente y voy a hacer todo lo que esté en mi mano para encontrar a ese pequeño... Pero he de decirles que va a ser muy difícil.

-Muchas gracias..

-Suerte y que tenga un buen día. - Colgó al decir estas palabras.

Mi pequeño no estaba... Y no iba a ser fácil encontrarlo... Esas palabras se hundieron en mí, no pude dejar de repetirlas en mi cabeza. Yo seguía pensando lo mismo:

Él va a volver...

Sin Buscarte. © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora