N/A: Os dejo con un nuevo capítulo, esta vez no he tardado tanto ;)Se aceptan reviews tanto si os gusta como si no :)!
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Maldijo en voz alta contra aquella cafetera. No la utilizaba mucho porque normalmente era Castle quien le preparaba el café, pero las veces que lo hacía ella no solía resistírsele. Sin embargo esta vez parecía que no la hubiese utilizado nunca. Cuando por fin lo tuvo listo, cogió la cafetera para servirse en su jarra, pero parte del café se derramó sobre la encimera de la cocina debido al tembleque de su mano. Volvió a maldecir.-Déjame, yo te ayudo - dijo Castle, apareciendo a su lado. Solamente llevaba un pantalón ancho de pijama.
El escritor cogió la cafetera, rozando con sus dedos la mano de Kate y haciendo que inmediatamente y de manera no intencionada, ella consiguiese encontrar cierta paz, cierta tranquilidad al saber que él estaba allí. Dejó emitir un suspiro y ocultó el rostro entre sus manos.
-¿Estás segura de que no quieres que te acompañe? - preguntó él, ofreciéndole su jarra ya con el café servido. Sabía que Kate no lo estaba pasando bien en estos momentos y que se avecinaba una mañana bastante más complicada. Por esa razón decidió no perder los nervios e intentar mantener la calma por los dos.
Ella asintió, cogiendo la taza y acercándosela a los labios. Tras dar un sorbo de café miró a Castle con cierta preocupación.
-Rick, no quiero que pienses que te estoy dejando de lado, quiero que sepas que estamos juntos en esto, pero...
-Lo sé - dijo él, llevando el dedo a sus labios y silenciándola - Sé que necesitas enfrentarte a él tú sola.
-Gracias por comprenderme - dijo ella, dejando la taza de café en la encimera y abrazándose a él. Le rodeó con sus brazos, acariciando su espalda. Él le besó la cabeza.
-Pero Kate... - esperó hasta que ella hubo alzado la cabeza y lo mirara para continuar - Necesitas relajarte. No puedes enfrentarte a él con estos nervios o pensará que te tiene aterrada y que tiene las de ganar.
Ella volvió a apoyar la cabeza sobre Castle, quien de pronto notó cómo su pecho se humedecía debido a las lágrimas de Kate. Porque eso era precisamente lo que pasaba, que con su vuelta, ella estaba aterrada.
-Hey, mírame - le dijo, colocándole dulcemente un dedo sobre la barbilla, haciendo que ella lo mirase - Lo que tienes que tener claro es que nosotros tenemos las de ganar. No va a salirse con la suya, Kate. Estoy aquí.
-Gracias - dijo ella, besando sus labios - Gracias por tranquilizarme con solo un roce tuyo, o un abrazo, por hacerme pensar que todo va a ir bien.
-Siempre - susurró él, antes de atraerla de nuevo hacia él y besar delicadamente sus labios, depositando en ese beso toda la fuerza que Kate necesitaba.
Estuvo trabajando gran parte de la mañana hasta que, al salir de un interrogatorio, un agente le informó de que había alguien esperándola junto al ascensor. Quiso desaparecer en ese mismo instante y no tener que enfrentarse a esa situación, pero tenía que hacerlo, debía hacerlo, por Emma.
Cuando lo vio junto al ascensor, le costó trabajo reconocerlo. Tom estaba cambiado a como ella lo recordaba. Ya no parecía aquel drogadicto al que dejó en un centro de desintoxicación. Su aspecto desgarbado y su tez pálida con sus marcadas ojeras habían desaparecido para dejar paso a un Tom con aspecto sano y saludable, sin duda parecía alguien que se cuidaba, que hacía deporte y comía sano. Con respecto a la ropa había cambiado sus vaqueros rotos y sus camisetas anchas por unos vaqueros de marca y camisa a cuadros. Después de observarlo rápidamente, Kate llegó a la conclusión de que, sin ningún término de duda, la familia de Tom le había ayudado económicamente.
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Solo Importas Tu
FanfictionKate tiene que enfrentarse a su presente y cambiarlo, por su bien y por el de su hija.