Marzo 1 - Día 45.
Cuando me desperté a las 5:30 de la mañana estaba empapado en sudor, Jungkook besó mi frente húmeda y me llevó al baño, se metió conmigo en la bañera y abrió la llave del agua caliente. Estaba todo en silencio, apenas se alcanzaba a escuchar el sonido del agua al caer.
Después de la ducha fuimos a la habitación a por algo de ropa. Él escogió unos pantalones anchos y una cómoda sudadera de color blanco que tenía desde hace mucho tiempo. Yo opté por una camisa y vaqueros. Estaba todo silencioso en el apartamento, podía sentirse el aire frío de la mañana. Jimin y Krystal se levantarían dentro de media hora porque ella había dejado a alguien trabajando en la panadería hasta las 7:30, él tenía clase a las 8:00.
Ninguno de los dos hablamos, un gran silencio descendía entre nosotros a medida que entramos a la cocina. Abrí la alacena para tomar dos tazas y bolsas de té, coloqué todo en la mesa mientras Jungkook encendía la vitro cerámica para poner a calentar el agua en la tetera.
Él era encantador en la mañana, su pelo todo despeinado y sus ojos adormilados, sus labios formaban una media sonrisa con expresión de satisfacción.
Me senté sobre la mesa apoyando mis manos en ella mientras miraba cómo buscaba algo entre los cajones de la alacena. Extendí mi mano cuando él se acercó lo suficiente a mí y sujeté su muñeca envolviéndola con mis dedos tirando de él hacia mí.
Él se acercó fácilmente a mí acomodándose entre mis piernas, pegó su rostro a mi pecho y colocó sus brazos alrededor de mi cintura. Coloqué mis codos sobre sus hombros y apoyé mi barbilla en su cabeza, estaba disfrutando ese momento íntimo de abrazarlo.
Hay una magia en ser despertado cuando no hay ningún ruido, moverse lentamente a través del silencio, poder andar por todo el apartamento sin ser molestado. Había magia en un montón de cosas, en los amaneceres, en la nieve, en las casas hechas con sábanas. Incluso en Jungkook, me había tomado un tiempo darme cuenta pero tal vez había magia en él también.
Fue extraño cómo pasó el tiempo mientras estábamos allí, apenas un momento después la tetera comenzó a silbar y pude ver humo salir de ella. Le di un beso en la cabeza a Jungkook y me bajé de la mesa separándome de él.
-Ya está hirviendo.- Murmuré mientras él apoyaba su cabeza contra la alacena, tomé la tetera y llené las tazas con agua caliente. Sólo se escuchaba el burbujeante sonido de esta al caer dentro de las tazas.
Él se colocó detrás de mí deslizando sus manos en mis caderas dándome un beso entre mi hombro y mi cuello. -Te amo.- Dijo respirando contra mi piel.
Di un 'hmm' en respuesta y coloqué mis brazos alrededor de su cintura, me gustaba cómo se sentía su cuerpo entre mis dedos.
-No te muevas.- Le susurré tirando de mi cabeza hacia atrás para apoyarla contra su hombro, él hizo lo mismo pero hacia delante. Nuestros cuerpos estaban presionados juntos en el resplandor de la mañana.
Me aferré a él, sentí como el miedo que vivía entre mis huesos parecía desaparecer mientras él metía sus manos debajo de mi camisa acariciando en círculos mi piel. Sentía el frío suelo en mis pies y el cuerpo cálido y suave de Jungkook entre mis brazos. Pensé que tal vez si pudiéramos capturar momentos y guardarlos en frascos, realmente me gustaría guardar este momento y tenerlo en un lugar especial.
-Creo que el té está listo.- Dijo parpadeando con cierto cansancio en sus ojos. Se separó de mí para encender la luz del techo, era una antigua instalación de luz que yo había hecho. La lámpara era de color naranja, hacía la cocina un poco más cálida, expulsaba el tono gris de la ciudad de Londres.
Asentí y quité las bolsas de té de las tazas para luego tirarlas a la basura. Él apareció a mi lado con la leche y colocó un poco de ella en su taza, luego me la dio y una fugas sonrisa apareció en su rostro mientras la colocaba ahora en mi taza.
-Me gusta pasar las mañanas contigo.- Le dije en voz baja tomando mi taza, era una taza grande y verde con el mango pesado, caminé unos cuantos pasos pasando por el microondas y apoyé mi espalda en la pared.
-A mí también.- Dijo estando de acuerdo conmigo. Tomó su taza y se apoyó contra la pared de en frente. Quedamos viéndonos cara a cara, estábamos separados por unos cuantos azulejos en el suelo. Los pantalones anchos que él tenía puestos dejaban ver alguna parte de sus tobillos.
-Esta es la peor parte.- Continué tomando un sorbo de mi taza. -Porque quiero despertar junto a ti el resto de mi vida y no puedo.-
-Quiero verte todas las mañanas, hacer té y besarte mucho.- Me contestó tomando un sorbo de su taza.
-Quiero tener nuestro propio apartamento y molestarte mientras preparas la cena.- Le contesté sintiendo como mi pecho se llenaba de sentimientos encontrados.
Tendríamos un pequeño apartamento con espacio justo para los dos, tendríamos la cocina más bonita que pudiéramos pagar y él cocinaría en las noches que no estuviera tan ocupado. Sería algo sencillo como los espaguetis, yo me sentaría en la mesa y lo miraría colocar los fideos en el tazón, luego colocaría la salsa de tomate en él. Después podríamos encender la radio y cantar mientras esperamos que el plato termine de cocerse, intercambiaríamos besos entre los versos de la canción que esté sonando.
-Quiero celebrar mi próximo cumpleaños contigo. Krystal me podría hacer un pastel, podríamos invitar a todos y no me quedaría más que desear.- Él contestó. En ese momento pude imaginarme cómo sería; todos sentados alrededor de una mesa, un pastel con gran cantidad de glaseado en el centro, Suga y J-Hope estarían agarrados de las manos, Jimin y Krystal también. Cantaríamos 'Feliz Cumpleaños' y Jungkook apagaría las velas.
-Quiero llevarte a Nueva York de verdad y besarte en frente del Times Square.- Le dije imaginando las luces de la ciudad mientras envolvía la taza con mis manos dejando que el calor del líquido calentara mis dedos.
-No puedo creer que te conozco de hace dos meses.- Dijo tomando un largo y lento respiro, su mirada estaba fija en el suelo. -Se siente como si te conociera desde siempre.-
-Sé lo que quieres decir.- Mi mirada viajó desde mis pies descalzos hasta el dobladillo de mi pantalón. -Cuando te conocí no creía necesitar a alguien, pero en este punto no sabría qué hacer sin ti. Cuatro meses nunca parecieron una cantidad importante de tiempo... Hasta ahora.-
-El tiempo es divertido a veces.- Dijo estando de acuerdo. -Puedes malgastar días y hacer cosas importantes en una hora, puedes hacer más de lo que algunas personas hacen en un año.-
-En mis veinte años he hecho más cosas que algunas personas en sus vidas enteras.- Le dije pasando una mano por mi cabello.
-Oh, ¿en serio?- Me preguntó imitando mi acción, pasó una mano por su pelo y lo sacudió hacia un lado.
-Sí, me enamoré de ti.- Le dije mientras tomaba otro sorbo de mi taza.
Él soltó una carcajada y cuando lo miré colocó sus ojos en blanco teniendo una sonrisa indulgente en su rostro. -Eres tan cursi. Eres peor que J-Hope, honestamente si fueras novio de J-Hope ambos se escribirían poemas de amor a cada momento.-
-No dejarías que me vaya con J-Hope, ¿verdad?- Le pregunté sonriendo mientras me burlaba de sus palabras.
-Claro que no.- Me respondió fácilmente. -No te cambiaría aunque me dieran todo el tiempo para vivir del mundo.-
Me senté en el suelo apoyando mi cabeza en el mueble que estaba detrás de mí y miré a Jungkook. -¿Quién es el cursi ahora?- Le respondí.
Él sonrió y se sentó en el suelo acomodándose un poco para quedar justo en frente de mí.
-Soy un romántico dentro del armario.- Me respondió encogiéndose de hombros, los dedos de sus pies acariciaban el borde de mi pantalón.
Levanté mi taza hasta mis labios y di un largo suspiro, me tomé un momento para descansar mis hombros y quitar la tensión de ellos.
Los recuerdos de la última noche seguían frescos en mi mente, sentía cómo mis músculos todavía me dolían, algunos moratones en mis caderas y podía notar las marcas de color morado en el cuello de Jungkook que yo mismo había hecho con mis labios y dientes.
Lo miré en silencio, lo miraba así mucho, me fascinaba la forma en la que se movía. Podía sentir que él hacía lo mismo, sentía cómo sus ojos delineaban cada parte de mí como si estuviera tratando de memorizar mi cuerpo.
-Tú puedes entregarme toda tu vida.- Dijo después de un rato. Mis párpados se sentían pesados y el té se había enfriado en la taza que tenía entre mis manos. -Pero yo no puedo darte toda mi vida porque si te la entrego sólo me quedan cuatro meses y no sería lo suficiente.-
Lo miré, tenía sus hombros encorvados, se veía tan pequeño, roto y un poco perdido. Jungkook hacía eso a veces, se escondía en sí mismo y su mente se alejaba nadando por la deriva como si estuviera esperando a alguien que lo trajera de vuelta a la orilla.
Me acerqué hacia la pared donde estaba él y dejé mi taza en el suelo para poder envolverlo en un abrazo. -No importa el tiempo.- Le afirmé sintiendo seguridad mientras estábamos sentados juntos. El frío de la mañana iba desapareciendo poco a poco, estábamos solo Jungkook y yo en la esquina de la cocina con nuestros brazos en ambos cuerpos. -Me darás todo el tiempo que puedas darme, yo te daré todo el tiempo que pueda darte y con eso será suficiente, será un tiempo infinito.-
Él se acurrucó a mi lado. -Tendremos nuestro propio tiempo infinito.-
Le di un beso en su cabeza.- Aún tenemos un millón de segundos por gastar.-
Media hora después Krystal nos encontró durmiendo en el suelo de la cocina entre un cálido abrazo, sosteníamos nuestros preciosos segundos de vida en nuestros cansados, estábamos abrazados tan fuerte que parecía que nunca nos separaríamos.
Pocas horas después llevé a Jungkook de vuelta al hospital, recibí una mirada severa por parte de una enfermera de mayor edad mientras lo acompañaba hasta su cama. Al parecer ni había sido buena idea sacar a Jungkook por la noche, pero tampoco estaba arrepentido de haberlo hecho.
Me subí a su cama junto a él, enredamos nuestros cuerpos debajo de las sábanas mientras nos acomodábamos. Había llevado el libro que estábamos leyendo 'Bajo la misma estrella'. Pensaba leerlo pero a Jungkook le dolía un poco la cabeza así que terminamos acurrucados viendo la televisión.
En cuestión de tiempo dieron las 15:00, besé rápidamente la mejilla de Jungkook y me despedí para irme. Hoy me esperaba mi primera sesión de quimioterapia.
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Catch me I'm falling ✾ Vkook
FanfictionNo sé si se puede elegir a la persona de quien te enamoras. Quien termina tomando un pequeño pedazo de tu corazón. Esa persona se lleva ese pedazo con él cuando se va. Si alguien me hubiera preguntado, no creo que yo hubiera elegido a Jeon Jeongguk...