Retorno.

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No podíamos apartar la mirada de ella, por que se veía así, se suponía que buscaba transformarse, por que no había cambiado? Y que significaban esas marcas en todo su cuerpo.

Admirábamos como peleaba fieramente contra los Dugost, simplemente no podíamos digerir lo que pasaba.

- Solo me miraran? - La escuchamos decir haciéndonos regresar al momento.

- Q-que a pasado? - Preguntó Kiba desconcertado.

- No es momento para responder sus dudas, debemos acabar con estos bastardos lo mas pronto posible o terminaran destruyéndolo todo. - Replico mientras estrellaba a un Dugost en el suelo y le aplastaba la cabeza con el pie.

- Venga tío que la gigantona tiene razón. - Escuche a Chucho.

- A quien as llamado gigantona? - Cuando nos dimos cuenta Loreto estaba frente a Chucho a menos de un metro de su rostro.

- Pero como diablos hiciste eso? - Pregunto Clein.

Eso había sorprendido aun mas, a pesar de su gran tamaño, podía moverse a tal velocidad que no pudimos percatarnos de ello.

- Genial!!! - Exclamaron emocionados Kiba, Duncan, Jack y Chucho, como siempre, estaban tomando esto a la ligera.

- No es momento para juegos, debemos acabar con ellos...

Un grupo mas de Dugost se iso presente, al menos había diez más de ellos.

Comienza canción ♪ )

- Mierda, si esto continua terminaremos muertos.

- Yoshio. - Escuche tras de mi, gire y mire a Loreto con el rostro pálido.

- M-mi señora, ocurre alg... - No pude terminar al darme cuenta que detrás de ella había un Dugost atravesándola con un gran tuvo en la pierna derecha y uno mas en el hombro izquierdo cerca del cuello; me acerque corriendo pero el monstruo dando un salto por sobre mi logró escapar.

Mi prioridad en ese momento era Loreto.

- No siento mi cuerpo.

Que se supone que aria, no podía retirar ninguno de los tubos, cabía la posibilidad de que alguno hubiese perforado algo importante y si lo quitaba podría desangrarse.

- No duerma señora, y trate de mantener su transformación, no quiero imaginar que ocurriría si regresa a su forma normal. - Me arrodille a su lado y evite moverla.

- Estoy cansada. - Miraba sus ojos, estaban fríos y oscuros.

- Clein!!! Kiba!!! Chicos!!! Ayuda por favor!!! - Era la primera vez que gritaba por ayuda, la primera vez que necesite de otros, la primera vez después de mucho que tuve miedo, miedo de perder a alguien.

Los chicos no tardaron en llegar a donde me encontraba, Clein cayo sobre sus rodillas al ver aquella escena, Kiba cubrió su cabeza y comenzó a llorar de manera desesperada.

- Seras idiota!!! Hay que sacarle esas mierdas!!! - Kiba comenzaba a actuar alterado; Chucho y Jack lo sostenían o al menos eso trataban.

- Vamos vamos chicos, hay que calmarnos, esto se solucionara fácilmente. - Duncan trataba de calmar a todos.

Miraba mis manos manchadas de su sangre; Yo no podía con esto, eran demasiadas emociones hacia la misma persona en un día; Clein se mantenía en silencio pero el gesto de su rostro era totalmente otro.

Sin decir palabra me levante y me dirigí a los Dugost quienes gemían y soltaban baba por todos lados, uno de ellos camino acercándose a mi.

- Yoshio!!! Que haces!? - Escuche a Clein gritar.

Sin prestarle atención acelere mi paso hasta taclear al monstruo, una vez en el suelo comencé a golpearlo una y otra vez en aquello que se suponía era su cara, la sangre de Loreto se mezclaba poco a poco con la del Dugost.

No podía detenerme, no quería detenerme; por estos malditos mi señora estaba herida, Lo-loreto estaba herida; comencé a gritar furioso y mis golpes eran cada vez mas fuertes e intensos.

- Alto. - Escuche tras de mi a la vez que sentía una mano sobre mi hombro.

Gire dispuesto a soltar un golpe a quien fuese cuando la mano de Clein detuvo mi puño, y yo al ver los ojos de quien me sostenía del hombro hundidos en llanto me detuve.

- Tu, no eres a-asi, esta no es tu per-persona, n-no quiero ver e-esos ojos en ti. - Miraba mi reflejo en los ojos de Loreto.

Tenía razón, estaba actuando fuera de lo común; mire mis manos llenas de sangre, estaban lastimadas por los golpes imparables y torpes que había proporcionado al Dugost.

En eso un par de monstruos se estrellaron en el suelo a un lado de nosotros, todos giramos alertados ante aquel suceso, para darnos con la mayor sorpresa del día.

- No es bueno que se distraigan durante una pelea, a si sea por un compañero.

Era ella??? Esa voz era inolvidable y aquella vestía era, un dragón blanco.

- Rei-reina Blanca? - Preguntó Clein al verla.

- Hola querido, no pensé encontrarte aquí. - Frente a nosotros estaba uno de los grandes dragones, la Reina Atenea, El gran dragón blanco.

¿No era un Neko? * Segunda temporada * (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora