Martha my dear ♥ | The Beatles fanfic

Capítulo 5: Falling in love

—Está bien hablar con ella, pero primero quiero escucharte a ti —dijo Paul con un tono serio.

—Lo sé amado mío, en mi confías más —John levantó las cejas de manera pervertida.

—John...

—Ash... yap, hoy me levante temprano y cuando llegué a la sala, estaba esa chica desmayada en el suelo.

—Qué extraño.

—Lo sé, es extraño que me haya levantado temprano.

—Decía sobre la joven en el suelo.

—¡Ah! Sí, eso también.

—Continua— decía Paul mientras daba un reojo a la joven por la puerta.

—...Entonces me asusté porque pensaba que estaba muerta o algo así, pensé en darle respiración boca a boca pero desafor... —de pronto sintió la mirada amenzante de Paul —afortunadamente en ese momento se movió.

—¿Te dijo algo?

—No, ella tenía problemas para hablar, le ofrecí un café y la llevé con cuidado hacia la mesa.

—¿Y no se te ocurrió decirme algo en el momento en que la encontraste?

—¿Qué tal si se volvía a desmayar? Estuve un buen rato esperando a que hiciera algo antes de prepararle el café. Es una chica rara pero muuuuy bonita.

—Como sea, John... volvamos al comedor— respondió un poco molesto pero con un ligero rubor pues reconocía que ella era atractiva.

—No lo niegues... es bellísima.

Paul solo dio una leve sonrisa y salió de la cocina; la joven se encontraba aún sentada pero esta vez tocaba delicadamente las servilletas.

—¿Hola? —preguntó Paul mientras alzaba su mano en señal de saludo.

—mm ho-hola —respondió ella dejando de lado las servilletas.

—¿Estás bien?

—s-sí....dueñ- emmm...Paul...— respondió algo dubitativa.

—Sabe mi nombre— murmuró.

Paul la miro fijamente, observó sus ojos, resultando muy familiar para él.

—Claro, eres Paul McCartney y famoso —dijo John — es una fan.

Lo último que dijo John fue ignorado por Paul, quien seguía mirándola.

—Martha...

La joven abrió los ojos y sonrió, iba a incorporarse cuando...

—¿Martha? —preguntó John.

—Si, de repente vino a mi mente... yo... —observó a la joven—...no la he visto.

—Es cierto pero primero debemos de encargarnos de algo— respondió mientras señalaba con los ojos a la joven.

—Entonces vayamos a un centro policial, la podemos ayudar ahí...pero antes dime linda... —se acercó amablemente a ella— ¿cómo llegaste a parar en mi sala?—

Ella se mordió el labio inferior y estuvo varios segundos en silencio.  

—Yo...yo...—

—yo...yo...John— sonrió victorioso John.

Paul miró a John con cara de pocos amigos.

 —Yo estaba escapando de unos ladrones.

—¿Trepaste el muro? —John preguntó sorprendido. 

— Ehh, sí... no pensé que era su propiedad.

—No te preocupes linda... estas bien y es lo importante ¿verdad? —dijo Paul.

—Me disculpo... por las molestias causadas —respondió cabizbaja.

Ambos jóvenes, Paul y John la miraron con ternura; aquella chica de ojos marrones oscuros, cabellera oscura, rostro angelical y voz dulce los había cautivado...y mucho.