Definitivamente, hacía un día estupendo. Uno de aquellos en los que te parece que todo está más bonito de lo habitual.
Iba de camino a la empresa. Era mi primer día oficial y estaba demasiado nerviosa. Entre otras cosas sólo esperaba no perderme y que el desayuno se mantuviese en mi estómago.
Cinco minutos más caminando entre los enormes edificios del centro de Seúl y encontré la dirección señalada por la tarjeta que me tendió la chica del parque. Tenía que averiguar cómo se llamaba.
Y ahora sabía que me estaba preocupando sin motivo. El edificio de la empresa era realmente inconfundible. Y no lo digo porque tuviese una arquitectura alucinante que invitase hasta a los alienígenas a fijarse en él, no, sino por la fila de chicas sentadas en el suelo formando un pasillo hasta la entrada.
Parecían muy cansadas, demacradas. Unas con las cámaras más impresionantes que haya visto y que pese a sus ojos cansados, parecían fijarse en todo. Otras simplemente agitaban con desgana una especie de lightstick con una pequeña bomba transparente y luz blanca parpadeante. En sus cabezas, a modo de diadema, sujetaban carteles donde se leían nombres que de momento eran desconocidos para mí. Yoongi. Seokjin.
Parecían zombis. Pobre Seokjin y Yoongi, se iban a quedar sin sesos.
Que panorama... Ahora entendía a la tardona con lo de las sasaengs.
Respiré hondo y sujeté con fuerza las siete bolsas donde guardaba mi trabajo. Pasé entre ambas filas con la cabeza gacha y aunque los mechones blancos de mi cabeza ocultaban parcialmente mi rostro, alcancé a ver un flash producido por alguna de las cámaras y cómo había chicas que me miraban suspicaces, preguntándose seguramente quién sería yo y qué venía a hacer aquí.Llegué a la entrada y el segurata enseguida me cortó el paso. Parecía un jugador de sumo y no, no tenía cara de muchos amigos.
—Hola, soy Ann...
—Identificación —le tendí rápidamente el pase, como una autómata, y el gorila asintió con la cabeza. Pues claro que me ibas a dejar pasar, duh—. Puedes entrar.
Y ahora sí. Gritos ahogados y miles de flashes salían de entre las chicas a mi espalda mientras yo cruzaba la puerta que significaba su sueño o la oportunidad de sacar una buena foto que vender. Incluso alcancé a escuchar algún sollozo.
¿Pero quién demonios se pensaban que era?Finalmente cerraron la puerta. A mi derecha una mujer que rondaría los treinta y pico me llamó inmediatamente desde un mostrador.
—Señorita acérquese aquí, por favor. ¿Qué lleva en esas bolsas?
—Es el nuevo vestuario para...
—Ábralo —¿Qué tienen todos con interrumpirme?
—S-solo es ropa. Soy la nueva diseñadora —No parecía importarle. Bien Anna, muy bien.
Sin esperar más, atrajo bruscamente las bolsas que yo había depositado previamente encima del mueble hacia sí y empezó a abrirlas. Una por una. Estaba revolviendo todo lo que había en su interior.
Gracias mujer, solo me tiré media tarde planchando esas prendas.Cuando comprobó que no había un arma de destrucción masiva oculta en las costuras me las devolvió.
—Bien, sube las escaleras, y si vas por el primer pasillo, segunda puerta a la izquierda, te debes de encontrar con una de las noonas estilistas de los chicos: Seojin. Ella te pondrá al corriente de lo que sea y seguramente te mandará faena. Ah y —se inclinó a leer el pase que colgaba de mi cuello para después volver a centrarse en la pantalla de su monitor— señorita Torres, no se deje intimidar. No sabemos cuánto más les va a durar el entretenimiento con la otra... —añadió en voz baja. O ignoraba que yo seguía allí o no le importaba.
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BTS: Born To Style
Fanfiction«Algún día me buscarás, Anna, y entonces comprobaremos si tus deseos son más fuertes que tus sueños» Bienvenidos a Big Hit Entertainment. →Jeon Jungkook → BTS Saga cr portada: salgoolulu