BTS: Born To Style

Capítulo 17 Pt.2

Eran las ocho de la tarde y estábamos completa y absolutamente derrotados.

Me duelen los pies y lo primero que hago nada más volver a la casa es tirarme ocupando todo el sofá. Claro que el momento comodidad me dura poco, pues los culos de Namjoon y Tae iban a aplastarme sin piedad como no me echase a un lado. Al final, acabo sentada en el extremo derecho, al lado de Nam.

—Ahhh, Jimin-ah —se queja Taehyung. El pelinaranja, sentado en el puff de enfrente con los ojos cerrados, apenas hace un gesto con la cabeza para mostrar atención—. Hazme un masaje en los pies...

—Mpf, pideselo a Nochu —refunfuña. Una fina arruga se forma entre sus cejas.

—Kookieeee.

—No —contesta Jungkook al abrirse una Coca-Cola. Se apoya en la pared de enfrente con los pies cruzados, observando a la pareja. ¿Llevamos todo el día de pie y te quedas ahí? Aún hay sitio para sentarse...

—Jimin-ah...

—Venga, vaaale.

—Te quiero —Taehyung sonríe feliz y coloca los talones en los muslos de Jimin. Este se incorpora y entrelaza los dedos para después estirarlos, consiguiendo que se escuche algún que otro crujido. Mientras hace girar uno de sus anillos, veo la sonrisa perturbada que dirige a Tae y desvío la mirada.

Un portazo me hace fijarme en J-Hope, viniendo del aseo. Aún no tenía muy buena cara.

—¿Cómo estás, Hobi? —le pregunto. Cuando llega al sofá me muevo y le hago un hueco a mi izquierda.

—No entiendo por qué es divertido grabarnos en las atracciones, tíos.

—Al menos ya no tenemos que hacer misiones raras —comenta Namjoon, ojeando su móvil.

—¡Tae! Si no dejas de moverte no te lo puedo hacer bien —Jimin le propina un manotazo en el tobillo y yo me río flojito. Quién habría imaginado que en un principio se negó a masajearle.

—Espera, Chim —Hoseok se pone de cuclillas frente a Jimin y agarra a Tae del otro pie. Este les mira no muy convencido antes de que los chicos comiencen su tortura.

Al primer movimiento que realizan los chicos, Taehyung alza las cejas y coloca la boca como si fuese a silbar intentando aferrarse al sofá. Poco después, los ruidos comienzan a brotar de su garganta. Cierra los ojos y su expresión cambia, ya no es de sorpresa; su ceño se frunce, tampoco tarda en morderse los labios... Yo diría que lo estaba disfrutando bastante. Tengo que tragar saliva un par de veces, Taehyung hace mucho ruido. En serio, gime sin ningún pudor.

Ay, si no hay tienda de campaña. ¡Anna! No le mires el paquete, por favor.

Me apropio uno de los cojines y me coloco de lado, subiendo las piernas. Al estar así, el cuerpo de Namjoon me tapa la escena y me ayuda a ignorar los ruiditos de Taehyung. Me arden los mofletes, y quiero cubrirme con el almohadón, pero si lo hago, ¿no será muy evidente que le estaba escuchando? Joder, es que como para no hacerlo.

—Me voy —Namjoon se levanta—. ¿Cuál es el turno de ducha?

—Primero iban las chicas —contesta Jungkook, ocupando el puesto de Nam justo cuando Tae recuesta su cabeza y su nuez se hace visible. Alarmada, tengo que meter la cara en mis rodillas un momento.

—Puedes ir detrás de las noonas, Nam —le propongo, buscando una distracción—. Yo me ducho después tuya, no me importa.

—¿En serio?

—Conque no te acabes el agua caliente —me encojo de hombros y le doy un abrazo al cojín, encontrando una postura comodísima. Rapmon me guiña un ojo y desaparece por las escaleras.