¿Y Si Jugamos A Ser Novios?

Capítulo 4: La última oportunidad

Me desperté, no tenía ganas de ir a clase después de lo ocurrido ayer, pero hice un esfuerzo y fui. No cogí el bus, para no encontrarme con Carlos y fui caminando. Cuando llegué a clase, al instante me dijo Elena...

- ¡Hola Raquel!

- Hola... -le dije sin a penas energía-

- ¿Qué te ocurre? -preguntó preocupada-

- Nada, sólo que estoy cansada... -le mentí, no le iba a decir lo de Carlos para preocuparla, porque me tenía mucho aprecio-

En ese momento, llegó Carlos, me miró con una cara demasiado seria, como si algo le preocupara y aparté la mirada.
Comenzaron las clases y él me susurró...

- Tenemos que hablar, es muy importante...

- Yo no tengo nada que hablar y menos contigo. -le dije un poco borde, pero es que me había hecho daño-

- Raquel... No me digas eso...

- ¡Déjame en paz! No quiero hablar contigo...

Él me seguía hablando, pero lo ignoré, y como no paraba de hablar, le dije al profesor...

- Profesor, ¿me podría cambiar de sitio? No veo muy bien desde aquí...

- Claro, Raquel, siéntese ahí

Quería alejarme de Carlos, ¿y qué mejor forma cambiándome de sitio? No quería hablar con él, sabía que él necesitaba hablar algo conmigo, pero no le quise escuchar.

Ya era hora del recreo, me senté en las escaleras sola, sin ninguna compañía y ahí estaba Ashley besándose con Carlos, o por lo menos, intentándolo. Se me acercó un chico guapísimo y se sentó a mi lado...

- ¡Hey! ¿Qué hace una persona tan linda y bonita como tú aquí sola sin nadie?

- ¿Me dices a mí? -pregunté un poco confusa ante aquél comentario-

- ¡Pues claro! ¿A quién sino?

- A las escaleras, que son muy bonitas... Jajaja -me reí-

- Eres graciosa, me caes bien... Te he estado observando éstos días y siempre te veo sonriendo, ¿qué te pasó hoy? Puedes contármelo, te ayudaré

- Nada, sólo que un chico que me gustaba quedamos para hablar y cuando llegué lo encontré besándose con una chica que es una "fácil" y a los dos nos caía mal, o eso creía... -se me escaparon unas lágrimas-

- Preciosa, no llores. Eso que te hizo está fatal, es imperdonable, eso no se hace, y menos a una dama como tú. Aunque también pude ser una confusión... Háblale y soluciónalo con él.

- Él quería hablar conmigo, pero estaba dolida y lo ignoré... Bueno, ya es hora de subir a clase, adiós mmm... ¿Cómo te llamas?

- ¡Uy! Perdón, no me presenté, me llamo Mikel, pero me puedes llamar Mike

- Encantada Mike, yo soy Raquel, bueno, tenemos que ir, más tarde hablaré con él y mañana te cuento cómo me fue

- Vale, hasta mañana entonces, Raquel

Estábamos en clase cuando Carlos me dijo...

- No te enfades conmigo por favor, pero necesito hablar contigo, te estaré esperando en el jardín de atrás, espero verte allí por la tarde...

- Intentaré estar allí...-le respondí-

Ya era por la tarde y fui hasta el jardín de atrás, ahí estaba Carlos sentado en el bordillo de la fuente.

- Hola -le dije-

- Raquel, lo de ayer fue una confusión, salió toda fatal, no era lo que parecía

- Claro... -le dije sarcásticamente-

- Te lo explico, estaba esperándote aquí para hablar contigo y...

De repente, apareció Ashley y nos interrumpió...

- ¡Mi amor! ¿me echaste de menos? Porque yo sí, y mucho, sobre todo quería seguir besándote -le dijo a Carlos y se empezaron a besar-

Me di la vuelta y me fui inmediatamente de allí, ¿cómo pude ser tan tonta para quedar otra vez con Carlos? Me sonó el móvil avisando de un mensaje, era él.

*Carlos* : Oye Raquel, que sepas que no quiero saber nada más de ti, ni me hables, no haces más que molestarme todo el rato, no eres nadie para mi ✔✔

*Yo* : ¿Pero qué me estás contando? Si me dijiste que tenías que hablar conmigo, por eso quedamos... Y perdona, pero soy tu mejor amiga✔✔

*Carlos* : No te inventes cosas, por cierto, no eres mi mejor amiga, sólo estaba contigo porque me dabas pena. Además, he encontrado a la mejor persona del mundo, y es Ashley, la amo, así que déjame en paz y no me molestes✔✔

*Carlos* : Adiós✔✔

Quedé asombrada, me fui a casa y no pude parar de llorar, ésta vez, si que me dolió, no podía ser una confusión. Mañana tenía otra vez clase, no tenía ganas de ir, pero podía hablar con Mike y contarle lo que me pasó, la verdad es que me sentía muy cómoda a su lado...