Capítulo 15: La caja misteriosa

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Estaba a punto de abrir la caja, pero en ese momento me llamó mi hermano.

- ¡Raquel, Raquel! Ven, corre

- ¡Ya voy!-dije a la vez que me levantaba de la silla y fui hasta su habitación.

- Mira mi habitación, ¿te gusta?

Tenía toda la habitación llena de pósters, pero no como los primeros días, tenía menos pósters y algunos dibujos de balones de fútbol. La verdad, es que estaba bastante bien decorada.

- ¡Cómo mola! ¿Esos dibujos los hiciste tú?

- Sii

- Están muy bien hechos, ¿y vas a decorar con más cosas?

- Puede que sí, igual hago más dibujos y los pongo en la pared, cuando los tenga te aviso

- Vale, hasta luego

Salí de su habitación y me fui hacia la mía para abrir la caja. Me senté en la silla frente al escritorio, quité el pequeño enganche que tenía y abrí la caja. Dentro había algo envuelto con papel de regalo, lo desenvolví y me encontré con un colgante con un infinito.

- Ese colgante...-dije intentando recordar algo- ¡Es el del sueño!

Era idéntico al del sueño que tuve, era un colgante hermoso, plateado y con unos pequeños diamantes incrustados. Lo cogí y me lo puse al cuello, me encantaba. Salí de casa en dirección al instituto y después de las clases me reuní con Clara. Estuvimos charlando sobre las clases y algunas cosas que le habían sucedido, yo le conté cómo había encontrado el colgante y quedó alucinando, era una sorpresa muy extraña al tenerlo en una caja que nunca había visto. Me despedí de ella y fui caminando sola tranquilamente, fui a cruzar la calle cuando de repente, salió de la nada un chico con la cara tapada que me intentaba quitar el colgante, me lo arrancó del cuello con varios tirones y se fue al instante, pero antes de perderlo de vista, alguien se le abalanzó encima, le quitó mi colgante de las manos, le dio varios puñetazos y salió corriendo el chico sin rostro. Se me acercó la otra persona hacia mí y me devolvió el colgante.

- Gracias-dije tímidamente

- De nada, Raquel

- ¿Me conoces?

- Demasiado bien-me respondió mientras se bajaba un poco las gafas, me guiñaba un ojo y desaparecía

Esa mirada... Me recordaba a Carlos, ¿sería él? Volví a casa un poco preocupada por si alguien quería robarme el colgante otra vez, pero por fin llegué sin ningún problema. Subí a mi habitación, cerré mi puerta y de repente alguien me tapó la boca con su mano. Me giré y era una persona con la cara tapada, pero al momento dejó su rostro al descubierto.

- ¿Carlos? ¿Pero qué...?

- Shh...-dijo acariciando mis labios- No digas nada Raquel...

- Desapareces de repente y me dejas tirada y apareces de la nada en mi habitación, ¿y dices que no diga nada? ¿Cómo has entrado aquí?

- Es complicado de explicar, lo siento...

- ¿Qué? Explícamelo todo o te echo de mi casa y no me vas a ver más

- Está bien... Quise hablar contigo y llamé al timbre, pero nadie contestaba, así que subí por el árbol que hay al lado de tu casa y entré por la ventana de tu habitación

- ¿Todo eso para hablar conmigo?Podías haber caído del árbol y matarte, ¿por qué no me llamaste al móvil?

- Me quitaron el móvil, y necesitaba hablar contigo...

- Vale... Entonces, ¿qué me tienes que decir?

- Que siento mucho haber desaparecido sin decir nada, pero lo hice para no lastimarte, sé que suena raro, pero créeme, lo hice por ti...

- ¿Y por qué te ibas? Me dejabas muy preocupada...

- Te lo contaría, pero no quiero preocuparte más...

- Ya no me quieres, te intentas alejar de mí, si es así, dímelo que lo comprenderé, pero no te inventes nada

- No me invento nada, solo es que es muy complicado, quiero estar contigo pero a la vez no puedo, y si te lo cuento, te vas a asustar y preocupar más

- Cuéntamelo Carlos, no me importa, solo quiero que seas sincero conmigo

- Vale, te lo contaré... Hace tiempo, estaba en el antiguo instituto y al salir me encontré a unos chicos armados que me amenazaron diciendo que si me volvían a ver o les denunciaba a la policía me matarían al momento e iban a ser afectadas las personas que me acompañaran, yo me asusté y cada vez que los veía cargaban el arma, entonces intentaba esconderme. Se lo conté a mis padres y decidieron mudarse aquí conmigo para que no corriera peligro, pero a veces, al salir a dar un paseo solo, veo a unos chicos idénticos a ellos armados y si me ven será mi fin. Yo quiero pasar tiempo contigo, pero si me ven y estás tú, tú vida también correrá peligro y es algo que no quiero que ocurra, porque yo... Yo te quiero Raquel. Sé que lo que me sucedió suena a película, pero es la verdad, espero que me creas.

- ¡Oh Carlos! Es horrible... Intentaré ayudarte y buscaremos alguna solución juntos, estaba muy preocupada por ti, yo también te quiero

Al decirle eso, se me lanzó encima y me dio un fuerte abrazo, yo le respondí con un pequeño beso en la mejilla.

- Mientras, puedes quedarte aquí conmigo y no te preocupes, lo arreglaremos

- Gracias, eres la mejor

¿Y Si Jugamos A Ser Novios?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora