Capítulo 6.

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Cuando te levantas a la una del mediodía y tu mejor amiga y tú sois las chicas más vagas del universo, sabes que no vas a comer dentro de casa. Así que después de arreglarnos un poco, ya que después íbamos a casa de Kurt, fuimos al burguer más cercano.
-Ann, esta noche no duermo en casa.-dijo con cara un poco extraña.
-¿Cómo?
-Sí bueno... es que los padres de Sam están fuera y me ha invitado a ir con él.-levanté una ceja.-No pienses nada raro, no voy a hacer nada.-Volví a levantar una ceja.-Ya sabes que no voy a perder mi virginidad con cualquiera.
Sí, lo sabía. Habíamos hablado varias veces del tema y siempre habíamos llegado a la misma conclusión. Íbamos a esperar al indicado.
-Bueno pues pásalo muy bien.-dije poniendo cara de pervertida.
-¡Tonta!-reimos.-Creo que Daniel trae su coche. Te puede traer.-dijo mientras que imitaba mi cara de pervertida. Yo solo la miré con ganas de matarla.
Terminamos de comer y nos dirigimos a casa de Kurt. Vivía solo a unas manzanas de nosotras. Cuando llegamos, Darren ya estaba ahí. Parecía que había tensión entre él y Kurt.
-Ann y Chris acaban de llegar así que quitad esas caras de culo.-dije mientras que me tiraba en el sofá al lado de Darren. Se rieron un poco y empezamos a hablar de cualquier tontería mientras que esperabamos a Sam, Trevor y Daniel. Unos golpes en la puerta cortaron nuestra conversación. Kurt fue a abrir la puerta.
-Kurt amigo.-dijo Sam mientras le despeinaba. Pasó al salón.-Daniel me ha enviado un mensaje diciéndome que él y Trevor van a llegar más tarde.
-¿Te ha dicho por qué?-pregunté. Cuando todas las miradas se posaron en mí me puse roja como un tomate.
-No, solo me ha dicho eso.
Durante la espera decidimos jugar al póker, pero sin dinero. Yo era la única que no tenía ni idea de jugar, pero iba ganando a todos. En la última ronda lo volví a hacer. Hice un full o algo así.
-No, me niego a seguir jugando.-dijo Sam mientras tiraba las cartas encima de la mesa.
-Cuando reconozcas que soy genial dejaras de picarte tanto.-me dió una mirada de odio y me reí como una loca. Los demás también lo hicieron.
Sam se fue a la cocina y Chris le siguió. Entonces, la puerta volvió a sonar y Kurt se volvió a levantar para abrirla. Eran Trevor y Daniel. Estaban bastante serios. Nos saludaron y la primera frase que Daniel dijo fue:
-¿Dónde está el baño?-tenía los ojos rojos.
Kurt se lo indicó y Trevor se sentó a mi lado.
-¿Qué le pasa?-le pregunté precupada.
-Eso te lo tiene que decir él.-sonrió tristemente.-Lo hará. Solo no te separes de él. Hacía mucho que no veía sonreir a Daniel como lo hace cuando está contigo.
-No tengo intención de hacerlo.-le sonreí. Alejarme de Dan era lo que menos quería a hacer.
Todos volvieron al salón y, mientras que Chris, Trevor y yo hacíamos de espectadores, los demás empezaron a hablar cosas sobre la banda. Tenían que preparar distintas canciones para las actuaciones del instituto. Pensaron en unas cuantas y en ocasiones les ayudé a elegir. La música era algo que me encantaba.
Tras un largo rato terminaron con su tarea y decidimos pedir una pizza.
Daniel estaba sentado en el suelo, serio, aunque menos que antes. Los chicos le animaron mucho. Me acerqué a él.
-Hola Dan.
-Hola Beth.-puso una sonrisa forzada.
-Sé que no estás bien.-me miró inquieto.-Pero no te voy forzar a que me cuentes nada. Lo harás cuando necesites hacerlo. Solo quiero que sepas que estoy aquí para lo que sea.-le sonreí.
Enrosqué mis brazos al rededor del suyo y apoyé mi cabeza en su hombro. Él me dió un beso en la cabeza.
Un flash nos distrajo. Era Chris.
-Chris, cariño. Qué haces.-dije levantándome y acercándome a Chris.
-Es que estabais tan monos.
-Mona vas a estar tú cuando te haga una foto durmiendo. Ya sabes que estás monísima con la boca abierta y la babilla cayendo.
Unas carcajadas me hicieron girarme. Era Daniel. Sonreí. Le había hecho reir.

***

-Os puedo llevar en coche, si quereis.-nos ofreció Dan a Darren y a mí.
-No te preocupes, darías mucha vuelta. No vivimos muy lejos y tú sí.-dije.
-¿Seguro?
-No te preocupes.-le sonreí y él lo hizo también.
Se subió en el coche y Darren y yo nos fuimos para casa. Cuando llegamos a la puerta de mi casa Darren empezó a hablar.
-Ann, te quería decir algo.
-Dime.
-A ver, es que yo... yo...
-Suéltalo.-dije riendo.
-Yo... soy gay.-en cuanto lo dijo abrió mucho los ojos.-Dios yo... no tenía que haber dicho nada. Me voy, lo siento.
-¡Pero Darren!.-grité, pero él ya había salido corriendo.

Los siguientes días fueron bastantes extraños. Después de que Chris pasara la noche en casa de Sam, pasó lo que todo el mundo se imaginaba. Empezaron a salir. Daniel no vino al instituto y no contestaba a mis llamadas. Estaba un poco preocupada.
Darren me evitaba. Desde que me dijo eso no había vuelto a hablar conmigo. No entendía por qué si yo tenía la mente más abierta que una ventana en verano.
El miércoles, volví del trabajo bastante tarde y cansada. Me había tocado colocar los libros que habían llegado nuevos, y a lo tonto no me había sentado en ningún momento. En cuanto me tumbé en mi cama me quedé dormida.

A las dos de la mañana el sonido de mi móvil me despertó. Miré la pantalla y vi que era una llamada. De Dan.
-¡Dan! Pero dónde has estado, por qué...-me interrumpió.
-Beth...-dijo sollozando. Se me encogió el corazón.-Te necesito.

And Their Eyes Met.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora