Capítulo 30.

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La cama estaba tan blandita, la almohada tan mullidita, hasta que...

-¡Ann!-dijo mi madre cogiéndome por los hombros, despertándome.

-¿Qué?-dije incorporándome, todavía medio dormida.

-Dan al teléfono... ¡Mañana es el gran día!

Abrí los ojos completamente. Mañana era la semi-final. Y todavía no había elegido la canción.

Me levanté y bajé hasta la cocina, donde mi madre me esperaba sujetándome el teléfono. Lo cogí y me lo acerqué a la oreja.

-¿Diga?

-Buenos días querida Beth. ¿Ya tienes tu canción?

-Eh...-dije nerviosa-, sí, pero es una sorpresa.

-¿Ah sí?

-Sí... eh... ya lo descubrirás mañana.

-Beth, mientes fatal. No la tienes, ¿verdad?

Después de vacilar durante unos segundos respondí.

-No. Pero de verdad que mañana la voy a tener.

-Beth, esta oportunidad no la tiene todo el mundo.

-Lo sé... ¿preparado para mañana?

-Más que eso. No puedo esperar. Te quiero, Beth.

-Y yo a ti.

***

-¡Ann!-me llamó mi madre desde el baño-¿Puedes sacar de mi bolso un lápiz de ojos para tu hermana?

-¡Sí, voy!

Me levanté hacia su bolso, que estaba sobre la encimera de la cocina. Resbusqué y me encontré un papel doblado. Miré hacia las escaleras para ver si mi madre bajaba. Saqué el papel y lo desdoblé. Era un e-mail. De... de mi padre, antes de morir. Para mi madre.

"Gabrielle:
No sé si estaré sobrio o ebrio, creo que ya no noto la diferencia. Pero quiero dejar una cosa clara. Os odio a ti, a Lucy y a Annabeth. No me arrepiento de NADA de lo que os he dicho."

Sentí como las lagrimas se me acumularon en los ojos. Sentía furia y tristeza, y me dieron ganas de arrugar el papel, pero lo doblé y lo volví a guardar en el bolso.

-¿Ann?-llamó mi madre.

Cogí el lápiz de ojos y me dirigí al baño. Sabía exáctamente la canción que iba a cantar.

***

-¿Nerviosa?-preguntó Dan de camino al teatro donde se celebraba el concurso.

Por la mañana, Dan nos había venido a buscar a casa a Lucy, a mi madre y a mí. Ahora íbamos de camino hacia el teatro. Yo iba delante, al lado de Dan, mientras que mi madre y mi hermana iban detrás. El día anterior me había pasado toda la tarde y parte de la noche ensayando la canción. Creo que sonaba bastante bien.

Dan quitó una mano del volante y apretó una de las mías.

-Un poco-contesté.

Recordaba la última vez que había tenido una oportunidad como esa. No había salido muy bien. Pero no estaba dispuesta a que nada estropease es momento. No teniendo a Dan a mi lado.

El resto del grupo estaba esperando en la cola, y nos saludaron con la mano, llamando a Lucy y a mi madre para que fueran con ellos. Dan y yo nos dirigimos a una puerta donde se indicaba que estaban los camerinos. Había un pasillo con tres puertas a un lado y dos al otro, y una al fondo del pasillo que daba al escenario. En las habitaciones se podía ver a las chicas terminando de maquillarse y a los chicos colocarse las camisas o calentando la voz. Entramos en una de las habitaciones donde ponían nuestros nombres.

And Their Eyes Met.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora