Capítulo 3.

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Me quedé sentada en unos de los sillones de la enfermería esperando a que Daniel saliera. La espera no fue muy larga. Cuando salió llevaba una gasa tapando su nariz para cortar la hemorragia.
-¿Estás mejor?-pregunté.
Él asintió y juntos salimos de la enfermería.
-Gracias Annabeth, pero no era necesario.
-No podía dejarte ahí tirado. Siento lo de tu libro.-dije haciendo un puchero.-¿Cuál era?
-Cumbres Borrascosas. Como odio a ese idiota de Sanders...
Seguimos caminando por los pasillos del instituto hacia nuestras clases cuando nos dimos cuenta de que solamente quedaban cinco minutos para que finalizasen, así que nos sentamos en uno de los bancos a esperar a nuestros compañeros.
-¿Eres nueva aquí?-me preguntó.
-Sí, vine con Christina, mi mejor amiga, hace dos días desde Minnesota. Supongo que necesitaba cambiar de aires. ¿Y tú?
-También. Vine con mi familia y por suerte la de Trevor decidió acompañarnos desde Santa Barbara. Sino estaría bastante solo por aquí.-rió.-Santa Barbara no está muy lejos de aquí, pero la verdad es que LA es un gran cambio.-río. Yo reí con él.
-Ya sé que te gusta leer y sobre todo clásicos.-vi como una sonrisa tímida asomaba en la comisura de su boca.-Pero, ¿te gusta hacer algo más?
-Bueno, la verdad es que...
Se vio interrumpido por el sonido del timbre y numerosos grupos de alumnos empezaron a salir de las aulas. Trevor apareció a su lado y le arrastró hacia las taquillas. Daniel se despidió agitando la mano. Yo hice lo mismo.
Esperé a que saliesen Chris y los chicos.
-Ann, las audiciones son el lunes próximo. Dime que al menos te lo pensaras.-dijo Darren poniendo un puchero.
-Bueno, pero no os prometo nada.-dije mirando a los demás mientras cogía a Chris del brazo y la arrastraba camino a casa.
-¿Qué le ha pasado al final a ese chico?-preguntó refiriéndose a Daniel.
-No mucho, le habrán curado las heridas y le han dado una gasa para la nariz. Me he quedado fuera esperando.
-Y, ¿de qué le conoces?-me preguntó interesada.
-Bueno,-dije soltando una risita nerviosa.-estaba apoyado en mi taquilla al principio del día y compartimos clase de Historia. Es agradable.
-Ten cuidado no te me vayas a enamorar.-me respondió riendo.
-No tengo ninguna intención.-reí con ella.

***

Después de hacer mis deberes, me puse a buscar algún trabajo para ganarme un dinero. Busqué especialmente empleo en alguna librería o biblioteca. Solo por tener libros ya era el trabajo perfecto. Encontré una librería un poco alejada de nuestra casa, pero pagaban bien y solo tendría que trabajar los miércoles después del instituto. Fui a avisar a Chris de que iba a salir para ver la librería y cuando abrí la puerta estaba con el abrigo puesto y las llaves en la mano.
-¿Adónde vas?
-He quedado con Sam.
-¿Para qué?
-Bueno, ya sabes, ir a dar un paseo, tomar algo, lo normal.
-Pues sí que ha surgido rápido la chispa.-dije riendo. Recibí una mirada de asco por su parte.-Yo también salgo, he encontrado trabajo.
-Vale, luego nos vemos.-lanzó un beso al aire y salió por la puerta.

Decidí coger el autobús, la pereza era real. Siempre que viajabame quedada embobada mirando por la ventana. Me relajaba y podía pensar en mis cosas. Una voz me sacó de mi mundo.
-¿Puedo sentarme?
Era Daniel. Le sonreí y obviamente le dije que sí.
Estuvimos la mayor parte del trayecto en silencio hasta que me dijo:
-¿Me das tu teléfono? Ya sabes, por si tenemos alguna duda en Historia, o algo.-mientras lo decía solo miraba hacia los pies. Accedí a darle mi número y justo cuando lo guardé llegó el turno de Daniel para bajarse. Ya desde abajo me miró a través de la ventanilla y me sonrió para después marcharse.
Dos paradas más y ya estaba en la librería. Entré y ese olor a libro nuevo inundó mis fosas nasales. Me encantaba.
-Hola querida.-dijo una mujer de mediana edad, seguramente la encargada.-¿Eres la chica que va a venir a trabajar los miércoles?-asentí y me presenté.-Encantada Annabeth, yo soy Rachel, bienvenida. Puedes elegir un libro entre todos los que tenemos, un regalo de bienvenida.-me ofreció sonriendo. Que amable. Le sonreí de vuelta.
Me paseé por los pasillos y observé las distintas estanterías hasta que di con un libro que llamó mi atención. Era una edición coleccionista de Cumbres Borrascosas, en cuanto lo vi me vino a la mente Daniel. Pensé que depués de que le hubieran destrozado su libro seguramente le gustase mucho esta edición, así que no dudé en cogerla. Fui hasta la caja para despedirme de Rachel y cogí el autobús de vuelta a casa.

***

Cuando bajé del autobús me acerqué a una tienda local y compré papel de regalo y una tarrina de helado de chocolate para compartir con Chris.
Cuando llegué a casa subí a mi habitación para dejar el libro y me dirigí hacia el salón de Chris, pero por sorpresa ella no estaba. Debía de seguir fuera con Sam.
Volví a mi salón y mientras que habría la tarrina de helado y cogía una cuchara, vi que en la televisión echaban la primera película de Harry Potter. Buena forma de terminar el día

Cuando la película terminó subí arriba para envolver el regalo de Daniel y nada más terminar me metí en la cama. Cuando estaba apunto de dormirme mi móvil sonó. Tenía un nuevo mensaje:

Te escribo para que tengas mi número. Duerme bien Annabeth. -Daniel.

Yo le respondí:

Oh, genial, ya te guardo. Buenas noches Daniel. -Annabeth.

Definitivamente esto sí que era terminar bien el día.

And Their Eyes Met.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora