And Their Eyes Met.

Capítulo 13.

-Mm, huele un poco como a... ¿cerveza?-dijo Kurt mientras nos acercábamos a una mesa de la cafetería donde estaba el resto de nuestros amigos.
-Ja, ja, muy gracioso Kurt.
-Os salió un poco mal la jugada, ¿no?-rió Sam, que estaba abrazado a Chris.
Hacían tan buena pareja. A veces me imaginaba como sería estar así con Daniel. La verdad ni sabía lo que sentía. A veces no quería hacer otra cosa que estar abrazada a él y otras le veía como un muy buen amigo. No sabía que pensar. Además no me gustaba admitir que medio me gustaba. Chris me lo decía muchas veces durante el día. Lo malo de vivir con tu mejor amiga.
Me senté al lado de Daniel.
-Parece que tu pelo tiene más brillo.-le miré mal.
-Estas muy graciosillo hoy.

Esta semana iba a ser horrible. Con los exámenes en la siguiente semana, tenía mucho que estudiar. Además el viernes, después de los exámenes, había una fiesta de navidad en el instituto. Tenía que encontrar un vestido.
Chris iba a salir después de clase con Sam. Era de esas típicas personas que estudiaba el día de antes y aprobaba. La envidiaba. Así que ese día decidí volver sola a casa. Dan solía acompañarme a casa, pero ese día estaba tardando mucho.
Ya en la salida, alguien me cogió de la muñeca haciendo que me detuviera.
-Hoy no me has esperado.-dijo Dan.
-Tenía prisa, ya sabes los exámenes...
-Quiero llevarte a un sitio.
-¿No puede ser otro día? De verdad esta semana estoy muy liada, y el miércoles trabajo...-me interrumpió.
-Me da igual.-se rió.-Seguro que luego sacas tiempo para estudiar. Además no hay más días. Después de la fiesta de navidad te vas a Minnesota.
-Bueno pues...-volvió a interrumpirme.
-Que no. Venga.-me cogió de la mano y me arrastró hacia su coche.
-Pero si tu nunca puedes traer el coche.
-Mi padre me lo ha dejado hoy.-fui a meterme en el coche pero me detuvo.-Espera.-se sacó un pañuelo del bolsillo y me tapó los ojos.

-Este es tu segundo secuestro.
-Y a ti te sigue encantando.
No veía nada, así que no sabía a donde me estaba llevando. Al cabo de unos minutos el coche paró y Dan me ayudó a salir de él, pero no me quitó el pañuelo. Entramos en algún sitio y caminamos por dentro hasta que oí como Dan abría una puerta. Una vez dentro, me quitó la venda.
Estábamos en una habitación como la que me había reservado Chris y donde había descubierto el talento de Daniel.
Daniel se acercó al piano que había en el centro de la sala y se sentó en el banquito.
-Tú me escuchaste cantar. Me debes una canción.-me dijo.
-Yo... no sé...-había cantado yo sola, pero no delante de nadie desde aquel día.
-No sé qué te pasaría para no querer cantar delante de nadie. Pero quiero que sepas que yo estoy aquí para que te desahogues sobre lo que sea. Además, seguro que cantas genial.
-Yo... bueno.-Tuve una mala experiencia cantando en público. Desde entonces no lo he vuelto a hacer... No tengo la suficiente confianza.-dije tristemente.
-Tenla conmigo. Venga cantamos un dueto. Casualmente tengo uno en la mochila, que raro.-dijo con ironía mientras sacaba una partitura y me la daba.
-Endless love. Es preciosa.-dije emocionada.
Daniel empezó a tocar la melodía la piano y comenzó a cantar con su fantástica voz...
My love, there's only you in my mind...*
Lo cantó mirándome a los ojos y por un momento creí que lo decía de verdad. Sonrojada y tragándome toda mi vergüenza continué la canción.
My first love, you're every breath that I take, you're every step I make...*
Yo de verdad sentía la canción. Seguí cantando con él la canción sin separar ni un momento mis ojos de los suyos y terminé la últina frase de la canción sentada en el banquito junto a él.
My love, my love, my endless love...*
-Wow.-dijo suspirando.-¿De verdad no confías en tu voz? Pero si cantas más que genial.
Me sonrojé.
-Muchas gracias.-dije sonriéndole nerviosamente.-Eres el primero que consigue hacerme cantar delante de alguien. Siéntete orgulloso.
-Soy el mejor.-reímos.-¿Te apetece un café?

***

-Bueno pues... cuéntame más de tí.
-No hay mucho que contar a parte de lo que ya sabes.-rió.
-Venga Dan seguro que algo escondes. ¿Cuántas novias has tenido?-noté como se ponía tenso.
-Una.
-Y, ¿qué pasó?
-No me gusta hablar de ello.-dijo moviéndose nervioso en el asiento.
La curiosidad me mataba, así que, aunque no me gustase hablar de mí, dije lo siguiente:
-Si me cuentas lo que pasó, te cuento por qué no canto en público.
-Mmm, déjame pensarlo de camino al coche.
Pagamos los cafés e impaciente seguí a Dan hasta el coche. Mirando fijamente a la carretera Dan empezó a hablar:
-Antes de vivir en Santa Barbara vivíamos en Seattle. Por el trabajo de mi padre nos mudamos a Santa Barbara. En Seattle conocí a esa chica. La amaba muchísimo. Cuando me enteré de que me marchaba, le prometí que lucharía por nuestra relación, básicamente le entregué mi corazón. Antes de marcharme me entregué por completo a ella, no sé si me entiendes.-me sonrojé.-Una vez en Santa Barbara nos mensajeábamos muy amenudo, hasta que llegó un tiempo en el que ella apenas me contestaba a los mensajes, así que, con el permiso de mis padres volví a Seattle para darla una sorpresa. Fui hasta su casa, su madre me abrió la puerta y subí hasta su habitación. Y allí estaba ella. Besando a otro. Sentí que todo se rompía dentro de mi. Pensé que no fui lo suficientemente bueno para que ella luchase por mí. Todavía sigo creyendo que no soy lo suficientemente bueno para que nadie luche por mí. Poco después mi madre cayó enferma... y bueno, yo cambié bastante. Hasta que apareciste tú.
-Oh Daniel, lo siento...-dije tristemente.-Y que sepas que sí que mereces que alguien luche por tí. Yo lo haría si se presentase la ocasión.-me sonrió.
-Bueno, ahora te toca a tí.-dijo aparcando el coche delante de mi casa.
-Bueno, yo...-antes de poder empezar a contar mi historia, un grito de Chris nos sobresaltó.
Salió corriendo desde la casa hacia el coche y abrió la puerta para tirar de mí hacia fuera.
-Hola Dan, te la robo, hasta mañana.
-Pero...-dijo Daniel.
-Te lo contaré otro día. Prometido.

Entré con Chris en su casa y me soltó el notición.
-Sam y yo queremos dar un paso más allá en nuestra relación.
-¿Os vais a casar? Oye que me parece genial pero sois un poco jóvenes...-me interrumpió.
-Idiota, no me refiero a eso. Queremos hacer "eso"
-Aaaaaah.-dije entendiendo todo.-Que mayor te estás haciendo.
-Tonta.-dijo riendo.-Hoy casi pasa... pero hemos parado a tiempo.
-Mejor, no quiero sobrinos antes de tiempo.
-Pero que tontería tienes encima.-dijo riendo mientras que se sentaba en el sofá, a mi lado.
-¿Tú que tal con Dan?
-Bien, estaba a punto de contarle lo que pasó con mi padre cuando apareciste tú con tu bocaza.
-¿Se lo ibas a contar?-dijo sorprendida-Por fin hablas. No lo puedes tener todo dentro.
-Ya... pero no sé si estoy preparada.
-Tranquila, Daniel no te presionará. Solo hay que ver como te mira. No haría nada que te hicira daño.

*Mi amor, solo tú estás en mi mente...
*Mi primer amor, eres cada respiración que tomo, eres cada paso que doy...
*Mi amor, mi amor, mi amor eterno...

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