Capítulo 20: ¿Problemas?

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«Estoy en camino de enamorarme de ti»

¿De verdad dijo eso o es solo mi imaginación jugándome una mala pasada? Esto no puede ser real, no todo puede ser tan perfecto, ¿o si? ¿Esta es la recompensa que me da la vida por ser tan maldita conmigo en el pasado? Porque si es así, feliz acepto sus disculpas y queda todo perdonado.

Sé que la perfección no existe, lo aprendí cayéndome una y otra vez pero toda esta situación con Thiago es lo más cerca a la perfección que he sentido en toda mi vida. No sé cómo pero en tan poco tiempo se instaló bajo mi piel y creo que ya no hay forma alguna de sacarlo de ahí. Si no lo sintiera así jamás habría hecho el amor con él tan rápido, la única razón por la que quise hacer fue porque confío en él y porque aunque suene extraño, lo necesitaba; necesitaba sentir su cuerpo junto al mío para volver a sentirme viva de alguna forma y eso es exactamente lo que pasó.

Sé que Thiago no me quiere solo por sexo, me lo ha demostrado en muchas ocasiones y cuando me dijo que nunca se aburrirá de mí yo le creí con todas mis fuerzas porque no podía hablar así de bonito si estaba jugando conmigo; él no. Intento con mucho esfuerzo callar esa vocecita de mierda que me dice que eso es imposible y que nunca debo decir nunca, pero sigue ahí y no sé cuánto tiempo lograré seguir ignorándola hasta que me consuma y arruine la única cosa buena que he tenido en este último tiempo.

«Estoy en camino de enamorarme de ti», repite mi mente y sonrío.

Después que decirme esas palabras que todavía no logro asimilar del todo, nos quedamos abrazados un buen rato en un silencio absoluto, no en uno de esos incomodos sino que en esos en los que pareces estar comunicándote de igual forma con la otra persona, como si estuviéramos en un lugar solo para nosotros fuera de esta realidad y sé que no me gustaría haber estado en otro lugar.

Me levanto al baño una media hora después y me pongo la camiseta que horas atrás Thiago me había prestado; me queda lo suficientemente grande como un vestido así que me muevo con confianza por toda la habitación. A pesar de que ya me hubiese visto completamente desnuda hace unos minutos, todavía no me reconcilio del todo con mi cuerpo como para andarme paseando por todos lados sin nada que me cubra.

Al salir del baño, me acerco nuevamente a Thiago y me siento sobre a horcajadas sobre su regazo para besarlo pero en medio del beso, la puerta se abre de golpe mostrando a un agitado Tom besando a una Emily que lleva la mitad del vestido desabrochado. En un principio no notan que estamos ahí, así que continúan con lo suyo hasta que Thiago se aclara la garganta y ambos se separan de golpe mientras sus ojos parecen salirse de sus órbitas y sus mejillas comienzan a tomar un tono rojo intenso.

—Consíganse su propia habitación, nosotros llegamos primero —suelta Thiago entre risas pero yo estoy casi del mismo color que los chicos, muriendo de vergüenza por encontrarme encima de él y solo vistiendo su camiseta.

La situación es bastante incomoda para los cuatro pero una vez que nos dejan solos no puedo dejar de reírme, debería haber grabado sus caras. Es bastante tarde así que luego de esta divertida y vergonzosa interrupción nos quedamos dormidos abrazados. Me siento tan protegida como si fuera mi superhéroe personal y creo que no necesito pedirle nada más a la vida.

***

Por la mañana, debo volver a mi habitación antes de que vuelva a llegar Tom pero despertamos con el suficiente tiempo como para alcanzar a hacer el amor una vez más.

Le doy un beso de despedida y me voy hacia mi cuarto; una vez ahí, me desnudo para darme una ducha y al mirarme fijamente en el espejo me sorprendo de lo que veo. La sonrisa de quinceañera recién besada no me la quita nadie y mis ojos están brillando como nunca lo han hecho. ¿Es posible que solo una persona pueda hacerme sentir así hermosa cuando toda la vida me he sentido insuficiente? No sé cómo lo logra pero es la primera vez que me miro al espejo y no siento asco al ver mi reflejo. Noto que mis costillas se notan más que antes, al igual que los huesos de mis caderas pero, ¿qué más da? Él me quiere así y yo debo empezar a hacer lo mismo con mi cuerpo. Tengo su aprobación pero necesito todavía la más importante; la mía.

Renaciendo de las cenizas (Re-subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora