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Dedicado a mi increíble beta ForgiveQuickly , gracias por aguantarme jajaja

(Dedicaré capítulo a cualquiera que quiera, solo comenta aquí 📍 )

Los labios de Harry eran suaves y dulces contra los míos. Al principio se sorprendió, porque no creo que se esperara bajo ningún concepto que yo hiciera esto, pero pronto empezó a moverlos, amoldándose a mi ritmo. Sus dientes mordieron mi labio inferior y su lengua calmó el lugar justo antes de introducirse en mi boca para poder jugar con la mía.

Él sabía a tabaco y menta, seguramente había estado fumando antes de ir a recogerme. Sus manos masajearon mi trasero sacándome un gemido ahogado. Su dureza se frotó contra la parte delantera de mi pantalón y eso me hizo mojarme más de lo que ya estaba.

Era un maldito urgido, lo acepto.

"¿Vamos dentro?" murmuró contra mis labios. Yo no le contesté, tiré de él corriendo del brazo, sintiendo la adrenalina por mi cuerpo. Sentía mi boca hormiguear por el contacto de la suya, mis mejillas un poco raspadas por el roce de su barba. Solté a Harry y metí la mano en mi bolsillo, buscando mis llaves que casi se caen cuando pasó los labios por mi cuello, besándolo y lamiéndolo.

Solté un gemido bajo, restregando mi culo por su erección y él gruñó, subiendo una de sus manos a mi cabeza, agarrando y tirando de mi pelo, para poner mi cara de nuevo contra la suya y darme probablemente, el beso más guarro que me habían dado hasta entonces. Sus dientes mordisquearon mi lengua, ya no sabía dónde acababa él y dónde empezaba yo. Ni siquiera sé cómo logré abrir la puerta cuando le tenía tan duro, restregándose contra mi culo.

Harry olía salvaje y a protección. Entramos a mi casa a trompicones, tiré por ahí las llaves y Harry me empotró contra la puerta, alzándome de los glúteos y acariciando mis piernas. Besó mis clavículas y yo trataba de respirar de una manera decente mientras que él metía las manos dentro de mi camiseta y me impedía lograr hacer esa misión. Dejó varios chupones en mi cuerpo, haciéndome soltar jadeos.

Lo que realmente me hizo reaccionar un poco fue cuando metió la mano por dentro del pantalón de deporte (llevaba unos de Adidas, no me juzguéis, me va lo cómodo). Sentí sus dedos rozándome en la entrada, la puerta fría a mi espalda, su cuerpo duro contra mí y su olor dominante rodeándome me hicieron perder toda la cordura que me quedaba.

"Harry" gemí patéticamente. Si hubiera podido estar en todos mis sentidos probablemente nunca habría hecho nada como esto. Pero él entendió mi patética súplica y volvió a devorarme los labios.

"¿Tu cuarto?" gruñó, aunque aproveché a que abriera la boca para acariciarle con mi lengua el interior de su boca.

"La única puerta" susurré, ya que al baño sólo se podía acceder por ahí. Harry me llevó a trompicones, casi cayéndose cuando tropezó con una de las sillas que había descolocadas alrededor de la mesa.

"Joder" refunfuñó y yo me reí (un poco cruel de mi parte, pero eh, tampoco es que la chufla me durara mucho más. Al final, no sé cómo, llegamos al cuarto. Yo ya había desabrochado su camisa cuando me lanzó con cuidado sobre las sábanas. No tardé en ponerme de rodilla y ayudarlo a quitarse la camisa que me impedía verle el torso desnudo. Y qué cuerpo, me quedé babeando unos segundos al ver sus abdominales marcados, todo piel blanca y preciosa. Pasé las yemas de los dedos con delicadeza sobre la piel expuesta, sacándole un escalofrío.

Código binario (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora