Capítulo VII

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—Ok, hagamos la prueba —le dijo Frank.
Tenía la mano extendida hacia Samuel, quien sólo lo miraba con cierta duda.
—¿Y si no pasa nada? ¿Qué haremos?
—Supongo que nada. Se acabó.
Lo que Frank y Samuel querían hacer era probar si Samuel podía seguir viendo en futuro aún si ya lo había cambiado. Y en quién más probarlo sino en Frank. Lo había salvado de su cáncer, algo que a la larga iba a matarlo. Es cierto, le había cambiado su futuro a Frank. La pregunta era: ¿Qué futuro le espera ahora a Frank? Y lo más importante: ¿Samuel podría seguir viendo su futuro?
—Espera —dijo Samuel antes de que Frank le tomara la mano.
—¿Qué sucede?
—Si no logro verlo, digo, si realmente no logro verlo.
—No te sientas culpable por eso. Al final de cuentas, no naciste con ese don; se te fue dado.
Samuel lo pensó, Frank estaba en lo cierto. No tenía por qué estresarse por eso.
Finalmente, Frank tomó la mano de Samuel. Y Samuel volvió a rogar que no hubiera una visión horrible, una que, ahora haría que Frank muriera definitivamente, porque a el futuro no le gusta ser engañando.
Entonces, Samuel lo vio...
Samuel soltó la mano de Frank de golpe.
—¿Qué? ¿Qué fue lo que viste?
—Nada.
—¿Nada?
—Sí. Nada.
Lo había captado. Ahora que había cambiado el futuro de Frank, no podía ver lo demás. Ahora lo comprendía mejor que nunca: no podía ver su futuro porque ya había sido cambiado. ¿Era temporal? Tal vez. Tal vez el destino estaba haciendo su nuevo futuro y por eso ahora no podía verlo. Quizás si probaba luego, dentro de dos, tres meses. Quizás...
Frank lo entendió. Como ya era muy tarde de la noche se fue a su cuarto.
Samuel vivía ahora con Frank, le había dado el cuarto de huéspedes para que se pusiera cómodo y a Samuel le había gustado. No reprochaba nada.
Entonces, se le ocurrió que, como le había salvado la vida a Frank; ya era hora. Era hora de decirle que quería ver a Guillermo. Quería realmente saber qué era de él y por qué todo mundo le oculta algo de Guille.
Samuel intentaba no pensar en lo que hacía Guillermo mientras Samuel estaba en coma, pero seguro que no era bueno, sino pues, ¿por qué Frank le dice que aún no puede verlo?
Entonces sabía lo que iba a hacer.
Iba a ayudar a atrapar a ese cerdo de Johan Dodd y lo iba a encerrar. Lo iba a hacer porque con ese Frank ya no iba a poder negarse a ir a casa de Guillermo. Iban a ser ahora dos cosas de las cuales iba a poder usar de pretexto.
La mañana siguiente Samuel esperaba a Frank en la mesa. Había hecho huevos revueltos y café.
—¿Qué sucede? ¿Te caíste de la cama? —le dijo Frank con una sonrisa.
—Frank, quiero ayudarte a atrapar a Johan Dodd.
Frank, quién estaba tomando un poco de café en su taza favorita, lo miró con ojos muy abiertos. Pensó en echarse a reír. No imaginaba a Samuel de policía.
Luego, vio que lo decía en serio.
—¿Estás seguro?
—Sí. Si puedo volver a tocarlo, quizás sepa dónde y cuándo va a hacerlo de nuevo, y está vez poder evitarlo.
Frank le hecho muchos cuentos. Que no podía meterlo así como así a la comisaría, que sería un proceso tardado y muchas otras cosas más.
—Entonces seré tu visitante.
Ahí no tuvo nada que comentar. Eso realmente podía hacerlo. Y Frank empezaba a pensar que tal vez sí era una buena idea. Tal vez, después de todo, le podía sacar provecho a la nueva habilidad de Samuel.
—Está bien —dijo Frank—. Hagámoslo
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Hola mis lectores❤ aquí les dejo otro cap, muy pronto se viene lo de Guille.
¿Cuantos están listos para el reencuentro de Samuel y Guillermo? (*-*)/

La zona muerta  «Wigetta»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora