Capitulo 27

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Dejo caer la cabeza contra el asiento y cierro los ojos, el aire me encanta cuando choca contra mi rostro. Apenas hemos dejado claro el tema de nuestro contrato hablado, me ha seguido llevando por las hermosas calles de esta ciudad, dejándome ver la arquitectura, y cuanta cosa me interesa, incluso he usado mi celular para tomar algunas fotos.

-¿Te has aburrido? – pregunta más preocupado de lo que debería

-No... solo... el aire también se disfruta - sonrío nostálgica. Extrañamente no quiero llegar a casa y volver a las preocupaciones de siempre, aquí se hacen más llevaderas.

-Espera... tengo una idea – vuelve la mirada al camino y parece que ahora conduce con un propósito

Es sencillo, bueno en realidad no lo es, es completa y jodidamente incomodo tener que posar para una jodida foto, mas cuando es mi jefe quien decide tomarla. Sé que ha quedado claro el hecho de no hablarnos como jefe y empleada, pero sinceramente necesito un poco de eso para no estar besando su mandíbula tensionada cada que puedo.

-Trevor... en verdad, paso – arrugo la nariz

-Vamos Jazmin solo es una foto, te ha encantado la vista y contigo en ella ha de ser mejor aun – sonríe en verdad interesado

Lo miro fijamente con los ojos entrecerrados, simplemente no quiero posar para una jodida foto ¿cuán difícil es entender eso?

-No quiero – me cruzo de brazos, hago ademan de un puchero y espero entienda que soy demasiado tímida, además de que no me gustan las fotos, o no sola, es algo notorio, no tengo una sola foto en la que aparezca solamente yo, exceptuando la de mi hoja de vida, las pocas que tengo estoy acompañada de Destiny o algunos antiguos compañeros.

Entorna los ojos y guarda su celular, entonces por fin me siento cómoda y camino hacia el pequeño puente donde veo embelesada a las personas, el cómo caminan o navegan con naturalidad, absortos de lo hermoso que es todo, acostumbrados y distraídos.

Suspiro pesadamente, es completamente magnífico, pero todo hace una pausa cuando mi estomago decide rugir tan alto que lo abrazo esperando ocultar o apaciguar el sonido.

-Creo que tienes hambre – su mano se posa en la parte baja de mi cintura para guiarme directo al auto

No... que va, solo estoy entablando una linda y ruidosa conversación con mi estomago al estilo alemán.

-Yo... - ¿hambre? ¡Sí! Dios puedo comerme una vaca entera – Si un poco

-Volvamos, es mejor que comas algo – lo dice demasiado serio

-Si – bajo la mirada un poco

Con apenas un par de zancadas llega a mi lado y sujetándome la cabeza con ambas manos me obliga a recibir su beso, primero tan fervoroso y exigente, luego tan delicado y excitante. –Wow, Señor si estás ahí, quiero que le des las gracias a los papás de Trevor por crear un hombre cuyos besos sean tan exquisitos -. Suspiro sin aire una vez nos separa.

El camino de vuelta al hotel se me hace mil veces más corto, eso y el hecho de que cada que nos detenemos su mano juguetea con mi rodilla, trazando delicados círculos, estimulando todos mis nervios. Una vez en nuestro piso con normalidad nos guía hasta mi habitación, sin dejar mi espalda libre de su toque una sola vez.

-Gracias – sonrió sin mucho ánimo

-¿Me permites acompañarte? – sostiene la puerta y me hace entrar

Mi entrepierna empieza a advertir lo que viene, y tristemente se me ha pasado el hambre.
Comienza a caminar por toda la estancia como si la conociera a la perfección, pone un poco de música, estoy por adivinar cual canción es cuando sus manos se posan en mi cintura y su boca en mi cuello.

Suit of Strangers (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora