Suit of Strangers (en edición)

Capítulo 33

-Jaz... despierta – En el fondo de mi profundo sueño puedo oír su voz, solo que no quiero, me siento tan ligera que puedo dormir un par de siglos más – Jaaz – ahora siento su mano acariciar un poco mi espalda

-Cinco minutos – me abrazo un poco más a su pecho y me acurruco lo más que puedo, en realidad me siento a gusto y deseo dormir

-Recuerda que tenemos una reunión hoy – besa mi frente delicadamente – buscando despertarme como pueda

-Sí, pero eso es hasta las tres – gruño ya tristemente un poco más despierta – puedes ir arreglándote tu

Suelta una leve carcajada, para seguido decirme con el tono más dulce que puede – Jaz... cariño... son las dos de la tarde

-Mierda - me levanto de sopetón y toda la vista se me nubla, tanto que pierdo un poco el equilibro y me apoyo de lo que sea...

-Jaz... yo también quiero pero hay que irnos – lo dice de la manera más intimidante y coqueta que puede

Medito un par de segundos y entiendo todo, rápido quito mi mano de su mini erección y la apoyo en la cama para tener estabilidad -No seas creído – ruedo los ojos y me cruzo de brazos, el solo sonríe. En lo que recupero mi vista veo como se levanta de la cama con naturalidad, le da la vuelta y como si nada me carga para meternos a la ducha.

-tengo mareo – soy honesta mientras me agarro fuerte de su cuello

Si esto es un sueño que nadie me despierte... Este Adonis, dios griego, romano o lo que sea me está cargando y parece que le pesa más una pluma que yo. Definitivamente el sexo con este hombre hermosea el peso.

Camina hasta la ducha y allí me deja de pie, no sin antes verificar que tengo estabilidad, regula el agua y comienza a ducharse a la par conmigo. No me siento en posición de hablar o comentar siquiera algo, uno por que temo despertar y que todo sea algo así como un seño, y dos porque en medio de todo me siento un poco avergonzada, solo me ducho a la par con él y me centro es hacer todo lo más rápido posible, hasta que finalmente salimos de la ducha.

-No demoran en traernos la ropa de hoy – suelta con naturalidad mientras sacude su cabello con una toalla para secarlo

-¿La ropa de hoy? – creo que han sido mis primeras cuatro palabras después de despertar, bueno eso después del gran Mierda que he gritado al darme cuenta de la hora

-Si Jaz... como no conozco bien la ropa que has traído para las reuniones – sonríe con amabilidad, tu tranquilo que payasa no soy... – y no me tomes a mal – arrugo la nariz dándole tranquilidad, aunque me moleste mucho que piensen que me visto como tarada, esa es una de tantas cosas que Emmet también me inculcó, pues a veces necesitaba conocer que ropa llevaría para sentirse más cómodo o para no tener que pedirme hacer cambios a último minuto

-¿y qué clase de ropa es? – ladeo la cabeza, mitad curiosa, mitad incomoda, no se me da lo de putiasistente

-Es una reunión algo relajada – sopesa mi pregunta para saber responderla – ya tenemos casi todo perfecto así es más algo informal con intenciones de dejar a un lado la corbata y poner una copa de vino en la mano – lo dice tan suave, tan sutil, que me pierdo en su boca por un segundo... ¿Qué tal uno rápido? Niego mentalmente... tras de que vamos tarde, yo parezco conejo.

La puerta suena y sonrío mientras ajusto la toalla alrededor de mi cuerpo y me dirijo a abrir.

-Buenas tardes, mi nombre Benny – sonríe – y busco a Jazmin Mayson – Habla algo enredado el rubio enfrente mío, un chico fornido, de unos 16 años, con un uniforme de no tengo idea que es, cuyos ojos son de un tono verde oscuro, y si se queda mirándome un poco más, hasta podré ver cómo son sus babas.