Capitulo 2

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Las personas a mi alrededor sacan una carcajada en mi honor, sus manos en el aire aplaudiendo, sus rostros sonrientes y el dinero en sus manos son bastante motivación para que el licor valga la pena dentro de mí cuerpo.

-Tres más y te vas a casa con trescientos dólares cariño – Anuncia el castaño a mi lado

Observo a todos en la mesa y las manos vacías de mi acompañante, quien parecer no haber tomado nada, al menos los otros tres de la apuesta, llegaron a la mitad.

-¿Qué sucede Trevor… te rindes tan rápido? – chillo burlona mientras le hago un guiño

-alguno de los dos debe estar sobrio… y tu estas a tres chupitos de ganar una apuesta – sonríe de lado y siento mis mejillas arder

-a  dos chupitos – sonrió orgullosa mientras tomo una copa de la mesa y la llevo rápidamente a mi boca, para tragar todo el líquido en un solo sorbo

El bullicio que causa mi acto suelta una risita nerviosa por mi parte, pero son las quejas las que me hacen carcajear. Han sido varias las personas que han apostado en mi contra… pues vean como gano todo su dinero.

-creo que con doscientos cincuenta estarás bien – la voz de Trevor me toma distraída, y su mano en mi hombro causa un escalofrío en mi espalda

-Eres tan tierno – sonrió enternecida por su mirada preocupada y me decido por abrazarlo fuertemente. Pero su camisa costosa quizá se arrugue, entonces lo libero de inmediato y opto por besar su nariz – solo son dos… - ladeo la cabeza con inocencia y llevo otra copa directamente a mi boca sin despegar mi mirada de sus hermosos y azules ojos

-Uno… uno más y te llevaras trescientos dólares, preciosa – susurra el castaño con voz de animador

No sé exactamente de donde o como es que lo conocí, solo sé que me ha caído bastante bien y su actitud ha logrado atraer más apostadores a la mesa.

-A la una… - comienzo un conteo y todos me siguen – a las dos – tomo la copa en mi mano  – y ¡tres! – grito eufórica y llevo el licor a mi cuerpo. Siento como el líquido pasa por mi garganta y quema a su paso. Mi rostro hace un gesto de desagrado pero doy brinquitos orgullosa por lograr ganar y dejarlos con sus burlas.

Las personas gritan mientras entregan el dinero al castaño, quien alegremente lo recibe y cuenta varias veces entre sus manos – Mira preciosa – señala los billetes verdes en su palma – trescientos dólares –los coloca en mi mano de golpe y seguido me arrastra hasta ahogarme en un inmenso abrazo que gustosamente recibo alegre – deberías venir más seguido… me haces dinero – hace un guiño y se marcha a hablar sonriente con otras personas que parecen no tener más que hacer, que gastar dinero.

Luego de salir del estúpido bar para personas cuyas billeteras no tienen un solo billete de un dólar, ni mucho menos centavos, de hecho juro que el más bajo valor será de diez dólares… nos decidimos por arriesgarnos a entrar en el “Joker place” en donde parece que solo entran motociclistas y personas que si las ves solas en la calle lo más seguro es que sujetes con más fuerza tu cartera y comiences a rezar a cuantos dioses sepas que existen. 

Sonrío de oreja a oreja alegre por haber ganado la apuesta, casi nunca gano cosas, y el dinero que he recibido es de conmemorar, quizá mande a enmarcar uno de los billetes como recuerdo de mi gran victoria.

-¡Gane! – chillo eufórica mientras me abalanzo sobre Trevor

Me quedo viéndolo unos segundos y junto mis labios con los suyos, empiezo a besarlo con naturalidad pero algo en mi  me dice que esto no está bien. 

Sus manos me sostienen y no sabe cómo reaccionar, lo he dejado inmóvil. Mis mejillas comienzan a teñirse de un tono escarlata ya que estoy comenzando a avergonzarme de mis poco respetuosos actos, rápidamente me separo y empiezo a balbucear cuantas disculpas llegan a mi cabeza ebria.

Suit of Strangers (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora