Capítulo 31

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Salimos del lugar con una discreta bolsa en las manos de Trevor, quien me ha mostrado la creciente erección que ha tenido mientras yo me asesoraba en cómo usar unos panties vibradores. Inevitablemente hago la lista de lo comprado, son pocas cosas sin embargo me acelera el corazón pensar en ellas, un huevo vibrador con mando tipo MP3, unos panties vibradores, una bolas chinas metálicas, un tapa ojos y un par de huevos masturbadores que he convencido que compre.

Lo veo de reojo y luce relajado, cómodo y tranquilo, no hay en el tensión alguna, tan despreocupado tan atractivo.

-Tengo algo de hambre, quieres algo ahora, o esperamos un poco más y almorzamos - posa uno de sus brazos sobre mis hombros y me ve expectante.

-Comer un poco estaría bien - sonrío más natural de lo que me siento.

Caminamos así hasta una pequeña cafetería, donde nos sentamos en las mesas que están dentro, pido un jugo y un croissant, el pide una cerveza y un croissant también, ignorando los estúpidos coqueteos de la mesera, a quien estoy a nada de mandarla a su casa con lindas palabras.

Acomoda la bolsa sobre la mesa y la extiende hacia mí - quiero que te pongas el huevo vibrador - suelta con naturalidad percatándose de que nadie preste atención a nuestra conversación

Me poco de mil colores, y lo veo como si me acabara de decir la cosa más descabellada del mundo - No Trevor, estás loco - suelto con sorpresa

-Te reto - sonríe de lado - si lo haces y duras con él hasta que yo te diga, te llevo en un buen tour por la ciudad - relame sus labios no sin antes pasar un poco sus dientes por el labio inferior - pero si no... y ahora luce más amenazante - salimos de aquí para el hotel y dejas que te haga todo lo que se me ha ocurrido mientras estábamos en la tienda sexual.

Ruedo los ojos no contenta con el reto, honestamente quiero que me lleve al hotel, porque ha sonado bastante excitante, sin embargo si quiero conocer el lugar, por lo que con total seguridad tomó la bolsa y me dirijo hacia el baño.

¿Porque soy tan testaruda y voluntariosa?... me regaño mentalmente una vez salgo del baño con eso entre mis piernas y el mando tipo MP3 en una mano y la bolsa con todo lo demás en la otra, me siente frente a él con algo de incomodidad, no mucha, he usado tampones y es en lo mínimo parecido.

-¿Me pasas el MP3? - sonríe ampliamente mientras observa la comida ya sobre la mesa aparentando naturaleza y distracción

-Estás loco - grupo con una mini sonrisa en mi rostro mientras le paso el mando del vibrador.

Comenzamos a comer, y a hablar un poco de negocios, ya decidió que viajamos el domingo por la tarde, así que el lunes me ha dado el día libre después de la uan de la tarde, ya que en la mañana me necesita para acomodar su agenda y demás asuntos. Me gusta hablar con él en calma, sin tanto pero o problema, de hecho me gusta así relajado, amable y natural.

-¿Qué? - sonríe de una manera muy hermosa y lleva un pedazo de croissant a su boca

-Me agradas más así... sin ser tan frio y serio - suelto confianzudamente y le guiño un ojo

-Sí, pero recuerda que una vez volvamos del viaje esto ya no estará - señala su sonrisa y sigue comiendo

Ruedo los ojos con disgusto, no con él, si no conmigo, me irrita que en el fondo sí me gustaría que las cosas siguieran así, sin embargo por nuestro bien emocional y laboral, todo debe quedar única y exclusivamente aquí.

Mierda.

Me contraigo completamente desubicada, mientras aprieto mis piernas ante la nueva sensación que perciben, Si hay un dios de los vibradores, le agradezco infinitamente por el que traigo puesto.

Suit of Strangers (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora