La hija de la sirvienta.

Capítulo 43.

  El avión aterrizó, Logan me había despertado segundos antes que aterrizara, baje de mala gana. Irlanda era muy bonita, mi padre me abrazó y caminamos hasta la limo, allí subimos de nuevo, partimos a la casa. Estacionamos era una casa muy bonita.

—Quedan solo dos cuartos disponibles —El miro a Logan—La compartirás con Logan —Me dijo—

Asentí.

Subimos a la habitación que nos había correspondido era grande, tenía un clóset, tocador, un baño, una cama gigantesca, un enorme espejo, una pecera, una tv, una ventana que era envidiable. Comencé a desempacar, al rato llego Logan y también desempaco.

DÍA SIGUIENTE.

Estaba postrada al frente de la puerta del baño, esperando que Logan saliera de la ducha. Llevaba mas de 30 minutos esperando que el muy puto saliera, me harte abrí la puerta y entre, me quite rápidamente la ropa y entre a la ducha.

—¿Qué haces? —Me grito Logan—

—No me jodas —Lo calle—Salte, ya llevas más de media hora —Dije aplicándome jabón—

—No he terminado —Me estaba empujando en la ducha—

—Logan no —Grite—Déjame bañarme —Decía empujan dolo—

—Pero yo estaba primero —El me empujo resbale y rose con él y ya que estábamos desnudos—

Incómodo.

—Vez lo que haces —Dije apartándome luego de golpearlo—

—¿Por qué no te quedaste donde estabas?

—¡Logan! —Grite—

—¿Qué?

—Me incomodaste, ¿podrías salir ya?

—Pero aún tengo shampoo.

—Muévete y quitatelo ya.

El se quito rápido el shampoo y lo saque a empujones de la ducha, me bañe rápido y salí envuelta en una toalla, me vestí con una camisa más vieja que la abuela de papá, y un pantalón, me puse medias, me cepille el cabello y me eche en la cama, me puse a ver tv.

—Lakey —Grito Logan—

—¿Qué sucede?

—Tengo hambre

—¿Y que pasa con eso?

—Tú eres mi mejor amiga y..

—Orita hago algo —Dije—

—Siento que te amo.

Baje las escaleras, hice unos panqueques con jugo, llame a Logan, el comenzó a comer, estaba guardando los ingredientes, cuando me salpico jugo y comenzó a reír, le tire harina, el me quito el paquete de harina y me empezó a tirar, agarre los huevos y se los lance, uno en la cabeza dos en el cuerpo, la cocina echa un desastre y nosotros también, en eso llegó mi padre con un señor. Volteamos y creo que me puse de todos los colores del mundo.

—¿Qué paso aquí? —Dijo furioso—

—El empezó —Dijimos Logan y yo al unisono señalándonos como niños pequeños—

—Estoy muy decepcionado de ambos —Nos dijo—

—Lo siento

—Yo también —Dijo Logan—Pero ella empezó —Agarré un puñado de Harina y se lo tiré en la cara, la cual le quedo blanca—