Capítulo 61.

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  —Ya, tranquilizate —Dijo sobando mi cabeza—

—Es un bastardo —Dije—

—Tranquila —Beso mi mejilla para ayudarme a levantar y tomo mi bolso colocándoselo en un hombro, paso su brazo por mis hombros. Me guío para caminar hasta el comedor mientras le narraba la historia de Zayn, Fuimos hasta la fila tomamos nuestras comidas y caminamos a la mesa donde estaban los chicos—

Ahora eran cinco personas que sabían mi historia con Zayn, contándome a mi por supuesto.

—Hola chicos —Dijo James, se notaba feliz—

—Hola —Sonreí y baje la mirada para jugar con mi comida y llevarla a mi boca—

—Hola —Dijo Bruno incomodo colocando mi bolso a un lado para empezar a comer—

Venia Lea, cogida de manos con el temerario Zayn. Mis ojos ardían no de celos no nada de eso, si no por lo que me había hecho hacia un rato.

—Hola chicos —Sonrió Lea—

—Hola —Dijeron todos al unisono—

—El es mi nuevo novio Zayn —Sonrió—

¿Esto era un juego?

—Me alegro amiga —Levante la mirada, sonreí tan hipócritamente como fuera y metí una cucharada de mi comida a mi boca—

—Si igualmente que sean muy felices —Dijo James—

—Si, felicidades —Dijo Bruno, tomando un gran sorbo de agua—

Se sentaron a la mesa, y Lea se fue rápidamente a hacer la fila para traer su comida y la de Zayn "ESTUPIDA".

—Chicos iré a pasear por el campus

—Bien amigo —Dijo Bruno, se chocaron de manos y James se fue—

Zayn aventó un trozo de papilla en mi mejilla, yo fruncí el ceño lo fulmine con la mirada. Me limpie y me levante.

—Bruno ¿nos vamos?

—Claro

—Te dejas gobernar por un perrita —Río Zayn—

—Callate imbécil —Dijo Bruno, lo empujo y Zayn callo encima del puré, medio comedor río el otro comenzó a aventarle comida a Zayn—

—Estás en un serio problema —Dijo Zayn limpiándose la comida—

—Mira como tiemblo —Río amargamente y me tomo del brazo para salir de ahí—

[...]
Derechos penales de un empresa.

—De verdad estas loco —Dije comiendo una mandarina de mi bolso—

—Es un niño bonito —Río Bruno—

—Si lo es —Reí—

—Okays —Tomo mi mandarina y solo me dio un gajo—

—Hey —Le quite la mandarina—

Empezamos a reír.

—¡HEY! —Dijo quitándomela de nuevo—

—Nos regañaran —Se la quite de nuevo—

Eramos el centro de atención y Bruno estaba riendo.

—¡Señoritos! a la sala de detención los veo después de clases. —Dijo el profesor—

Salimos del salón, todas las miradas estaban en nosotros mientras caminábamos hasta la puerta. ¡Detención! Entramos el salón estaba completamente solo.

—Te dije que nos regañarían —Lo golpee—

—Odio a ese anciano —Río—

—¿Quién no? —Se me cayo un libro mientras lo guardaba en mi bolso—

—Si —Se agacho a recoger el libro, mientras yo también y en eso nos dimos un golpe en la frente, pero nuestras miradas chocaron y nuestra respiración se hizo una sola.

El me miro lentamente y se acerco a un paso que era muy escalofriante, roso sus labios con los míos. El beso se templo al unirnos mas, cada vez mas. Nos levantamos y el me tomo por la cintura, yo lo rodee con mis brazos en su cuello. Era bien probar labios distintos. Su lengua se asomo la deje entrar recorrió cada extremo de mi boca, luego volvimos a los besos tradicionales. Lentamente paso su mano por mi pierna para subirlas hasta su cintura en la cual yo me enrolle. Camino unos pasos hacia atrás pasando seguro a la puerta, volvió y me volví a enrollar en su cintura seguíamos con el beso, sus manos desabotonaban delicadamente mi camisa, tomo y me alzo me puso sobre el escritorio, me recosté y se tiro encima de mi, metió una de sus manos dentro de mi sostén.

—Deshazte de ella —Dije—

—Puede llegar alguien y sera mas rapado si estamos vestidos —Dijo mordiendo mi labio—

Bajo un solo un poco mi pantalon como el de el, luego mi pantys y luego bajo su interior. ¡Joder! se adentro muy lento en mi para luego dar grandes embestidas, era algo que no hacia desde hace mucho. así duro unos minutos llegamos al hermosos clímax, ahí iba mas lento dejándonos paso para disfrutar mientras estallábamos.

—Profesor está el aula cerrada —Se escucho detrás de la puerta—

Rápidamente Bruno se bajo, subi mis pantalones y me abotone la blusa me fui hasta un pupitre de atrás donde me cepille el cabello y me hice la dormida, mientras bruno se sentó adelante muy lejos de mi con sus audífonos y su Ipod en manos.

—Señorita __(TN) Despierte —Grito el profesor aunque yo no estaba dormida—

—¿Mmm? —Dije con voz ronca—

Allí explico nuevamente la clase, Bruno y yo de vez en cuando chocábamos miradas y nos mirábamos pícaramente. Había sido algo totalmente nuevo, un chico rudo dentro de mi, algo totalmente loco y nuevo, pero candente.  


La hija de la sirvienta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora