La hija de la sirvienta.

Capítulo 53.

Desperté acalorada, casi sofocada me asuste al pensar que había fuego, pero no, solo no había electricidad. Me levante de la cama de mala gana, es lo peor tener que despertarse con calor, puse el agua fría y me metí a la ducha el agua me quito el calor, salí envuelta en una toalla y hoy tenia que ir a la universidad. Me vestí cómoda, arregle mi bolso, salí de mi habitación y baje las escaleras, agarre comida y la eche en mi bolso, luego cogí una tostada, me despedí de las señoras de servicio y salí, mi padre me esperaba fuera en su camioneta, se preguntaran porque mi padre me lleva y me busca, allá son unos bebés, a los chicos nuevos que llevan sus propias autos, los cogen o le parten los vidrios, etc, etc. Tengo que esperar algunos meses para poder llevar mi propio auto. Mi padre me dejo en la universidad dejando plantado un beso en mi mejilla, baje de la camioneta, camine por todo el campus buscando a Logan ya que era el único que de verdad conocía.

—Hola —Dije una voz masculina detrás de mi—

—Hola —Voltee y me encontré con un chico de buen físico—

—Soy bruno ¿y tú?

—Mucho gusto, ____(Tn)

—Eres nueva ¿no?

—Si, ¿y tú?

—Año pasado —Río—Reprobé el semestre, hace unos días te vi en mi aula.

—¿Si?

—Si, hablabas con un chico y luego saliste corriendo

—Asuntos personales —Me alce de hombros—

—Iré a trabajos empresariales

—Hey, yo también tengo esa

—Si quieres acompáñame

—¿No te molesta?

—Claro que no

Camine con el hasta el aula, era grande y espaciosa, el camino hasta el fondo yo camine detrás de el, pero me senté dos puesto adelante.

—Hey —Dijo Bruno—

—Dime —Voltee—

—Siéntate, aquí —Dijo señalando el puesto de un lado—

No podía dejarlo mal, y ademas yo no tenía pareja, me levante y camine hasta el puesto libre.

—Pensé que te sentarías aquí desde un principio

—Creí que ibas con alguien más

—Bueno, soy el rudo a quien todo el mundo le teme

—¿De verdad?

—Si

—No te ves temerario

—No te he demostrado mi mal lado

—No quisiera conocerlo

—No te lo presentare entonces —Río—

—¿Como vas con tu novia?

—Cincuenta, cincuenta —Río—

—Seguro —Asentí—

—Prometido —Reí—No he sabido de el en días

—¿Prometida? ¿Tan joven?

—Si

—Joder, niña casada

—Casada no, solo prometida

—Okay

—Ujum —Voltee y busque en mi bolso mis libros—

—Hey

—¿Qué?

—¿Te molestaste?

—No, ame conocer al otro Bruno —Dije histérica escribiendo la fecha en mi cuaderno—

—Lo siento —Dijo cerrando mi cuaderno, a lo cual yo fruncí el ceño—

—Vale —Dije quitando su mano y abriendo de nuevo mi cuaderno—

—No te rogare mas niña, creete como quieras.

—Bien —Cerré mi cuaderno a lo brusco y agarre mi bolso estaba dispuesta a largarme de ahí—

—No te vayas —Dijo cogiéndome del brazo—

—Parece que te molestara mi presencia

—Claro que no

—Bueno

Decidí quedarme. La verdad me había molestado, Bruno era simpático, ojos color grises, sonrisa de comercial, cuerpo de atleta, era alto de buen tamaño, era blanco con el cabello negro oscuro, era lindo.

Así pase todo el dia, con Bruno, el me contaba todo de su vida, la pase muy bien con el, al final del dia pude ver a Logan el cual me frunció el ceño al verme con Bruno y no me hablo en toda la clase, me senté a un lado de Bruno, nos dejaron un trabajo en pareja y como Logan no me hablo en toda la clase decidí hacerlo con Bruno.

La campana sonó, era hora de ir a casa.

—Hey, ¿cuando nos reuniremos para hacer el trabajo?

—¿Tu casa o la mía?

—Mejor mi casa.

—Bien, ¿donde es?

—Sigues esta calle y cruzas por la izquierda allí.

—Bien, mañana ¿a las?

—Tres

—Okay, adiós

—Adiós.