La hija de la sirvienta.

Capítulo 98.

— Esta bien, entiendo —Dijo Zayn— Sal conmigo.

— ¿Qué?

— Nada comprometedor —Balbuceo— Solo como amigos. Te juro que no pasara nada más que una cena. ¡Lo juro!

— Si digo que si, ¿no me molestaras más?

— Está bien.

— Bien —Tome la puerta para cerrarla de nuevo, y él la detuvo-

— Es esta noche.

— ¿Esta noche? ¿Estás loco?

— Oh vamos. No volveremos tarde, lo prometo.

— Mírame como estoy vestida.

— Vamos así. No estás mal.


Volví adentro, tome mi celular, deslice mis converse por mis pies. Y Salí cepillando mi cabello con los dedos, Zayn cerró la puerta detrás de mí y bajamos en el ascensor, en completo silencio. Salimos al estacionamiento y Zayn cargaba un ferrari de color negro. Me abrió la puerta y entré, el dio la vuelta y se sentó en el asiento del conductor. El auto comenzó a andar y encendí la emisora.


Llegamos a un pequeño puesto de comida rápida, había mesas decoradas con manteles de color blanco y lindos detalles. Había pequeñas luces que alumbraban la escena, nos sentamos en una mesa y en seguida llegó una chica mascando goma de mascar, y pidió nuestras ordenes. No era el restaurant más lujoso pero para ser un puesto de comida rápida estaba muy bien. A los pocos minutos de espera, trajeron nuestra comida. Así pasamos, comiendo. Una que otra vez Zayn decía un chiste y yo reía. Me pregunte por un momento ¿Qué nos pasó? Seguí disfrutando de sus chistes raros, y cuando terminamos de comer el pago y nos dirigimos de nuevo al Ferrari. Entré y coloque mi Iphone en mi oreja, llamando a mi papá.

— ¿Ya es mañana en Londres? —Dijo—

—Que gracioso papá. -Reí- ¿Como esta Luke?

— Esta bien, se ha portado muy bien estos días.

— Me alegra, mucho eso.

— Si, a mi también.

— Bueno, hablamos. ¡Los quiero! Muack —Les mande un beso y colgué la llamada —



Zayn estaba conduciendo, hacía el puente. Me sorprendí cuando estaciono y bajo. Había un lado del puente donde se podía visualizar hacía abajo.

— ¿Qué rayos haces? —Dije abrazándome—

— ¿Por qué?

— ¿Qué hacemos aquí? Dijiste que después de la cena, me llevarías a casa.

— Esta bien, nos quedaremos 10 minutos y nos iremos.

Rodé los ojos

Estaba recostada observando el agua, se reflejaban todas las luces de la ciudad, era algo realmente hermoso. Muy en el fondo le agradecí a Zayn por haberme traído aquí, resople del frío que hacía y me abrace a mi misma de nuevo, frotando mis brazos con mis manos.

— ¿Tienes frío?

—Si —Dije tan obvia como pude—

Zayn se acercó dudando, y paso su brazo por encima de mis hombros y poco a poco me acerco a su cuerpo, me quede rígida pero luego de un momento me acurruque y el paso su otro brazo abrazándome lo cual le agradecí, el frío poco a poco se iba desvaneciendo. Hundí mi cara en su pecho, y él me apretó mas y beso mi cabello, pude sentir pego su mejilla a mi cabello.

— Y si algún día, por esas cosas de la vida, quisieras verme de nuevo. Dímelo— Dijo besando mi cabello nuevamente, yo no respondí solo hundí mas mi cara en su pecho— La verdad es que si pudiese estar con alguien, seguirías siendo tú. —Me coloque rígida y me solté de su abrazo—

Su boca estaba solo llena de mentiras, y me enojaba creérselas con tanta facilidad.

— Ya tú estas con alguien

—Me duele extrañarte, y saber que te importa una mierda 

—Yo no puedo decir lo contrario —Se me hizo un nudo en la garganta—

— ¿Crees que es fácil amarte? Siempre me escupes en la cara todos los malditos errores que cometí pero joder ¡TU TAMBIÉN TUVISTE LOS TUYOS! Eres jodidamente loca y rara, algunas veces eres tan egocéntrica que solo quiero correr y dejarte, pero no puedo, tienes algo que siempre me hace volver a ti. Tú sufriste por mi y yo sufrir por ti. Empate

— Yo...

— Se que te lo he dicho mil veces, se que trato de olvidarte. Pero por más que lo intento falló. ¡Siempre! Maldita sea. Es como si no pudiera sacarte de mi cabeza, en serio. Pero esta vez sí, no volveré. Perdona si te molesté con mi mensaje. En realidad no tenía nada importante que decirte Solo quería que supieras que estas en mis pensamientos y que has sido muy importante para mí (todavía me dueles). Espero que estés bien y que sigas con tus proyectos (donde me gustaría estar). Nos vemos (te estoy esperando). —El suspiró gigante y dijo— Lo siento, ten para tu taxi. 

— Zayn no quiero que te vayas. —Dije en un susurro, casi audible solo para mí—

— ¿Qué?

— Yo...

— Adelante, dime.