El Encuentro Secreto ∘ [harugou]

ᴏᴄʜᴏ

Haru había decidido llevarme a casa antes de él volver a la suya. Tal como en la mañana, no había casi tema de conversación. Sin embargo, no era incómodo en lo absoluto, podía decir que era tranquilo.

−¿Kou?− llamó Haru sacándome de mis pensamientos, −Me tienes miedo ahora, ¿no es así?

No pude evitar soltar una pequeña sonrisita ante semejante comentario tan tonto, −Si te tuviera miedo, dudo que te hubiera dejado traerme a casa.

Me miró con seriedad, −Probablemente lo hacías al pensar que no tenías otra opción.

−Haruka-senpai− exclamé, −Lo que puedo decirte es que mis únicos miedos son: las arañas, la oscuridad y perder a las personas que más me importan.

Él miró al frente sin expresión alguna, −Oye... ¿qué opinas de Makoto?

−¿Eh?− musité aturdida, −¿Makoto-senpai?− murmuré.

Haru me miro en blanco, supongo que tenía miedo de lo que iba a ser mi respuesta. Desde que había hablado con la abuela de Hinata y Rukio, no habíamos discutido el tema visto. Quería hablar con él sobre eso, pero al mismo tiempo me daba miedo su reacción. La mujer había dicho que yo le gustaba, pero aún así dudaba sobre el hecho.

Quiero mandarle una indirecta, algo que lo haga saber que siento lo mismo por él. No quiero ser muy evidente, ni sonar desesperada, así que iré con lo más básico primero.

−Es un chico atractivo, de buen corazón... su sonrisa es muy motivadora, y claro una persona que se interesa por los demás− pude notar las cejas de Haru inclinándose, −Pero...  aún con todo eso, no es mi tipo. Si es eso lo que estás preguntando.

Él no contestó, y no fui capaz de mirarlo por miedo a que su reacción fuera de desinterés y aburrimiento, creo que eso me dolería mucho más que el no ser notada.

En menos de lo que yo me esperaba, ya estábamos en la puerta principal de mi casa.

−Bueno, mu-muchas gracias por acompañarme hasta aquí.

−No es problema...− pausó, −Y a ti gracias por... por no tenerme miedo.

Le sonreí, −Te devuelvo tu abrigo− dije a punto de quitármelo.

Él agarró mi brazo, −Quiero que te la quedes.

Ay dios mío...

Me quedé en shock ante la petición. No pude dar respuesta alguna, él simplemente se dio media vuelta.

−Adiós, Kou.

−¡E-Esto!− llamé antes de que se girara nuevamente hacia mí, −Haruka-senpai, ¿podría pedirte...− tragué saliva, −que me llames Gou?

Venía con ese pensamiento todo el día. Me molestaba que me lo dijeran, es verdad... pero que él me llamara así era diferente. Quería que me dijera por mi nombre, ya que me causaba una sensación diferente... pero muy agradable.

Mis mejillas quemaban, y sentí como saladas lágrimas se posesionaban en mis ojos, los apreté para que estas no salieran. Los nervios me estaban matando, a este paso, terminaré entrando a mi casa sin respuesta alguna.

Acto seguido, sentí unos labios húmedos presionados a mi mejilla, al desprenderse, se acercaron a mi oído.

−Está bien, Gou...