El Encuentro Secreto ∘ [harugou]

ᴄɪɴᴄᴏ

−Entonces, ¿quieres hacer algo hoy?− preguntó sacándome de mis pensamientos.

−¿Eh?− musité, −¿Cómo qué?

−No lo sé. Es sábado, no hay entrenamiento... tampoco escuela. Deberíamos salir a hacer algo− dijo acomodando una de sus camisas en su cajón.

Oh por dios... ¿una cita? ¡Una cita!

−M-Me gusta la idea... ¿adónde te gustaría ir?

−Realmente no importa− se me acercó, −Con tal de que estemos los dos solos me parece bien.

La sonrisa pícara de Haru me dejó sin aliento, la sangre se me subía a las mejillas y sentí como si vapor saliera por mis orejas. Maldita sea, no me puedo controlar, quiero tirarme en cima de él.

¡Mantén la maldita compostura, Matsouka!

−E-Esto...− traté de mantener la calma, −¿Qué te parece un acuario? ¿O un parque de diversiones?

Asintió.

↭

Al darme cuenta que no tenía ropa limpia, Haru me había prestado uno de sus suéteres.

Era muy lindo, azul marino con la parte de arriba de color azul rey, olía muy bien, al igual que la cama... mi nuevo olor favorito.

Haru había tomado la decisión de llevarme hasta mi casa a cambiarme la ropa y a dejar mis pertenencias antes de partir al parque de diversiones. El viaje en metro se me hizo eterno, pero no me importó, estaba con Haru... y eso me tranquilizaba...

Entramos a mi casa y noté que mamá no estaba en casa −cómo raro−.

−Entonces, Haruka-senpai, iré a cambiarme rápidamente. Puedes mirar por dónde quieras.

−Sí...− respondió.

Asentí con una sonrisa antes de partir al baño. Me quité la ropa y luego me miré en el espejo y me sorprendí al ver mi cabello increíblemente sucio. Abrí la gaveta debajo del lavabo maldije al ver que no había shampoo.

En el baño de mamá...

Cogí el suéter de Haru y me puse la falda del uniforme, revisé que no estuviera al rededor antes de salir en puntitas al cuarto de mi madre.

Cubrí la parte delantera de mi cuerpo antes de agacharme en la gaveta de mamá y agarrar el contenedor de color rosa. Me levanté con una sonrisa garantizando que era shampoo.

Miré hacia atrás y me quedé fría ante lo que vi.

Haru estaba rojo, mirando mi espalda desnuda fijamente.

La sangre me hervía por todo el cuerpo, el corazón me latía a mil por hora.

−Ha... Haruka-senpai...− fue lo único que pude decir.

Él giró rápidamente la mirada, −Lo... lo siento... eh, yo... me retiro.

Se fue.

¡MALDITA SEA!

¿Tan desagradable es mi cuerpo? Qué mal. Arruiné cualquier oportunidad que tenía con Haru. Ya sabía que era demasiado bueno para ser verdad...