ᴠᴇɪɴᴛᴇ

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—Punto de vista de Haru—

Gou cubrió su boca con sorpresa antes de mirarme, asumo que estamos igualmente sorprendidos. Una sonrisa empezó a formarse en mis labios, y ella soltó una risa de alegría antes de abrazarme fuertemente.

—¡Nos aceptó, Haru! ¡Nos aceptó!— exclamó.

La abrasé de vuelta, —Finalmente, princesa.

La miré a los ojos, brillaban de alegría, habíamos sacrificado tanto por esto, y finalmente la guerra con Rin había terminado. La felicidad que tenía Gou era inexplicable, ahora ella podrá apoyarlo en las regionales, y volveremos a ser los de siempre.

Besé a Gou, era lo único que podía mostrarle en este momento... la alegría que siento al ya poder estar con ella sin escondernos ni fingir. Me siento libre.

—Entonces... supongo que podemos continuar con lo que iniciamos, ¿verdad?— la miré, cambiando mi mirada inocente a una pícara.

Rodeó sus brazos por mi cuello, mordiéndose el labio mientras sonreía, —Bueno, si gustas...

Posesioné mis manos en su cintura, —La señorita primero...— solté.

Entendió inmediatamente lo que quería decir, y juntó nuestros labios. Se notaba su intento de que nuestros besos no fueran tan ruidosos, ya que el otro día le había enseñado como hacerlo, pues ella se sentía muy avergonzada de que fuera así.

Sentí que ya íbamos a perder el aire, pero antes de soltarnos, noté como Gou mordía mi labio con suavidad.

La miré sorprendido, —D-Dios, Gou... no sabía que podías hacer eso...

Se sonrojó, ya que el hecho hacer eso se notaba que había sido un impulso de ella, no sé si queriendo llamar mi atención de alguna manera.

Pero lo admito... resultó excitante.

—L-Lo siento... olvida que hice eso...

Toqué su cara con delicadeza, —Está bien, me gustó...

Me sonrió antes de volver a besarme con pasión, y cuando menos me di cuenta, ya la había llevado a la habitación.

Bajé su camisa lentamente, dejando besos húmedos en sus suaves hombros, y sentí como sus dedos por mi cabello. Se sentía tan bien, realmente no quería que parara.

La recosté en la cama, y me aseguré de que estuviera cómoda antes de besar bajo su oreja. Una pequeña risita se escuchó desde su garganta seguido con un gemido, que me hizo sentir algo extraño en mi pecho.

Sus piernas rodearon mis caderas, e hicieron que mi pantalón y su falda hicieran contacto, haciendo que soltara yo un gruñido. Sus pequeñas manos desabotonaron mi camisa, y la quitaron por en cima de mis hombros con una determinación impresionante.

Bajé las tiras de su sostén color azul, y mordí pequeñas partes de su piel con suavidad para no lastimarla.

Al mismo tiempo levanté su falda y bajé sus bragas con rapidez. La toqué un poco, y ella gimió con las mejillas rojas como una cereza, y sus ojos lagrimosos por el placer.

El Encuentro Secreto ∘ [harugou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora