ǫᴜɪɴᴄᴇ

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Dedicado a mis pervertidas lectoras.

En ese instante, Haru no dudó en soltar una patada dirigida a su estómago. Lo repetía sin cesar, cada vez lo hacía más rápido y fuerte, ya pareciera que Jay estuviera inconsciente del dolor.

−Haruka-senpai, ya es suficiente− exclamé, pero él no me escuchó.

Caminé hacia él y le agarré el brazo, tratando de contener mis lágrimas. Pareciera que estuviera cegado por la ira y el odio, algo más o menos como lo que vi cuando golpeó a Makoto, pero esta vez soy consiente que tendrá incluso más alcances.

−¡Ya basta!− seguí gritando, −¡Vas a matarlo!− halé su brazo con más fuerza, y milagrosamente logró correrse dos pasos.

−¡Te hizo daño! ¡No se lo voy a perdonar!− exclamó.

Abracé su brazo mientras miraba abajo, −Por favor... tu no eres así... tu no serías capaz de lastimar a otra persona...− dejé que las lágrimas cayeran.

Sentí como su brazo iba perdiendo fuerza, y como una mano consentía mi cabello de una forma extremadamente dulce.

−Lo siento... Gou...− musitó antes de abrazarme, pequeñas gotas húmedas caían por mi cabello, haciendo que me aferrara más a su camisa.

Nos quedamos ahí unos cuantos segundos, pero luego me soltó con algo de agresividad. Agarró una bolsa que estaba cerca a la puerta y me miró con seriedad.

−¿Haruka-senpai?− lo llamé.

−Te llevo a tu casa. Vámonos.

Quería saber qué era lo que llevaba en la bolsa, pero no me atreví a preguntar.

La caminata hacia mi casa se estaba poniendo cada vez más silenciosa. Sé que él está molesto conmigo, por mentirle y por exponerme al peligro de esa manera. Quisiera explicarle que lo hice por él... por nosotros... pero me da miedo que su reacción termine todo.

Al llegar a casa, recordé como Mamá me dijo que a partir de ahora va a trabajar de noche. Probablemente ya se había ido al trabajo, puesto que ya la oscuridad se hacía presente.

Vi la zona de aparcamiento, donde no estaba el auto. Mamá ni siquiera me había esperado.

−Bueno... nos vemos mañana− soltó Haru con sequedad.

Pellizqué su camisa, −¿Te importaría quedarte a tomar un té?

No me miró, −Tengo trabajo que hacer.

−Por favor− dije con firmeza, −Sólo acompáñame a cenar...

Con algo de sorpresa, asintió.

Abrí la puerta y me quité los zapatos. Caminé directo a la cocina y me dispuse a preparar el té, Haru se quedó merodeado por la casa, mirando fotos y objetos que estaban puestos por ahí. Aparentemente usándolos como excusa para no establecer una conversación conmigo.

Abrí el refrigerador y vi que había tiras de pollo en un recipiente. También arroz y zanahorias.

Me dan ganas de ver a Haru comer otra cosa que no sea pescado, y mucho menos caballa. Así que me puse a cocinar las tiras y la zanahoria y calenté el arroz.

El Encuentro Secreto ∘ [harugou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora