El Encuentro Secreto ∘ [harugou]

ᴅɪᴇᴄɪsɪᴇᴛᴇ

♥️ESPECIAL DE SAN VALENTÍN♥️ (MARATÓN 1/3)

Mi corazón estaba latiendo a mil por hora, quería llorar, gritar, pegarle a mi hermano. Ya Haru le demostró que quiere estar conmigo, ¿por qué no le cree?

—¿Gou?

Estaba tan perdida en mis pensamientos que se me había olvidado retirarme antes de que él saliera. Pero no me sentía mal ni culpable, lo único que hice fue abalanzarme en sus brazos.

Me mordí la lengua para no llorar, quiero ser fuerte para él, demostrar que puedo manejar las situaciones de presión, e incluso sobrellevarlas.

—Es un tonto— solté antes de mirarlo a los ojos, —¡Juro que buscaré la manera para que lo acepte!

—Gou...— me costaba entender si estaba tratando de tranquilizarme o estaba en shock.

Me aferré a su camisa, —¡Te amo!— grité, —Te amo... no voy a dejarte ir... ni siquiera por mi por hermano...— murmuré.

Me aparto de su pecho, dejándome un frío en mi cuerpo. Agarró suavemente mi rostro y juntó nuestros labios con suavidad.

Me soltó, y yo agarré su mano en reacción, mirándole a los ojos.

—No tenía pensado dejarte a ti tampoco— respondió, —Verás que Rin aceptará, tarde o temprano.

Fruncí el ceño, —¿Acaso no estás frustrado que te tratara de esa manera?

Me dedicó una sonrisa pícara, —Más frustrado me tiene el hecho de que escucharas algo que no debías.

Pensé que hablaba de la conversación, pero luego recordé que había mencionado algo sobre pedirme que fuera su novia.

—E-Eso...— murmuré antes de hacer una reverencia, —Lo siento mucho.

Lo escuché suspirar, haciendo que levantara mi mirada nuevamente.

—Bueno... supongo que no queda otra opción.

En ese momento me quedé sorprendida al ver como se quitaba la ramera. Digo, sé que lo hace cuando hay agua cerca o a su vista... y bueno... ese no es el caso.

Acto seguido, levantó su brazo mostrando en marcador rojo escrito: «serías», después mostró su otro brazo que decía: «mi», y por último, por debajo de su clavícula estaba escrito en mayúscula, «NOVIA».

No pude evitar cubrirme la boca y soltar una carcajada. Supongo que lo hizo de esa manera por mi fascinación por los músculos.

—Sé que ya nos hemos comprometido de una que otra manera, pero esta vez quise hacerlo especial. Entonces, ¿qué dices, Señorita Matsuoka?— preguntó Haru.

Asentí con alegría, —No seas tonto...— murmuré acercándome lentamente a sus brazos.

Nos unimos nuevamente con el resto del equipo, los cuales se sorprendieron al escuchar la historia que acababa de pasar. Además, nos felicitaron por nuestro inicio de relación.

—¡¿Ehh?!— gritó Nagisa, —¡No se suponía que fuera a ser así! ¡Tenía que ser en el restaurante! ¿No, Haru-chan?

Él agarró mis hombros, —Digamos que salió mejor de lo pensado— comentó.

—Me alegra— dijo Rei, —Bueno, no sé ustedes, pero todavía tengo hambre.

Makoto sonrió con delicadeza, —Vamos a comer.

↭

Regresé a casa aproximadamente a las 7.40 pm. Mis pies me dolían de tanto caminar.