El Encuentro Secreto ∘ [harugou]

ᴅɪᴇᴄɪɴᴜᴇᴠᴇ

♥️ESPECIAL DE SAN VALENTÍN♥️ (MARATÓN 3/3)

Al estar más cerca a mi casa, llegamos rápidamente.

Estaba quitando el seguro, cuando Haru me dio media vuelta y me acorraló contra la puerta.

—Ha-Haru...

No pude acabar mi pregunta antes de que me besara con pasión. Su lengua masajeaban la mía con rapidez, haciendo que gimiera unas cuantas veces. Apreté su camisa, y se separó un momento para tomar aire.

—¿Esperarías que por lo menos abra la puerta— pregunté agitada, abriendo la puerta detrás mío.

Entró rápidamente y cerró la puerta detrás suyo, acorralándome a la pared nuevamente.

—No.

Volvió a besarme, con el mismo sentimiento de antes. Bajó sus labios a mi cuello, y levantó mi falda un poco en señal de que la levantara.

Lo hice, y la rodee por su cadera, haciendo que nos juntáramos aún más. Solté un gruñido al sentir su pantalón por debajo de mi falda.

De repente la luz se encendió.

—Ah... Gou... estás en...

Haru y yo nos giramos con agresividad, y mi corazón empezó a latir con fuerza al ver a Rin parado en frente de nosotros, con una cara que no lograba entender si era furia o confusión.

—¿Rin...?

Nos paramos en una posición más normal. Quiero salir corriendo... como ya...

La respiración de mi hermano se comenzó a volver cada vez más agitada antes de correr en frente de Haru y agarrar su camisa, pegándolo contra la puerta.

—¡Maldito! ¡Te dije que no te le acercaras!— gritó furioso.

—¡Onii-chan!— exclamé agarrando su brazo, —¡Déjalo ir! ¡Suéltalo!

—¡¿Qué estabas a punto de hacerle?! ¡¿Qué clase de pervertido eres?!

Intenté halarlo sin logro, —¡Yo lo invité! ¡Suéltalo, te dije!

Me empujó, —¡No te metas! ¡Estoy muy decepcionado de ti!

Los ojos de Haru se oscurecieron con ira, agarrando a Rin de su camisa, —¡No te atrevas a tratarla así!— lo empujó.

—¡Haru!— exclamé.

Rin se reincorporó y frunció aún más el ceño si era posible, —¡Hijo de puta!— corrió hacia él, lanzándole un puño, pero Haru agarró s mano, preparándose para hacer fuerza y devolverle el golpe.

—¡DETÉNGANSE!— grité a todo pulmón.

Los dos me miraron sorprendidos, quedándose callados. La garganta me dolía de tanto gritar, mi frente se sentía tensa, y estaba lastimando mis palmas con mis propias uñas.

Tomé aire, —Lo siento, Rin. No tenías que ver eso. Pero aún así, ¡amo a Haru, y no dejaré de hacerlo!

Rin soltó la camisa de Haru, —Gou... escúchame...