Frustración, odio e ira era todo lo que Keyla sentía, le dolía el pecho de tan solo pensarlo. Había perdido su cebo humano, ella quería ver a ese persona y eso le estresaba. Keyla nuevamente se había tumbado, se abrazaba a sus piernas, sus cabellos desordenados cubría una parte de la cama. Entrecerraba los ojos mientras que derramaba unas cuantas lágrimas, le dolía saber que descubriesen su secreto, el maquivélico secreto de su linaje de sangre pura. Solo los ancianos y ella sabían en que consistía. Keyla se mordió el labio inferior, recordando lo que había pasado hace años cuando ella era apenas una cría muy consciente de que por sus manos correrían mucha sangre de sus víctimas. Nuevamente el sueño se la jugó y cayó rendida.
"Corre pero no escaparás, llora pero no lograrás nada, pide ayuda pero nadie te ayudará. ¿Por qué? Porque tu eres un monstruo, uno de nuestra linaje, nacida para el caos, nacida para el mal, nacida para devorar a los de tu especie y diferentes. Mata a los que se meten en tu camino, engaña a los pobres inocentes, secalos por completo. Este mundo debe estar muerto como tu misma."
Keyla sudada tras recordar aquellas frases que se repetían constantemente, era ella nuevamente.
-Para...-Keyla se acurrucaba aun más, llevando sus manos a su pecho.
"¿Qué pare? No quiero, ¿por qué alguien como tú se atreve a hablarme así? Tú eres solo mi maldito contenedor, después de todo eres una perdedora enamorada del hijo del diablo. Es cierto que te prometí que no lo mataría pero está empezando a ser un obstáculo para mi meta."
-¡No! Prometiste que no lo matarías...
"No lo haré, eso te lo prometí, después de todo tu eres yo y yo soy tú. ¿Acaso lo olvidaste? Pero ojo con esto, si algo le pasa a nuestro cuerpo, juro que nunca más volverás a salir."
-Pero...
"No hay tiempo, tengo que moverme ya, tenemos menos de un año para conseguirlo."
-Pero yo no quiero.
"Eso no te incumbe. Por cierto, ha sido patético ver como Yeming se haya escapado frente a ti. Mira que eres inútil si no estoy despierta. Es hora de que vayas a dormir tú, cumple tu promesa y yo cumpliré el mio"
-No me queda más remedio, después de todo estoy entre la espada y la pared.
"Así me gusta, buena niña"
Keyla tenía los ojos en blanco pero luego volvió al instante sus pupilas, azules como el mar, como siempre, solo había algo diferente en ella y era su carácter.
-Robert, sal de allí y ven ahora mismo.-Hubo segundos de silencio pero fue cuando el niño se hallaba al lado de Keyla.- Ha pasado tiempo desde que te vi, ya veo que Keyla tiene más ojos en ese pequeño bastardo.
-Hermana Sylvia...-El niño parecía feliz al verla. - ¿Te molesta ese muchacho?
-¿Qué si me molesta? -La muchacha alzó la mirada al techo.- Es un estorbo, pero juré a Keyla no matarlo.- Agarró con fuerza la sabana. - Si desapareciese el heredero, sería mucho más fácil matar a la realeza, ya sabes, después de todo, el Gran Diablo se está debilitando poco a poco. - cerró el puño y respiró hondo.-
-Sylvia, ¿quieres que lo mate por ti?
-Oh, ¿te ves capaz pequeño Robert?
-Si es por Sylvia haré cualquier cosa.
-Así que te volverás en mi pequeño caballero, ¿no?
-Si, eso es lo que quiero hacer, servirte a ti, no a Keyla
-Lo entiendo pero... -No fueron más que unos segundos cuando lo percibió, un escalofrío recorrió por toda su espalda.- No puede ser...Ese niño ha despertado, ahora mismo Robert no podrás matarlo pero se como puedes hacerlo...-Sylvia mostró una sonrisa.- Para desgracia de Keyla, nosotras debemos matar al príncipe para nuestro bien. -Se llevó uno de sus dedos a sus labios.- Robert, ¿estás dispuesto a todo?
-Lo estoy hermana. -El niño dijo con firmeza.
-¿Aunque tengas que sacrificarte? -El niño tragó saliva y contestó.
-Si mi muerte merece la muerte para tu plan, lo haré.
-Me parece muy bien mi pequeño Robert. -Sylvia acercó sus labios a los del pequeño.- Entonces, ahora quiero que escuches atentamente el plan, basta con que mates uno de los dos. -Se acercó al oído del muchacho y empezó a contarle todo sobre el plan. -No me decepciones.
-No lo haré Sylvia.
-Pues es mejor que vayas ahora, quiero que mantengas esto en secreto, sobre todo a Keyla.
-Lo sé, por algo usted es mejor que la mequetrefe de mi hermana, realmente me da asco actuar de esa manera cuando ella está delante pero después de todo, lo hago por usted.
-No has cambiado nada Robert. -Esbozó una sonrisa al ver como el muchacho cruzaba la puerta de la habitación desolada de Keyla.
-No la decepcionaré. -Aquellas últimas palabras salieron de los labios de Robert.
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¡Hola gente! Muchísimas gracias por leer este capítulo.
Realmente agradezco que la gente vote, comente esta pequeña obra.
Estoy segura que muchos quieren saber cual es el malvado plan de Sylvia pero todavía no se mostrará o eso creo. También queréis saber por qué quieren matar a la realeza pero será un secreto aun.
Bueno, nuevamente les agradezco por haber leído esta obra, podéis darle una estrellita o like y también compartirlo con otros. También acepto comentarios(?) Ya se que ha sido relativamente corto así que me disculpo por ello.
En fin, espero que tengáis un buen día o noche
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La libertad de las sombras
FantasyEs la historia de un muchacho que se llama Dyan, él creía que era un ser humano hasta que descubre que es todo lo contrario, un ser que se dedica a manipular a humanos solo para divertirse. Un demonio mestizo de una bruja mundana, él no se lo pudó...