Always Remember Me (Toy Bonnica)

9. Nuevas convivencias

Freedy, que realmente no había sido buena idea verlo en ese momento, nos llevo a nuestra nueva habitación. Era una de paredes blancas, con muebles típicos y una cama matrimonial.
Agradecimos su hospitalidad y nos dejo solos, Chici aun estaba conmocionada.

—¿Cómo pudo ser así? Yo...yo no pensé que él... —Sus celestes ojos se llenaron de lágrimas mientras se sentaba desconcertada en el borde de la cama.

—Chici... No deberías pensar en eso, lo mejor sera comenzar a superarlo desde ahora —Me senté a su lado y la había rodeado con mi brazo.

—...estamos solos... —Dijo mirando sus manos temblorosas —Primero Mangle, ahora Teddy ¿Quien sigue de nosotros? Es co-como una película de terror! —Chici deliraba.

La agarre de la cabeza y le bese su frente para luego poner la misma en mi pecho contemplando en un abrazo que trataba de consolar su sufrimiento. Yo también estaba asustado, ella yo, tenia miedo y no evite llorar en silencio mientras Chici lo hacia sobre mi pecho... Tenia razón estábamos solos.
Todo había sido tan rápido que teníamos razones para no querer separarnos del otro.

Un buen rato pasamos abrazados hasta que decidimos ir con nuestros nuevos compañeros. Salimos del lugar sujetados de las manos, habíamos pasado un rato secandonos las lágrimas y esperando a que nuestros rostros dejaran de estar hinchados por el llanto.

—Hola chicos! —Saludo un sonriente chico parecido a mi pero de cabellos morados y más alto.

—Hola —Le sonreí tímidamente de vuelta.

—Vengan! Vengan! Tomen asiento, Chica les hizo un delicioso almuerzo a todos —Siguió sonriendo. Tal vez lo hacia para animarnos, puesto que nuestra situación no era muy feliz.

Con Chici nos acomodamos juntos en unas sillas de la mesa. Pronto llego Freddy y luego Chica con una bandeja con una deliciosa comida que despertó mi apetito que pensaba que se había ido.
Mientras yo comía notaba que Chici apenas toco un poco de su plato, sabia que era porque estaba triste y no la culpaba.

—Chici...si no quieres comer puedes ir a dormir un rato, si quieres —La mire, los Olds hablaban entre ellos de cosas triviales y por eso no prestaron atención.

—No, esta bien... Comeré y luego dormire —Me respondió sin ninguna sonrisa ni real ni falsa, me retrato su pena y luto que pasaba.

Siempre odie el hecho de verla así, triste, sin ganas de hacer nada y temía que hiciera lo mismo que Teddy o algo peor.
Luego del almuerzo decidimos ir a recostarnos un rato iba a ser una día largo que solo deseaba que terminara rápido. El otro día debíamos preparar el funeral de Teddy.

Paso una semana y en lo personal me sentía recuperado, Chici tal vez lo estaba, pero no podía ver a Freddy sin angustiarse o pasar por nuestra vieja casa sin comenzar a tener ganas de llorar o si no estaba todo el día a veces mirando el bosque y a veces me preguntaba que hubiera pasado si nada de esto hubiera sucedido...

Me tomare este tiempo para describir como eran nuestras nuevas convivencias.
Chica se asemejaba a Chici y para la coincidencia se llevaban muy bien luego de un buen tiempo. Ella era fanática de la cocina, aun que los postres no se le daban bien, igual que Chici.
Era de cabello más corto y desordenado, color dorado no amarrillo como el de Chici. Era más rellenita, pero eso no le quitaba el encanto, a Chici le gustaba pellizcar sus mejillas. Ojos violetas algo rosados, eran estupendos e impresionantes, nunca vi tales ojos en alguien así, había escuchado del síndrome de Alejandría aun que no me atrevía a preguntarle tal cosa.
A comparación de Chici era más alta, morena y robusta, su carácter era más duro de lo que parecía y solía parecer una hermana mayor de Chici.
Ella era mayor que Chici, creo que tenia unos 25 o 26 años de edad y salia con el otro, Bonnie.

Bonnie, ese se parecía a mi, aun que era más alto y su contextura física era la media, ni muy delgado ni muy relleno. También su cabello era unos centímetros más largo que el mio, aparte de tenerlo de un color morado. Era bastante pálido y llevaba ojos rubíes, otra cosa sorprendente, siempre se ataba el pelo aun que lo tuviera más o menos corto le daba para darse el lujo.
Tenia barba, una barba común que era afeitada de vez en cuando y lo hacia ver más grande.
Sus amigos lo cargaban, ya que tenia un nombre femenino, pero había sido un error de sus padre que pensaron que seria mujer, no evite reír un poco al escuchar eso.
Él amaba tocar la guitarra y era lo que le sacaba sus días de tristeza. Era muy sensible y pacifico, vivía de una calma y estar cerca del él te daba paz.
Él era más grande que yo y que su propia pareja 29 o 30 años.

Luego estaba Freddy, un hombre que se asemejaba a Teddy, claro que todos eran más altos que nosotros y mayores. Su piel era morena, sus ojos eran azules, cabello corto de color castaño de cuerpo robusto relleno.
Tenia una voz asombrosa, cantaba en cualquier parte y no te cansabas, sonreía siempre y tenia una mirada dulce que te daba seguridad como si fuera un padre que ve a sus hijos con amor.
Era el más grande de la casa, tenia 33 o 34 años. Buen tipo.
Tenia un carácter calmo, solía tratar de tomarse las cosas con calma y era muy amable, se preocupaba por sus amigos, espero que donde quiera que este ahora tenga una buena vida.

Volviendo a la historia Chici estaba aun en un luto que iba y venia, no hablemos cuando sus días eran presentes. A veces ni te quería ver y me insultaba sin nada y luego salia como si nada y me trataba normal, nunca entenderé esas cosas.

—Oigan! —Nos llamo Freddy, parecía muy emocionado.

Nos acercamos desconcertados, ¿qué cosa tan impresionante podría emocionar lo de esa forma? Aun que según Chica él se emocionaba por cualquier cosa también, no sabias si realmente tenia la edad que tenia.

—Los hermanos Ballon nos invitaron a acampar!

—¿Qué? Freddy! Estas loco ¿En ese bosque? —Chica reaccionó.

—No, emmm... No me acuerdo donde me dijo, pero no creo que sea ahí, si ya saben que esta maldito.

—Tal vez Freddy tenga razón. Chica no te angusties, dudo que Puppet los deje ir ahí. Aparte seria divertido ¿No es así chicos? —Nos miro Bonnie. Desconcertados por todo sonreímos torpemente...

Esos niños son el diablo...