Always Remember Me (Toy Bonnica)

5. Los hermanos

Amaneció nuevamente el barrio, otro día había comenzado en la casa. Chico dormía cómodamente en la cama izquierda y yo estaba sentando tratando de retomar la conciencia.
Baje bostezando y sobandome los ojos con lagañas de todos las mañanas. Se olía a desayuno, Mangle tal vez estaba mejor y por eso hizo el desayuno, bueno eso había pensado en su momento, la verdad es que cuando llegue a la cocina vi a Teddy con un desayuno propio dicen hecho y Mangle estaba ausente.

_Teddy?_ Me acerque más a él  _¿Qué? ¿Acaso te has preparado solo el desayuno?_ Sonreí un poco, Teddy no solía preparase el desayuno y era divertido cúa do se veía obligado a hacercelo.

_Si, porque la idiota de Mangle se enojo conmigo y sabes que cuando se pone así no le hace nada a nadie_ Me dijo el oso mientras se comía su tostada.

_Hey, pero Mangle no es nuestra sirvienta Teddy_ Le comente caminado hacia la heladera _Aparte tiene derechos de dejar de hacer lo que hace cuando ella quiera_ Seguía hablándole mientras sacaba algo de comer de la misma.

_Eso no tiene nada que ver, Bon. Ya que Mangle si les hizo a ustedes el maldito desayuno_ Luego de que dijo eso, voltee rápidamente a verlo y guiarme por su dedo índice que indicaba la dirección de la comida.

_Oh! Mangle es la mejor_ Dije mientras caminaba hacia la dirección dada por Teddy.

_Eres un idiota, Bon_ Escuche gruñir al oso molesto.

Yo sonreí ligeramente y me senté en la mesa para comenzar mi festín de desayuno, ya que Mangle hacia los mejores y por eso la quería.
Al rato bajo Chici y Teddy estaba apunto de hacerle la misma versión de Mangle, pero lo interrumpí y la guíe a su buen desayuno. Ese oso si que se ponía de malas cuando alguien estaba contra él.

Horas luego del desayuno vimos a Mangle charla con unos vecinos cercanos, era curioso y parecían hablar de un tema algo particular, por lo cual me asome a escuchar tales conversaciones, si muy metido de mi parte, perdón.

_Si, el ataque del Zorro rojo_ Escuche a Mangle.

_Pobre hombre, nunca se debió haber metido a ese horrible lugar_ Escuche a la vecina.

_Pero ustedes tienen idea de que es lo que hay ahí_ Pregunto Mangle.

_No, pero según nos relataron en ese bosque se encuentran almas solitarias, con la pena de haber sido traicionadas por sus seres amados y dicen que odian a todo ser con amor y esperanza_ Hablo un hombre, que sospechaba que era el marido de la mujer.

_Ustedes dicen que se pueda curar?_ Escuche a una Mangle preocupada y angustiada.

_Las posibilidades son inciertas, nuestro hijo se suicido luego de un tiempo_ Hablo la anciana.

_Oh! Disculpeme. No quise. Bueno gracias por la charla, nos vemos_ Rápidamente me hice el que pasaba por ahí tratando de disimular todo

Vi como Mangle entraba mal, angustiada, preocupada, triste. Parecía tener miedo por su enamorado. Oh Mangle fuiste la mejor amiga que pude tener, siempre te preocupabas por el bien de los demás y tus desayunos eran deliciosos.

Bon!_ La voz de Chici me sobre salto.

_Chi-Chici! ¿Qué sucede?_ La mire de arriba hacia abajo.

_Encontré a unos nuevos amigos, ven_ La rubia me había arrastrado hacia afuera y me llevo a una plaza muy cerca de la casa. Ahí habían dos niños muy parecidos

_Hi! Soy Ballon Boy, pero dime Ball_ La chillona voz de niño me tomo por sorpresa, ambos eran rellenitos y parecía que nunca dejaban de sonreír.

_And! Yo soy Ballon Girl, pero llámame Llon (Lon)_ Chillo la niña de su lado. 

Ambos eran hermanos, mellizos y cuando escuche sus nombre había pensado de que su madre no tenia mucha creatividad para llamarles de una forma más lógica. Los dos eran rellenitos, ojos celestes y un cabello castaño, ambos llevaban una remera rayada, Ball tenia rojo y azul y Llon violeta y rosa, también llevaban un gorrito igual de rayado, lo único igual que llegaban a tener era el short azul marino y sus zapatos negros.
Ellos se hacían llamar los hermanos Ballon.

_Hola, soy...Toy Bonnie, pero me dicen Bon_ Dije algo raro, eso niños, yo ya sabia de ante mano que no eran normales.

Ambos hermanos tenían una sonrisa extraña, que daba la sensación de que cuando menos te lo esperes te saltaran con algún arma para matarte.

_Y bien...¿A qué quieren jugar?_ Sonrió Llon mientras nos miraba a ambos. Estos niños me estaban incomodando.

_Oh! Emm bueno no sé. Es difícil si quieren jugar en los juegos de esta plaza, ya que somos algo grandes para estas cosas_ Dije rascándome la nuca sonriendo torpemente. Admito que mi comentario fue muy estúpido en ese momento.

_Oh vamos Bon. Solo tenemos 23 años aun somos jóvenes, podemos jugar un rato con estos niños en los juegos de infantes. Nadie nos esta viendo._ Me dio unos buenos golpes con su codo en mi brazo derecho.

No tuve otra que aceptar jugar en ese lugar, estaba muriéndome de la vergüenza ¿Y si me veía alguien?
Chico siempre tuvo un comportamiento infantil, pero desvergonzado, no le importara que los demás la juzgaran por jugar con cosas de niños, ella se sentía una niña e ignoraba el adulterio por momentos.

_Oh vamos Bon! Si alguien te dice algo yo te defiendo_ Sonrió Chici desde los columpios, ella se columpiaba alto y fuerte junto con los hermanos y me gritaba que me uniera a su diversión.

Avergonzado me acerque a un columpio libre y me senté, no quería comenzar a jugar por la vergüenza. Estaba muy paranoico y vigilaba que nadie estuviera viendo esto.

_Bon. Vamos no tengas miedo, nadie debe juzgarte por jugar a estas cosas. Hay momentos para todo, sin importar la edad. Si tienes un momento para jugar y ser un niño de nuevo aprovechalo. No siempre hay de esos_ Hablo Ball sonriendo de la misma forma que antes, extraño.

_Si, pero...igual es raro y no me agrada_ Le respondí temeroso aun a que alguien me viera.

Chici, no quieres ayudar a tu amigo a ser más valiente como lo eres tú_ Hablo Llon, eso me había ofendido y ganas de responderle mal no me faltaban.

_Come on, Bon. Jajaja yo te ayudo_ Hablo Chici levantándose de su columpio y poniéndose detrás mio. Sentí un escalofrío al sentir como las manos de Chici se posaron en mi cintura y como de repente su torso se pego a mi espalda para dar el impulso. _Listo, Bon?_ Me sonrió ella acercando su cara a mi oreja.

_No Chici! No!_ Chici me impulso con fuerza y de ahí comenzó a empujarme haciendo que comenzara a columpiarme maldiciendo a medio mundo.

_Que boca tan sucia, conejito_ Rieron los menores, los cuales me habían comenzado a caer mal.

Al bajarme al fin le reproche a Chici y ella solo se me reía en mi cara. Enojado fuimos a llevar a los niños a su hogar para así volver al nuestro.

_Chici! Te decía que pararas!_ Le gruñi a la rubia, la cual respondió con una risita que me hacia dejar de lado la molestia que tenia.

_Era muy gracioso perdón_ Respondí sonriendo. La imagen de su rostro en ese momento es algo que ahora me pasa en cámara lenta y me provoca náuseas de lo hermosa que se veía sonriendo así. La extraño demasiado...