¡Hola a todos! El capítulo que viene a continuación es parte de una prueba especial para el concurso "Crea Tu Mundo". Así que no es realmente una parte de la historia, sino mas bien una especie de final alternativo, para demostrar que no siempre todo debe tener un final feliz. Sin más que agregar, espero sus más sinceras opiniones. ¡Que lo disfruten! :D
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Rapunzel escuchaba el relato sin dar crédito alguno. Toda su vida había sido engañada y ahora esta mujer, quien durante 16 años alegó ser su madre, la enviaba en caída libre a la verdad. Hizo un ademán de ponerse en pie, pero la bruja no se lo permitió. En su lugar, se aseguró de que la pequeña no pudiese moverse de donde estaba, y lo más sorprendente de todo, lo hizo sin mover más que un dedo, ¿cómo era eso posible?
- Mira bien, pequeña – le dijo a la niña sin interesarse realmente en verla. – Ahora que sabes el otro lado de la historia y que eres consciente de lo que puedo hacer, es hora de cambiar las reglas del juego.
- ¿Qué has hecho?, ¿por qué no puedo moverme? ¡Suéltame inmediatamente! – Gothel rió e hizo chasquidos de desaprobación con la lengua.
- Esa no es manera de hablarle a tu madre.
- ¡Tú no eres mi madre! De hecho, nunca lo fuiste. Antes solo lo sentía, ahora sé que es verdad.
- La única verdad que a ti te concierne es la que vendrá de ahora en adelante.
- ¿Qué quieres decir?
- Basta de preguntas. No tengo por qué andarle respondiendo nada a un infante. Conténtate con saber que estás aquí con un propósito, y lo vas a cumplir.
Gothel se dió la vuelta y comenzó a alejarse. Rapunzel quiso reclamar nuevamente, pero sus labios estaban sellados, literal e inexplicablemente. Vió a la mujer que por tanto tiempo pensó que era su madre mientras caminaba hacia la salida de la habitación y salía de su rango de vista. Quiso llorar, pero se forzó a sí misma a ser fuerte. Estaba aterrada, pero se repitió una y mil veces que debía ser valiente. Valiente por ella misma y por lo que seguramente estaría por enfrentar.
Estuvo así por varios minutos, tirada en suelo sin alternativa ni posibilidad alguna de escapatoria, hasta que un ruido proveniente de afuera la puso en alerta. Era el claro sonar de cascos de caballo que se aproximaban, y Rapunzel no pudo hacer más que imaginar lo peor. Se quedó en silencio, esperando, orando para sus adentros, pidiéndole a todos los dioses que no se tratara de lo que ella estaba pensando. Pero sus oraciones fueron en vano, porque lo siguiente que escuchó fue la voz de su mejor amigo que la llamaba.
- ¡Rapunzel, Rapunzel, deja tus trenzas de oro caer!
De no haber estado inmovilizada, se hubiese paralizado del terror. ¿Qué hacía George allí, en ese momento? Él no acostumbraba a visitarla tan tarde, mucho menos cuando ya se habían visto. Es más, a esa hora él ya debería estar de regreso en el castillo. Las cosas no pintaban nada bien. Y todo se puso peor cuando Gothel entró en la habitación. Evidentemente, ella también había escuchado el llamado del chico.
- ¿Qué fue eso? – preguntó viendo fijamente a Rapunzel.
- ¿Qué cosa? Yo no escuché nada – dijo y se detuvo de inmediato al darse cuenta de que podía hablar otra vez. ¿Cómo hacía eso?
- ¡Rapunzel, Rapunzel, deja tus trenzas de oro caer! – George volvió a llamar, y Gothel no pudo evitar dedicarle a la muchacha una mirada cargada de sarcasmo.
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Rapunzel, Trenzas del Destino [2do lugar en el concurso "Crea Tu Mundo"]
FantasyLa vida de Rapunzel gira en torno a dos grandes secretos, uno de ellos tan grande que ni ella misma lo conoce. Mientras la joven de 15 años distribuye sus días entre el aburrimiento dentro de la torre donde ha permanecido cautiva desde su nacimiento...